CEV: Sin
reconocimiento del derecho al revocatorio no puede haber diálogo.
El presidente de
la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón aseguró en una
entrevista en el diario El Nacional que sin reconocimiento del derecho al
revocatorio no puede haber un diálogo entre el Gobierno y la Unidad.
Prensa. Diario
El Nacional / Sofía Nederr
“Sin
reconocimiento del derecho constitucional del pueblo al revocatorio no puede
haber diálogo. Estoy convencido de que el gobierno no quiere un diálogo eficaz;
es decir, que lleve a un cambio de situación. Pero ese acercamiento no es
sincero mientras haya presos políticos, no se acepte el referéndum en el tiempo
válido y la situación de carencia de medicinas y alimentos se mantenga como hoy”,
dijo.
Padrón
duda de las intenciones del primer mandatario nacional, Nicolás Maduro al
insistir en propiciar un acercamiento con la oposición. Afirma que su gobierno
(Maduro) habla de diálogo para que el mundo y cierta población en Venezuela
crean que es democrático.
El
también arzobispo de Cumaná, quien está en compromisos pastorales en Roma,
señaló que un Ejecutivo con sordera ante las necesidades del pueblo no está en
condiciones de sentarse a dialogar. “En las conversaciones con el Papa siempre
está presente el tema de Venezuela”, afirmó.
Dijo
que la Santa Sede tiene toda la disposición de participar como garante del
diálogo, siempre y cuando el acercamiento entre las partes conduzca a
resultados tangibles que se traduzcan en el bienestar de la población y que
esos resultados sean garantizados por el gobierno de Maduro.
En
agosto el Vaticano confirmó su disposición de ser intermediario en unas
eventuales negociaciones. El cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del
papa Francisco, informó mediante carta al secretario general de la Unasur,
Ernesto Samper, que la Iglesia accedía a intervenir en la crisis de Venezuela,
y solicitó que el gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática formalizaran la
invitación.
Monseñor
José Luis Azuaje, obispo de Barinas y primer vicepresidente de la CEV, recordó
que el episcopado siempre ha llamado al diálogo como vía por seguir ante la
crisis y como primera opción de la democracia. Sin embargo, indicó que el
diálogo requiere de condiciones esenciales: “Ningún sector puede apropiarse o
creerse el dueño del país. Deben estar al servicio del país los gobernantes y
quienes les adversan. También tienen derecho de expresarse y ser oídos unos y
otros. Se debe reconocer al otro en sus diferencias, dialogar con la verdad y llegar
a puntos que determinen salidas democráticas y pacíficas que permitan el
desarrollo integral de las personas”.
El
obispo señaló que el objetivo del diálogo es que quienes tienen visiones
distintas trabajen por conseguir salidas comunes para todos los venezolanos.
“El que sufre es el pueblo. El pueblo quiere una salida a esta crisis que
vivimos, así se quiera ocultar con propaganda”.
Indicó
que luego de concretarse las peticiones y el contexto en el que se
desarrollaría el diálogo, el Vaticano evaluará los mecanismos que se emplearán
durante su participación. Ratificó el llamado de los obispos a que, en el marco
constitucional, el CNE tramite el referéndum antes de que culmine 2016. “Si no
hay tanta dilatoria, pudiera darse la oportunidad para la paz y la concordia y
para que baje la tensión. El derecho al referéndum lo pide una gran parte de
los ciudadanos, pudiera darse este año y que sea el soberano el que decida”.
Preocupación
papal. El secretario de la CEV, monseñor Víctor Hugo Basabe, dijo que hasta el
16 de septiembre la Santa Sede no había recibido ninguna solicitud formal para
el diálogo. Añadió que generalmente esas peticiones llegan al Vaticano mediante
valija diplomática. Precisó que ese día, en medio de una reunión del clero,
Francisco se acercó a un grupo de ocho obispos de Venezuela.
“El
Papa nos dijo que le hiciéramos saber a los venezolanos que está preocupado por
lo que pasa en el país, que está orando mucho por nosotros y que está dispuesto
a asumir todo lo que pueda para ayudarnos”, refirió.