"Estuve
hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror", le
escribió el papa Francisco a un diputado argentino el año pasado.
Prensa.
BBC Mundo.
El comentario es apenas una muestra de
que el Papa, quien llega este viernes a México, sabe que se enfrenta a un país
acorralado por sus demonios. O como dijo días atrás, un lugar que tiene su
"pedacito de guerra".
A casi tres años de haber empezado su
papado, Francisco hace su viaje inaugural a México.
El segundo país con más católicos del
mundo después de Brasil está acostumbrado a las visitas papales (cinco de Juan
Pablo II y una de Benedicto XVI), pero la de Francisco se presenta menos dulce
que las previas.
"No quiero tapar nada de eso",
dijo la semana pasada al referirse a los males que sufre el país, disparadores
de cada una de las paradas de su itinerario que personalmente eligió para
llegar a lugares que sus predecesores habían obviado.
Violencia, corrupción, tráfico de
drogas, trata de personas, feminicidios, impunidad: los indicadores de México
en cualquiera de esas categorías tienen pocos rivales en el resto del planeta.
Al menos 49 en motín en la cárcel de
Topo Chico
La crisis de derechos humanos es de
proporciones "epidémicas", reconocen organizaciones de derechos
humanos.
120.000
muertos tras diez años de guerra al narcotráfico
27.000
desaparecidos, casi la mitad durante el mandato del presidente Peña
Nieto
4.000 denuncias por torturas y siete condenas
99% de los delitos cometidos quedan
impunes
46,2%
de la población vive en la pobreza en México, donde cuatro personas
tienen una fortuna que equivale al 9% del PIB
109
periodistas asesinados y 20 desaparecidos en los últimos 15 años
12.200.000 migrantes al año atraviesan
México para intentar llegar a Estados Unidos
150.000 migrantes fueron deportados por
México en 2015, 97% eran salvadoreños, guatemaltecos y hondureños
Las cifras se dicen rápido, pero las
tragedias perduran y las soluciones no se avizoran. Eso es México, un país en emergencia,
ansioso de recuperar la esperanza y de empezar a accionar el lento mecanismo de
los grandes cambios. Con ese escenario, lo que este Papa -dado a no seguir
guiones y a los gestos simbólicos- haga y deje de hacer, diga y deje de decir,
será analizado hasta el cansancio.
Una visita especial
Cuando a las 9:30 de la mañana del
sábado Francisco, de 79 años, ingrese al Palacio Nacional para reunirse con
Peña Nieto, será un momento histórico. Se consumará la primera visita oficial
de un Papa a Ciudad de México y por primera vez el jefe de la Iglesia católica
será recibido en la sede del Poder Ejecutivo.