Prensa.
Estimulo.com. @pppenaloza
Las
aguas rojas están revueltas. Juan Francisco García Escalona, parlamentario del
Partido Socialista Unido de Venezuela en la pasada legislatura, advierte que la
cúpula del proceso está desconectada de la realidad y llama a las bases a
levantarse contra la “manipulación” de sus dirigentes
El
exministro Miguel Rodríguez Torres no es el único. Otras voces en el seno del
chavismo se levantan para exigir refundar el movimiento, renovar el liderazgo y
acabar con los “chantajes” e imposiciones de la dirección del Partido Socialista
Unido de Venezuela (PSUV).
Juan
Francisco García Escalona se inscribe en esa línea. Hasta diciembre pasado,
representaba al estado Apure en la Asamblea Nacional por el PSUV y presidía la
Subcomisión de Cultos y Régimen Penitenciario. García Escalona exige que se
abra un debate interno para escuchar a las bases y cuestiona a la cúpula roja,
de la que dice “se ha dedicado a acabar con el legado de Hugo Chávez”.
Al
igual que el exministro Miguel Rodríguez Torres, usted ha planteado la
necesidad de “refundar el chavismo”. ¿Esa refundación pasa también por una
renovación del liderazgo?
Nuevos
tiempos necesariamente demandan nuevos liderazgos. La dirigencia chavista no
puede continuar orientada por quienes no escuchan a las bases, donde se
verticalizan las decisiones, causándole gran daño a la militancia. Se hace
necesaria una renovación en la forma de hacer política, la desconexión de la
dirigencia chavista con los clamores populares es una realidad y bajo estas
condiciones no podemos continuar. Las bases chavistas debemos atrevernos a
romper con lo que no está bien, y refundar el chavismo como movimiento social,
como lucha popular, comenzar todo de nuevo, si nos tocara. Necesitamos una
dirigencia que no opere bajo el chantaje y la manipulación para hacerse de la
mayoría popular.
Usted
ha señalado que en estos momentos el PSUV es una estructura “secuestrada” por
su dirección nacional. ¿La cúpula se impone y no deja espacio al debate
interno?
Eso
es una triste realidad, en el PSUV no hay espacio para el debate. Se toman
decisiones de acuerdo a los intereses de los directivos del partido, de los
gobernadores y de los alcaldes, todos operan como dueños del partido en sus
distintos niveles. Particularmente, presenté informes de las irregularidades
del manejo del PSUV en Apure por parte del gobernador Ramón Carrizalez,
situación que considero es una de las más graves en el país. La familia
Carrizalez-Ortega ha destrozado Apure y los informes nunca fueron vistos, al
contrario, cuando los gobernadores promueven críticas a militantes, la
respuesta inmediata es la sanción, la expulsión. El PSUV funciona como un club
de amigos, el deterioro y el descontento con el PSUV en las regiones es
inmenso. La actual dirigencia del PSUV se ha dedicado a acabar con el legado de
Hugo Chávez.
Si
-como usted ha advertido- el PSUV atraviesa una crisis, en alguna medida la
responsabilidad de esa situación debe recaer en sus dos máximos líderes: el
presidente Nicolás Maduro y el primer vicepresidente, Diosdado Cabello. ¿Cómo
evalúa el desempeño de Maduro y Cabello al frente del partido, en particular,
después del 6D?
Ambos
dirigentes deben entender que ellos no son el partido, el partido lo hacemos
los militantes, el pueblo. Esa forma de manejar la organización en medio de
cuatro paredes, dista mucho de lo instruido por el comandante Chávez en todos
estos años de lucha. El momento crítico que atraviesa el país debemos encararlo
con mucha responsabilidad y no intentar decir que todo está bien, cuando es el
pueblo quien padece la grave situación que hoy vivimos.
En
los últimos cuatro años que acompañé al presidente Nicolás Maduro como
parlamentario en la Asamblea Nacional, nunca tuvimos los diputados del PSUV la
posibilidad de un debate interno con el Presidente, el espacio necesario para la
reflexión, fuera de cámaras, ni siquiera en los momentos más duros que
atravesamos los diputados en ese período. Diosdado hace mucho daño al partido,
es una persona que no escucha y que decide de acuerdo a sus intereses. Ha
premiado la ineficiencia respaldando a gobernadores irrestrictamente con la
intención de que estos le devuelvan el mismo respaldo para demostrar poder.
Después del 6 de diciembre, todo ha empeorado, lejos de escuchar continúan
condenando la critica honesta, quienes la hacemos somos considerados enemigos
del Libertador Simón Bolívar incluso.
El
exalcalde Freddy Bernal criticó duramente al exministro Rodríguez Torres por
sus últimas declaraciones, señalando incluso que parecía el lanzamiento de una
candidatura presidencial. ¿Qué opina de lo dicho por el mayor general y la
reacción de Bernal?
Lo
dicho por el general Rodríguez Torres lo venimos diciendo sectores del PSUV
desde hace dos años aproximadamente. Que lo diga ahora Rodríguez Torres
particularmente lo celebro, por su fuerza, por su liderazgo y por ser
inobjetablemente un compañero formado por el presidente Chávez. De esa alta
dirigencia chavista ha sido el único en atreverse a fomentar la crítica y a ser
propositivo, ante lo que requiere el país en este duro momento. Indudablemente
que sus conceptos lo hacen una referencia importante para el chavismo, en
momentos en que se atraviesa por una crisis de liderazgo.
Lo
de Freddy Bernal es típico de quienes están en la actual directiva del PSUV,
abren una cloaca para descalificar a quienes responsablemente asumen una
posición ante las bases chavistas y ante el país. La situación que atravesamos
es una realidad, lo más sensato es reconocerla y trabajar para superarla.
Bernal siempre ha tenido aspiraciones de ser ministro de Interior y Justicia, y
salir a descalificar a quien a juicio del pueblo lo hizo muy bien y lo sacaron
del Ministerio por combatir realmente la inseguridad y grupos armados -porque
esa es la percepción que hay- realmente es un comentario de muy baja monta, que
se traduce en celos y envidia por el liderazgo que empieza a despertar
Rodríguez Torres en el pueblo. Además, Rodríguez Torres no ha expresado
absolutamente nada de candidaturas, tema que es absurdo en este momento, la
preocupación debe centrarse en ayudar al país a salir de la actual crisis.
¿Cree
usted posible que se genere una división en el seno del PSUV y que emerja una
nueva corriente dentro del chavismo?
Toda
la militancia del PSUV debe propiciar un gran debate en torno a las
transformaciones políticas y sociales que se deben dar. Las corrientes existen
y nadie las puede negar, debemos concentrar todas las fuerzas en lograr que el
pueblo recupere la esperanza, debe emerger una nueva clase política que asuma
el país con responsabilidad y compromiso, que una a todos los venezolanos. No
podemos ceder ante el chantaje permanente que nos llevan los directivos del
PSUV, con la imagen del comandante Chávez, con el discurso. Desleal es el que
premia la corrupción y se niega al debate interno, desleal es el que condena la
crítica sincera y honesta y se apodera de las estructura del partido para sus
propios intereses. La dirigencia chavista se renovara quieran o no los
directivos del PSUV. Chávez no es un partido, Chávez es un sentimiento, un
pensamiento, un pueblo y Chávez, sencillamente, somos todos.