127 miembros de
la banda fueron detenidos por su dedicación al narcotráfico y vínculos en Perú,
Colombia, Bolivia y Venezuela
Prensa. EFE.
La
Policía brasileña desarticuló hoy una compleja organización criminal
trasnacional dedicada al narcotráfico, que tenía vínculos en Perú, Colombia,
Bolivia y Venezuela y a la que acusa de intentar montar "un estado
paralelo en el norte del país", informaron fuentes oficiales. La banda fue
desarticulada mediante una operación desarrollada desde primera hora de hoy por
cerca de 400 agentes de la Policía Federal en diferentes ciudades de los
estados de Amazonas, Ceará, Roraima, Río Grande do Norte y Río de Janeiro.
Los
agentes federales tenían previsto cumplir hasta el final de este viernes 442
diferentes órdenes judiciales, entre ellas 127 de detención de supuestos
integrantes de la organización y 68 de incautación de bienes, así como el
bloqueo de cuentas a nombre de 173 personas o empresas, según un comunicado de
la Policía Federal. La operación fue
desarrollada con la colaboración de la Interpol, a la que las autoridades
brasileñas le pidieron la detención de diferentes personas en Perú, Colombia,
Bolivia y Venezuela, países desde los que la banda introducía grandes
cargamentos de drogas.
Tan
sólo en los últimos seis meses de investigación la Policía le incautó al grupo
once cargamentos con unas 2,2 toneladas de drogas. La operación de combate a la banda criminal
fue bautizada como "La Muralla", una referencia al cuartel general
del Cartel de Cali, debido, según la Policía Federal, "a las coincidencias
en la estructura, objetivos y modo de operación" entre la organización
criminal colombiana y la brasileña.
La
banda, controlada desde prisiones en el estado amazónico de Amazonas, se
proponía, "con extrema violencia", consolidar "un estado
paralelo en la región norte de Brasil, con leyes propias, definidas por un
estatuto por el cual los líderes dictaban sentencias diarias, muchas desde
dentro del sistema penitenciario, en el que fue instituido un verdadero
tribunal del crimen".
De
acuerdo con la nota, la organización estipulaba los crímenes que podían ser
cometidos, "especialmente quién debía vivir o morir". Los
responsables del caso dijeron que las informaciones recogidas durante la
investigación permiten responsabilizar al grupo por "decenas de muertes
violentas ocurridas en los últimos meses en Manaos", capital del estado de
Amazonas y mayor ciudad de la Amazonía. Entre los homicidios de los que se
acusa a la banda figuran los ocurridos durante el conocido "final se
semana sangriento", cuando 38 personas fueron asesinadas en Manaos en tres
días de este año.
La
operación de hoy también incluyó búsquedas en siete diferentes presidios y el
traslado de 17 reclusos señalados como líderes de la organización y
considerados de alta peligrosidad a cárceles de máxima seguridad en otras
regiones del país.
Las
órdenes de detención incluían a siete abogados y un concejal de la ciudad de
Tonantins por sus vínculos con la organización. La banda comenzó a ser
investigada en abril de 2014 cuando agentes federales, en una inspección
rutinaria, se incautaron de unos 200.000 reales (unos 52.630 dólares) en dinero
en una lancha que se dirigía hacia la triple frontera de Brasil con Colombia y
Perú, en donde sus ocupantes recogerían un cargamento de drogas.
Según
la Policía, la organización contaba con una estructura muy jerarquizada y tenía
como principales objetivos controlar los diferentes presidios en Amazonas, así
como el tráfico de drogas en este estado. La Policía también acusa al grupo de haber
reclutado a miles de personas para diferentes funciones y de utilizar modernos
medios tecnológicos para facilitar sus negocios con otras organizaciones
criminales en Brasil y en los países vecinos.
El
grupo, según la nota, incluso "pretendía indicar y financiar la
candidatura de algunos de sus integrantes para disputar cargos políticos en las
próximas elecciones" (municipales) en Brasil. Los miembros de la banda
serán acusadas formalmente de los crímenes de tráfico internacional de drogas,
tráfico de armas, lavado de dinero, evasión de divisas, robo, corrupción, homicidio,
secuestro, tortura y otros crímenes conexos.