Prensa. Lider.
Juega
el beisbol de la forma correcta, respeta a tus compañeros y coaches, sigue
adelante y las oportunidades continuarán llegando. Esa bien podría ser la
lección que impartió José Alberto Martínez cuando caminó hacia el plato del PNC
Park el pasado martes en su debut como ligamayorista.
A
sus 28 años de edad, la carrera de “Cafecito” parecía destinada a perderse en
la oscuridad de la Liga Independiente hace unos años, donde muchas otras no han
encontrado una salida; no obstante, la perseverancia del patrullero y quizás
aún más importante su actitud en el largo camino, dieron un giro inesperado en
la historia.
“Fue
especial. No sé cómo explicarlo”, señaló Martínez del otro lado del teléfono
sobre su estreno con Cardenales. Pero Martínez no lo hizo solo; de hecho, en un
estadio con más de 20 mil almas en su contra en Pittsburgh, el varguense
asegura que únicamente hubo una presencia que sintió cerca de la suya. “Tenía a
alguien ahí a mi lado. Sé que todos saben de quien hablo”, indicó Martínez,
cuyo padre, el recordado Carlos “Café”, falleció hace poco más de una década.
En
su primer turno en el máximo escenario, el espigado guardabosques falló con un
rodado a la tercera almohadilla, pero no antes de tomarse algunos minutos en el
círculo de espera para contemplar lo que estaba por ocurrir. “Sentí como si ya
lo hubiese hecho antes”, explicó el venezolano número 353 en estrenarse en las
mayores.
“Pensé
que iba a ser diferente, que iba a estar nervioso”. La vida de Martínez dio
muchas vueltas desde 2007, cuando era considerado un prospecto en el sistema de
Medias Blancas de Chicago y un desgarro en los ligamentos de una de sus
rodillas al año siguiente bien podría ser la razón principal de ello. Dicha lesión disminuyó su velocidad y ante la
falta de poder, muchos scouts comenzaron a mirar hacia otros senderos.
Una
pasantía en doble A, la agencia libre, el regreso a las menores, nuevamente el
desempleo, una experiencia en la pelota independiente, otra oportunidad en la
granja clase A de los Reales, un título de bateo en triple A, su primera
inclusión en un róster de 40, la visita a un spring training de Grandes Ligas
por primera vez y un cambio a las filiales de San Luis fueron necesarias, pero
el momento llegó.
“Me
dije a mí mismo que tenía que disfrutar el momento como un La Guaira -
Magallanes. Fue como oír la samba sonar”, contó Martínez. “Ya estoy más
calmado, pero el trabajo no se acaba aquí”.
El
dato
Los
Martínez, Carlos y José Alberto, son la quinta dupla venezolana de padre e hijo
en jugar en el mejor beisbol del mundo.