Opinión. Augusto Guevara Anzola
En su abundante y magnífica obra
literaria, el peruano-español Mario Vargas Llosa, nos habla de un tipo de líder
que, además de valor carismático, cuenta con una sólida creencia religiosa.
También el alemán Hermann Hesse nos habla en “Demian” y “El Lobo Estepario” de
estos hombres especiales. Pero ellos están, no sólo en la imaginación de
grandes autores. En la vida real los hay y muy buenos, tal el caso de Abraham
Lincoln.
Siendo como fue de una generación
posterior a la de los Padres Fundadores, Washington, Jefferson y otros, Lincoln
se le puede considerar el salvador de la Unión Americana, pues esa Unión estuvo
seriamente amenazada cuando el sur desató la Guerra de Secesión y este grande
hombre diseñó y desarrolló una formidable estrategia militar que pudo derrotar
abiertamente al Sur separatista y negador de la igualdad racial. Lincoln,
además, fue un gran Estadista y un gobernante de especial sensibilidad humana y
social. También fue, y quizá eso explique lo anterior, un hombre piadoso, un
Cristiano total y un temeroso reverencial de la ira santa de Nuestro Señor.
La solidez cristiana de un líder
Hoy, este humilde “escribidor” de
recuerdos y consejos, quiere invitar a los jóvenes de Apure a una unión y a una
alianza capaz de vencer al materialismo, al posibilismo, al utilitarismo y a
tantas cosas horridas que afean el rostro de los pueblos. Por allá desarrolla
su vida José Gregorio Montilla.- Es un hombre de sólida formación cristiana.-
En efecto, su señora madre Doña Lucía, manejó con perfecta corrección el
control parental sobre su hijo.- Nadie duda esto: José Gregorio es un Cristiano
completo.- Lo conozco.-
Lo he visto reaccionar corajudamente
ante algún peligro físico y lo he visto empequeñecer hasta lo infinitesimal por
el temor de una posible reacción de la santa ira Divina.- Loas pues a Doña
Lucía.- Pero no termina allí la solidez cristiana de este líder, si no que en
su juventud contrae nupcias con una joven de gran formación cristiana, la
señorita Miriam, hija del médico José Francisco Berdugo, llegado a América
cuando la vesania franquista lo aventó de su amada patria, España.-
En estas tierras de Indo-américa, formó
hogar cristianísimo, con quien fuera su esposa hasta el fin, doña Isabel, dama
de incuestionable humildad cristiana. Cuando esta pareja cumplía en Guachara la
misión de Medicatura Rural del Dr. Berdugo, nació Miriam.- De modo pues, que de
ese hogar cristiano proviene quien es hoy la señora esposa del líder que nos
ocupa.
Formulo pues la invitación a los jóvenes
de mi tierra a unirse al lado de este líder.- No niego que Montilla haya
cometido errores. Ninguno me consta, pero sólo Dios es perfecto. Seguro estoy de que, con la ayuda de Él
y con la cristiana compañía de Miriam, este hombre de férrea voluntad, y sólida
formación piadosa, podrá superar cualquier falencia del pasado, si la hubo.
¡Vamos jóvenes!!! - ¡Apure los necesita!!!
augustoguevaraa@gmail.com
@aguevaraanzola