Opinión. José Jimenez.
"Solo
la voz de todos los ciudadanos, podrá romper la cortina mediática del gobierno,
que nos tapa la luz del cambio"...
El lejano oeste
Como
si se tratara de una vieja película de vaqueros, los barrios y comunidades del
lejano oeste de San fernando, está sometido a la ley del más fuerte. En estas
inhóspitas tierras, cualquiera se toma la ley en sus manos, porque sabe que la
justicia es solo para los que tienen dinero o influencia.
Delincuentes con
influencias
Por
increíble que parezca, la Policia está atada de brazo, pues es permanentemente
desautorizada y amenazada por algún poderoso funcionario del alto gobierno,
quien ordena la inmediata liberación del delincuente de turno, por ser "un
héroe revolucionario"... Por otro lado, los delincuentes generalmente se
identifican como "comisarios, inspectores del Sebin, Cicpc, GNB,
etc."... Y hasta una simple tarjeta de presentación de algún ministro,
viceministro, diputado o concejal del PSUV, sirven para que los delincuentes
tengan patente de corso para actuar pese a la acción policial oportuna.
Horrores
Con
la Policía para actuar contra "los camaradas", por "órdenes superiores" del alto gobierno, los delincuentes
aprovechan para hacer fiestas... Secuestran a familias enteras ha pleno día, en
sus propias casas, y ejecutan horrores.
Pero
estas cosas no las leemos en los periódicos ni salen en TV, porque la censura,
la autocensura, y la cortina mediática oficialista para limitar la información
sobre los barrios es férrea.
La delincuencia
al rescate de la corrupción
Esa
limitación de la información, es la que permite que aunque tengamos la
alcaldesa más bachaquera que jamás haya
visto San Fernando, la gente ni se entera de lo que pasa.
La censura
mediática nos deja sin voz
Y
para apoyar la censura, están los esbirros oficialistas. Esos tristes vecinos
que prefieren que una contratista se robe los reales del pueblo, usando un
contrato chimbo, en vez de permitir que denunciemos el robo... Y no diré más...
¡Es tanta la indignación e impotencia que siento!
Ante
esto, mi mensaje es sencillo: "yo no daré descanso a mi alma, hasta que
estas cosas cambien". Incluso he ofrecido mi vida a este esfuerzo por dar
salvar a San Fernando de la anarquía... Pero yo solo no puedo. ¡Los políticos
censurados solos no podemos!... Necesitamos de Todos los ciudadanos.
Necesitamos sus voces para que sean multiplicadores del mensaje de cambio.
Necesitamos que usted (que lee estas líneas), se convierta en activista de esta
lucha en su comunidad, y que transmita el contagioso virus del cambio, que se
contagie de libertad Apure.