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El presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, anunció este miércoles 17 de febrero una devaluación del 58,7% en el
tipo de cambio preferencial, un incremento de 1.403% en el costo del dólar para
viajeros, un alza de la gasolina de entre 1.328% y 6.085%; elevó el salario
mínimo en 20% y el integral en 52%, entre sus principales medidas para
enfrentar lo que calificó como una catástrofe en la economía por el colapso de
los precios del petróleo.
El “el nuevo sistema de divisas” busca
diversificar la entrada de divisas a las arcas de la nación. Desaparece el
dólar a 6,30 que estuvo vigente desde 2013 y pasa a 10 bolívares, lo que supone
esa devaluación de 58,7%. Maduro dijo que el sistema Simadi (creado
en su oportunidad por el Banco Central con el manifiesto propósito de detonar
el dólar negro) seguirá siendo
complementario, y comenzará a operar a la tasa que tuvo este miércoles (Bs
202,94).
De esta forma también desaparece la tasa
Sicad (Bs 13,50 por dólar) que era la vigente para los viajeros y para el pago
de algunas importaciones de productos y pagos de servicios, mediante subastas
que acabaron hace seis meses. Maduro volvió a culpar de las enormes
distorsiones en todo el sistema cambiario de la que era la cuarta economía de
América Latina a una página en Internet, DolarToday, a la que atribuye el poder
de “descarriar al Sistema Marginal de Divisas”, que en un año se manejó en una
banda entre 170 y 200 bolívares por dólar.
“Teníamos el dólar a 6,30 y el sistema
de subastas (Sicad). Comenzó funcionando bastante bien (…) todos los dólares
venían del petróleo. En 2013 surgió DolarToday y comenzó una guerra terrible.
Hace un año yo implementé un tercer sistema para el combate contra DolarToday,
el Simadi,(…) y derivó a mal”, admitió.
El nuevo sistema flotante funcionará
“bajo las reglas de la economía”, lo que pudiera indicar el propósito de que se
mueva de acuerdo a la oferta y la demanda. Por el lado de las compensaciones en
este paquete de medidas, anunció un aumento del ingreso real de los
trabajadores de 52% del ingreso total.
Este incremento, que estará vigente a
partir del 1 de marzo, consiste en elevar el salario mínimo en 20% desde los
actuales Bs 9.649, hasta Bs 11.578 y llevar la compensación alimentaria,
llamada por él “cestaticket”, desde Bs 6.750 hasta Bs 13.275. Sobre el aumento de la gasolina, entrará
en vigencia el 19 de febrero en todas las 1.600 estaciones de servicio del
país.
La de 91 octanos pasará desde 0,070
bolívares por litro a Bs 1 por litro (aumento de 1.328%) mientras la de 95
octanos pasa de 0,097 a Bs 6 por litro (alza del 6.085%). De esta manera se
acaba con una congelación de precios que estuvo vigente durante 18 años en el
país con una de las tasas de inflación acumuladas en ese período más altas del
mundo.
La gasolina seguirá siendo
extremadamente barata en Venezuela en comparación con los precios vigentes en
sus países vecinos, terrestres y
marítimos por lo que difícilmente podrá acabar el contrabando de extracción de
los combustibles, según se desprende de este paquete. De hecho, si se cumplen
las proyecciones de inflación para este año, formuladas por economistas y por
el FMI (sobre 720% en ausencia de estas medidas inflacionarias) ya el alza general de precios se tragará la
mitad del aumento de la gasolina de bajo octanaje.
Maduro dijo que negoció con sus
“hermanos” los transportistas y prometió que el impacto de este aumento no será
muy fuerte en la economía. Anunció sus medidas principales al cabo
de cuatro horas de una larga intervención cuyos preámbulos se extendieron
acerca del impacto en la economía del
derrumbe de los precios del petróleo (producto que aporta 97 de cada 100
dólares que ingresan al país).
Dijo que los ingresos petroleros han
caído a sus peores niveles en 43 años en términos de “relatividad de la
economía” en aparente alusión al ajuste por inflación, o términos reales. Los ingresos petroleros de Venezuela se
derrumbaron estrepitosamente en enero hasta apenas 77 millones de dólares,
contra $815 millones en enero de 2015 (desplome de 90%) y $3.010 millones en
enero de 2014. Admitió que en los últimos años los gobiernos chavistas
cometieron errores y prefirieron importar masivamente en vez de producir en el
país.
En enero pasado los ingresos en divisas
por exportaciones fueron de $77 millones “con el petróleo a 21 dólares el
barril”, dijo Maduro después de más de tres horas. “En el momento holgado quizá cometimos
errores de no producir aquí todo lo que había que producir y es más fácil
importarlo”, dijo en aparente alusión al modelo económico basado en reparto de
la renta petrolera con bienes de consumo final traídos desde el exterior. “También se cometió un segundo error”,
dijo al admitir que las corporaciones estatales de importación y distribución
de alimentos fueron desbordadas por la corrupción.
“Abastos Bicentenario se pudrió”, dijo
sobre la principal red de distribución final, una cadena de decenas de tiendas
que fue expropiada en 2010 al grupo francés Casino, que las operaba bajo la
marca Éxito. “Agarraban los productos importados de
gran calidad y dejaron de llevarlos al Mercal y a Pdval y se llevaron la mitad
a Abastos Bicentenario y la mitad a restaurantes y sistemas privados”, dijo
sobre el resultado de redadas ejecutadas por los servicios de inteligencia
militar que apresaron a más de 50 funcionarios de esa empresa. Además dijo que de ahora en
adelante los precios controlados de los
productos se fijarán en base a los costos reales.