Cáritas
Arquidiocesana estima que unos 300 cubanos están varados en Panamá por falta de
dinero. No obstante, ayer seguían llegando más al pueblo de La Miel, Darién.
Prensa.
Especial. Didier Hernán Gil Gil / didier.gil@epasa.com
@periodistagil / Murrow.
En
diciembre de 2015, hubo un llamado de los obispos ante la ola migratoria en
Puerto Obaldía, Darién. En ese
entonces, Cáritas Panamá asumió el compromiso de ayudar a más de 1,200 cubanos
en su migración para llegar sanos y
salvo a Paso Canoas. El 19 de diciembre, el presidente de Costa Rica, Luis
Guillermo Solís, anunció el cierre de la frontera a la migración irregular,
pues había más de 7,000 cubanos varados
en territorio tico.
Fernando
Juárez, representante de Cáritas Panamá, indicó que el censo de enero registró
1,301 cubanos estancados en Paso Canoas. No fue hasta el 5 de febrero que la
Cancillería de Panamá anunció los vuelos humanitarios hacia México. Juárez estimó que de ese censo, aún quedan en
Panamá unos 300 cubanos, que no cuentan con dinero para seguir la travesía.
Mientras tanto, la organización ha dotado de
alimentos y artículos de aseo personal a estos migrantes. ¿Cuánto se ha
invertido en atender a estos ciudadanos?, la cifra se desconoce. En febrero pasado, dos cubanas
dieron a luz a sus criaturas, lo que complicó
su salida del país. Ayer fue el
octavo viaje humanitario acordado con
las autoridades y aumentó la desesperación de estos ciudadanos por
abandonar Panamá.
David
Águila Montano y Pedro Hernández son los padres de los bebés cubanos y cada uno
lleva una odisea distinta. El primero
logró en la tarde de ayer ser anexado a la lista oficial para poder viajar con su familia, pues a pesar de haber
entregado sus documentos en Darién, no aparecieron en la capital. En este lapso logró
tramitar los documentos de la bebé y se mantuvo subiendo y bajando escaleras en
instituciones. Anoche viajó a
Chiriquí con la esperanza de que el
vuelo 9 despegue.
Mientras,
Hernández aparece en el censo del Servicio Nacional de Migración y la
Cancillería, pero ayer cuando fue a comprar los boletos aéreos en Chiriquí le
informaron que el vuelo estaba cerrado, sin mayor explicación. Él al igual que otros 40 cubanos tienen el
dinero para viajar, pero ayer se cerró
la venta de boletos.