El
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Almagro, presentará su informe sobre la situación política y social en
Venezuela la próxima semana “a más tardar” y en él prevé anunciar si le aplica
la Carta Democrática, lo que podría llevar a su suspensión del ente.
Prensa.
EFE.
“Vamos a presentar el informe con una
nota en la cual vamos a hacer referencia directa al artículo 20 de la Carta,
pero si usted lee el artículo el tema a partir de ese momento pasa a
consideración del Consejo Permanente”, dijo hoy Almagro a los periodistas en
los pasillos de la OEA. “Lo que vamos a decir lo vamos a decir
en el informe específicamente, la semana que viene a más tardar”, añadió, tras
ser preguntado sobre si ya ha tomado una decisión respecto a la aplicación o no
de la Carta.
Con estas declaraciones, el titular de
la OEA apuntó una vez más a lo que ya es un secreto a voces en la organización:
que con toda probabilidad convocará en los próximos días a los embajadores de
los 34 países miembros del organismo para abordar la situación en Venezuela en
virtud del artículo 20 de la Carta. Con ese paso sin precedentes en la OEA
se abre un proceso de reuniones y votaciones que pueden tener como consecuencia
desde resoluciones o gestiones diplomáticas hasta la eventual suspensión de
Venezuela como miembro del organismo, para lo cual es necesario el voto de dos
tercios de los cancilleres y que solo ocurrió tras el golpe de Estado de
Honduras en 2009.
Como recordó hoy Almagro, presentará su
informe sobre Venezuela “en función de los pedidos y la solicitud concreta
formulada por la Asamblea Nacional (de mayoría opositora) para intervenir
urgentemente en aplicación del artículo 20 de la Carta”. Si invoca la Carta, Almagro se
convertirá en el primer secretario general que aplica este instrumento a un
Estado miembro en contra de la voluntad de su Gobierno.
Para hacerlo, Almagro debe recurrir al
artículo 20, que autoriza al secretario general o a cualquier Estado miembro a
pedir la convocatoria inmediata del Consejo Permanente cuando en un país de la
organización “se produzca una alteración del orden constitucional que afecte
gravemente su orden democrático”.
El Consejo, donde cada embajador tiene
un voto, decidirá si existe esa “alteración” por mayoría (18), una
consideración que es puramente política. Si considera que ese es el caso, el
Consejo puede aprobar distintas medidas, entre ellas las gestiones diplomáticas
para “promover la normalización de la institucionalidad democrática”.
De fracasar estas, o si el caso es
urgente, el Consejo puede convocar de inmediato una Asamblea General
extraordinaria, para lo cual son necesarios dos tercios de los votos de los
embajadores. En esa Asamblea, que puede volver a
intentar las gestiones diplomáticas, dos tercios de los cancilleres pueden
suspender la pertenencia del Estado a la organización si estiman que “se ha
producido la ruptura del orden democrático”, algo que responde también a una
consideración política.
Luis Almagro cumple este jueves su
primer año al frente de OEA como un secretario general atípico dispuesto a
pronunciarse sobre los temas más espinosos y a punto de tomar una decisión sin
precedentes sobre Venezuela