Prensa.
Nuevo Herald. adelgado@elnuevoherald.com
El ex dueño de la desaparecida aerolínea
colombiana West Caribbean Airways podría dar nueva información sobre el
denominado Cartel de los Soles de Venezuela, tras negociar un acuerdo de
cooperación con las autoridades estadounidenses en el que se declaró culpable
de conspirar para transportar un cargamento de cocaína procedente del estado
venezolano de Apure.
El empresario y también piloto Jorge
Enrique Pérez Ruiz recibió una condena relativamente baja de cinco años de
prisión y se entregó el 8 de enero para ser recluido en una cárcel federal de
Atlanta.
Pérez Ruiz fue el mayor accionista de la
desaparecida aerolínea regional, llegando a poseer el 48 por ciento de las
acciones a través de Heliandes S.A., una empresa de transporte de helicópteros
de su propiedad con sede en Medellín, según informes de la prensa colombiana.
La aerolínea, que llegó a operar una
flota de 12 aviones de pasajeros, incluyendo dos MD-80, fue intervenida a
inicios del 2005 por las autoridades colombianas y poco después dejó de operar
tras sufrir dos accidentes, incluyendo el vuelo 708 en el estado venezolano de
Zulia, en el que murieron 160 personas en agosto de ese año.
Según documentos de la Corte Federal del
Distrito Sur de Florida, Pérez Ruiz se declaró culpable de los cargos y se
comprometió a “cooperar totalmente” con la fiscalía y a suministrar
información, testimonios, documentos y cualquier evidencia que sea requerida
por las autoridades como parte de sus investigaciones.
El acuerdo también contempla la
participación de Pérez Ruiz en operaciones encubiertas, de ser solicitado por
las autoridades.
Según las acusaciones presentadas en su
contra, Pérez Ruiz había acordado recoger en octubre del 2014 un cargamento de
cocaína desde una pista clandestina en Apure, pero luego cambió de opinión y
abortó el vuelo fingiendo que la nave sufría de problemas mecánicos.
“La aeronave salió desde el Aeropuerto
Howard en la Ciudad de Panamá, con un plan de vuelo hacia Aruba, en las
Antillas Holandesas. Aproximadamente, 45 minutos después de que el avión salió,
regresó al Aeropuerto Howard con aparentes problemas mecánicos”, indica la
acusación de la corte.
“Cuando la aeronave aterrizó, sobrepasó
la pista y terminó en un terraplén. Uno de los ocupantes de la aeronave,
identificado como Jorge Pérez-Ruiz, huyó de la aeronave y la dejó abandonada”,
agrega.
Posteriormente, Pérez-Ruiz informó a las
autoridades que él había accedido a pilotear el avión, un jet privado
Gulfstream G2, desde Panamá hasta Apure, para recoger un cargamento de droga en
una pista clandestina ubicada en la localidad de “La Mata”.
El piloto añadió que poco después de
despegar, “se puso nervioso” y decidió inventar la excusa de que la aeronave
tenía fallas mecánicas y que era mejor regresar a Panamá, aprovechándose del
hecho de que la otra persona abordo era un piloto inexperto en el tipo de
aeronave que volaban.
Convencido de que en Panamá el personal
mecánico que inspeccionara la aeronave concluiría que no registraba ningún
desperfecto, Pérez Ruiz decidió averiarlo dejando que sobrepasara la pista
hasta caer en el terraplén para que la mentira no fuese detectada, agregó el
documento.
El estado Apure se ha convertido en un
importante punto de partida de los envíos de droga dirigida hacia Estados
Unidos para el Cartel de los Soles, organización criminal encabezada por
oficiales venezolanos y altos integrantes del régimen de Nicolás Maduro.
Según las declaraciones dadas en el 2010
por el empresario venezolano Walid Makled – acusado en Estados Unidos de ser en
ese momento uno de los principales engranajes de las operaciones del cartel –
la organización criminal utiliza con regularidad las pistas clandestinas
ubicadas en ese estado para enviar cargamentos de cocaína hacia Centroamérica,
en su ruta hacia Estados Unidos.
Esos envíos se realizan “todos los días.
No es que un día sí y un día no; es diariamente. Estamos hablando de cuatro o
cinco aviones diarios que salen de Apure, entre las FARC y el Ejército
venezolano, diariamente”, señaló Makled en una entrevista con la cadena
Univisión.
La participación de las autoridades
venezolanas en los envíos es total, aseguró Makled. “[Es de] 100 por ciento,
hermano, claro, porque es territorio venezolano”.
Según una investigación publicada esta
semana por el diario colombiano El Tiempo, West Caribbean Airways había sido
intervenida por la Superintendencia de Puertos y Transporte en mayo del 2005,
en medio de rumores de que la aerolínea enfrentaba problemas económicos y de
sospechas de que “tenía supuestos nexos con el narcotráfico”.
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