El legislador
Juan Francisco García Escalona (PSUV-Apure) identifica el desempeño de
ministros, gobernadores y alcaldes entre las causas de la derrota sufrida por
el Gobierno el 6 de diciembre
@pppenaloza
Los
resultados electorales del 6 de diciembre alborotaron el avispero rojo. Puertas
adentro, en el seno de la fracción del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), evalúan con crudeza las causas de la derrota y algunos ya se atreven a
romper el silencio para exigir una profunda rectificación a la cúpula roja.
En
esa línea se inscribe el diputado Juan Francisco García Escalona (PSUV-Apure),
miembro de la Comisión de Cultos y Régimen Penitenciario de la Asamblea
Nacional. El legislador de 31 años cuestiona el desempeño de ministros y
gobernadores, demanda una renovación urgente en la organización y exige respeto
a las voces críticas.
Usted
ha propuesto asumir la crítica, rectificar e iniciar una nueva etapa. A su
juicio, ¿cuáles son las principales fallas que el Gobierno debe corregir?
Nuestro
gobierno debe interpretar claramente los resultados del 6 de diciembre y asumir
las críticas que vienen de todos los sectores del pueblo venezolano. No podemos
tapar el sol con un dedo. Tenemos debilidades en materia económica y debemos
buscar una solución para este grave problema. El congreso de delegados del
PSUV, celebrado después de los resultados, prácticamente hizo un clamor por la
renovación de los cuadros que actualmente dirigen los ministerios. Necesitamos
figuras nuevas, que tengan otra visión y que puedan con mucha contundencia
llevar las políticas públicas a las comunidades en estos tiempos de crisis.
Necesitamos
ministros que trabajen, que se fajen con las organizaciones sociales, que no se
encierren en sus oficinas y no deleguen sus responsabilidades en subalternos.
En materia de seguridad es necesario, con mucha urgencia, hacer una
intervención de policías, revisar el sistema penitenciario y darle respuesta a
todo el pueblo venezolano que clama por medidas drásticas contra el auge del
hampa común. Por otra parte, debe ser una prioridad del Gobierno reimpulsar la
producción nacional. No podemos seguir teniendo una economía de puertos, que
ahora se ve gravemente afectada por la caída de los precios petroleros. Necesitamos
crear las condiciones necesarias para que desde el campo se garantice la
soberanía alimentaria. Debemos exigir el cese de tantos mecanismos que se han
creado que terminan muchas veces impidiendo que el campesino pueda trasladar
los rubros agrícolas, e incluso los insumos para la producción.
¿Cree
que la derrota electoral deja en evidencia una crisis de liderazgo en el PSUV?
El
partido debe renovarse urgentemente. Si tenemos la intención verdadera de
salvar a la revolución, tanto la dirección nacional como las direcciones
regionales y municipales deben renovarse para que podamos tener una
organización política que recobre la confianza de la militancia. El partido es
dirigido en las regiones por los gobernadores y los alcaldes y esto es un error
que debe rectificarse. El partido debe ser el orientador de las gestiones,
regionales y locales, pero aquí funciona al contrario, y termina siendo
integrado por los directores de los gobiernos. Esto anula la institucionalidad
del partido, no puede ser que la adulancia sea un elemento a considerar para
que un factor pueda ser parte del partido. Debe existir el espacio para que los
cuadros con capacidad crítica asuman su tarea con gallardía. El partido no es
un club de amigos, o de los funcionarios adulantes a los gobernadores y los
alcaldes, el partido debe ser una fuerza social indetenible, organizativa, que
constantemente planifique políticas públicas que ejecute el Gobierno para las
comunidades.
Señaló
que “cuadros valiosos” del PSUV, como el exministro Miguel Rodríguez Torres,
han sido apartados de su dirección. ¿El sectarismo y las divisiones atentan
contra la estabilidad de la revolución?
El
partido debe abrir espacio para el debate interno y permitir que todo el que
tenga una molestia pueda manifestarla. No es posible que se aparten cuadros
valiosos que acompañaron al comandante Hugo Chávez desde el inicio por
diferencias en los punto de vista, tal es el caso de Rodríguez Torres, Ana Elisa Osorio, la negra Antonia Muñoz, y
muchos de los compañeros que hoy andan en Marea Socialista. Nadie es dueño del
partido, las organizaciones las hacemos los militantes y se supone que debe
existir la diferencia de criterios. Muchas veces en la crítica está la
oportunidad de corregir y esto lo aprendimos con Chávez. El debate con los
partidos del Gran Polo Patriótico debe ser sincero y no solo llamarlos cuando
hay elecciones para discutir cargos. Debemos apostar a la unidad chavista para
garantizar la permanencia de la revolución.
El
año próximo son las elecciones regionales. ¿Cómo quedan los gobernadores -a los
que usted ha acusado de desplazar a los diputados- luego de la derrota del 6 de
diciembre? ¿Son corresponsables de la derrota y deben revisar sus aspiraciones
reeleccionistas?
Creo
que muchas acciones de los gobernadores afectan al partido y su conducta en
parte tiene que ver con los resultados electorales. No podemos tener un partido
en manos de funcionarios públicos, dejando a un lado a los verdaderos cuadros
políticos. Los partidos no son para los amigos, debe cesar el nepotismo y
construir una organización que le dé valor al militante. Tampoco puedo
condenarlos a todos, debe existir el espacio para la recapacitación de esos
compañeros, que entiendan que el partido no les pertenece, que ellos son un
instrumento para fortalecer la institucionalidad del mismo, y que deben
promover el respeto entre los cuadros y no considerar su criterio como
absoluto.
Soy
de Apure, donde gracias a Dios logramos ganar el 6 de diciembre, porque nuestro
pueblo es muy chavista y la conexión con Hugo Chávez supera toda normalidad. En
el caso de Apure, considero que el gobernador Ramón Carrizalez ha hecho todo lo
posible para acabar esa conexión con Chávez. Todo lo ha hecho a la inversa, un
partido conformado en la entidad para sus plenos intereses, con subalternos del
ejecutivo regional. Cerca de 300 cuadros históricos que acompañaron y
acompañamos a Chávez desde el inicio, por mero capricho han sido apartados sin
justificación alguna. Fíjate que perdimos el diputado de la representación indígena
por el mero capricho de respaldar al candidato de Fundacidi, cuando el acuerdo
nacional del PSUV era con Conive. En definitiva, ellos (los gobernadores)
tienen que autoevaluarse y si consideran que no pueden estar a la altura de las
exigencias del pueblo en esta coyuntura histórica, deben apartarse.
¿Se
impone la necesidad de una especie de proceso constituyente en el PSUV? ¿Cuáles
son las fallas que debe superar el partido para reconectarse con las bases?
El
partido debe reconstituirse con nuevos cuadros, nuevas figuras, nuevos líderes.
El PSUV es una gran organización, con muchos militantes valiosos, con expresión
de todas las clases sociales que tiene el país. A diferencia de los partidos de
la derecha, a nosotros siempre nos ha guiado el amor y la paz por el pueblo
venezolano. Esta organización política debe reencausarse en las luchas
sociales, reivindicatorias, como siempre lo hemos hecho. Estoy seguro de que
con la rectificación que han llamado los líderes del partido, Nicolás Maduro y
Diosdado Cabello, lograremos superar la actual crisis e iremos reconquistando
espacios fundamentales en el seno del pueblo y de la lucha política para lograr
consolidar la revolución bolivariana y chavista, y construir un mejor país para
todos.