Prensa. México
El
ministro mexicano de Hacienda (Finanzas) Luis Videgaray, uno de los consejeros
más allegados del presidente Enrique Peña Nieto, renunció este miércoles a su
cargo, una semana después de la visita del candidato a la presidencia
estadounidense Donald Trump, que resultó catastrófica para el gobierno
mexicano.
Peña
Nieto aceptó públicamente la renuncia de Videgaray y lo sustituyó por José
Antonio Meade, quien hasta ahora se desempeñaba como ministro de Desarrollo
social. Flanqueado por el ministro saliente y el entrante en su residencia
oficial de Los Pinos, Peña Nieto calificó a Videgaray como un funcionario
“comprometido con México y leal con el presidente de la República”.
Peña
Nieto no hizo referencia directa a los rumores de que Videgaray jugó un papel
crucial para que tuviera lugar el 31 de agosto el controvertido encuentro entre
Peña Nieto y el republicano Trump, que levantó polvo por la estridente retórica
anti-inmigración del magnate.
El
diario estadounidense The Washington Post, citando fuentes familiares al
debate, aseguró que Videgaray fue el contacto tras bambalinas con la campaña
del magnate, que culminó en el encuentro celebrado el 31 de agosto en Los
Pinos.
Siendo
un economista doctorado del prestigioso Massachusetts Institute of Technology
(MIT), Videgaray vio el encuentro como un riesgo político que valía la pena
tomar en caso de que Trump fuera electo, aseguró el diario.
El
encuentro le trajo a Peña Nieto una lluvia de indignación por parte de
políticos, analistas y mexicanos en general, que criticaron que un político
estadounidense, que ha calificado a los inmigrantes mexicanos de “violadores”,
recibiera tan prestigiosa invitación.
Más
de un 88% de los mexicanos expresaron su repudio a la visita de Trump, según
una encuesta de la firma Mitofsky.
Sin
embargo, en declaraciones esta semana a Milenio televisión, Peña Nieto aseguró
que tomó la decisión de invitar a Trump por sí mismo, sin recomendaciones de
nadie.
–
Costo político de Trump –
En
una conferencia de prensa celebrada posteriormente en la secretaría de
Hacienda, Videgaray agradeció a Peña Nieto y alabó su “gran generosidad como
ser humano y sobre todo su gran patriotismo”.
Videgaray
es un aliado de largo aliento de Peña Nieto, y coordinó su campaña presidencial
en 2012.
De
su lado, Meade, excanciller de Peña Nieto y quien estuvo al frente de la
cartera de Finanzas entre 2011 y 2012 bajo el mandato de Felipe Calderón,
defendió la visita de Trump en una entrevista publicada por un diario local
antes de la renuncia de Videgaray.
“Fue
una intervención que sirvió al país y a los mexicanos”, dijo a EL Universal. Tras
su encuentro con Peña Nieto, Trump dijo en una conferencia de prensa que su
idea de que México pague por una inmensa muralla fronteriza no había sido parte
del diálogo con el mandatario.
Pero
más tarde, Peña Nieto -quien fue duramente criticado por no haber retado a
Trump durante la conferencia conjunta- aseguró que le había dicho al candidato
republicano que su gobierno no pagaría por ese muro.
En
reiteradas ocasiones, el presidente mexicano ha salido a defender su decisión
de entrevistarse con Trump como algo necesario para abrir el diálogo con
alguien que podría convertirse en su par estadounidense tras las elecciones de
noviembre.
Peña
Nieto también invitó a México a la candidata demócrata Hillary Clinton, pero
ella declinó esta semana.
–
Más piedras en el zapato –
La
renuncia de Videgaray ocurre cuando el desempeño económico de México no ha sido
el esperado, desplomándose en un 0,3% en el segundo trimestre, mientras el peso
se deprecia frente al dólar. Además,
el ahora ex ministro de Hacienda se ha visto involucrado en un escándalo al
conocerse que compró una lujosa casa a un contratista gubernamental.
Ese
mismo contratista había vendido una casa a Angélica Rivera, esposa de Peña
Nieto y ex estrella de telenovelas, alzando críticas sobre un posible conflicto
de intereses. Una
investigación llevada a cabo por la cartera de la Función Pública eximió a
Videgaray y al presidente, pero este veredicto fue cuestionado al ser llevado a
cabo por un funcionario nombrado por el propio Peña Nieto.
Más
allá de estas controversias, el ahora ex secretario de Hacienda es considerado
el “arquitecto intelectual” de una serie de reformas estructurales que Peña
Nieto impulsó ante el Congreso, recordó Ugalde. “En
el manejo de la economía hay puntos de vista diferentes (…) Los que dicen que
lo hizo correctamente, y los que dicen que la deuda ha aumentado”, añadió.