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El 1 de diciembre el doctor Gonzalo
Müller, gineco obstetra, operó hasta altas horas de la madrugada en el hospital
Los Magallanes, de Catia. Para él eso no es algo atípico. Es el jefe del
servicio de Ginecología y del postgrado de Ginecología y Obstetricia de la
Universidad Central de Venezuela, de donde se graduó como médico cirujano.
Además es considerado uno de los médicos con más experiencia en fertilidad en
el país.
Lo que sí es atípico es que ese día,
cuando salió del quirófano, lo estaba esperando una comisión del Servicio
Bolivariano de Inteligencia (Sebin) para llevárselo detenido. ¿El motivo? Horas
atrás había recibido una donación de insumos para el hospital de manos de
Lilian Tintori, esposa del dirigente opositor detenido Leopoldo López.
Antes de su detención también se habían
llevado al sindicalista José Espitian, trabajador del hospital, que estaba
presente al momento de las donaciones. “Que me las mande Lilian Tintori, que me
las mande Ramos Allup. A mí no me interesa. Lo que me interesa es los insumos
para que mis pacientes se operen. Estamos en una situación crítica”
El jueves 1 en la tarde los diputados a
la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), José Manuel
Olivares y Miguel Pizarro, se trasladaron hasta la sede del Sebin en el
Helicoide, entre las parroquias San Pedro y San Agustín, y pudieron comprobar
que el doctor estaba allí. Al final de la tarde del viernes de Espitian no se
sabía nada.
La noticia consternó al gremio médico,
donde Müller es conocido como una persona de mucho prestigio y con una especial
pasión por la profesión, especialmente por su ejercicio en el servicio de salud
pública. Suma ya 47 años de trabajo en el Magallanes de Catia y, a pesar de que
ya está en edad de jubilarse, no daba muestras de querer irse.
A pesar de que en más de una ocasión ha
sido víctima de robos y que su hijo varón y sus nietos viven en España, sumarse
a las filas de emigrantes no estaba en sus planes. “Él dice que prefiere seguir
formando gente y luchando por el país”, aseguró el doctor Raimundo Kafruni, con
quien Müller sostiene una amistad de 24 años.
Ambos se conocieron en los salones de la
UCV, donde Müller era profesor de técnicas quirúrguicas y de microcirugía.
Además coincidían en la tolda política: eran social cristianos y militaban en
Copei. Los años pasaron y luego Kafruni y Müller terminaron convirtiéndose en
compañeros en quirófano, y el primero terminó siendo el profesor universitario
del segundo.
“Es un excelente ginecologo y una
excelente persona”, dice Kafruni, notablemente molesto por la situación.
Recuerda que en los tiempos que coincidieron ejerciendo, “sus pacientes lo
adoraban y él adoraba a sus pacientes”, y que la dedicación de su compañero era
tal que “si se tenía sacar un bolívar del bolsillo para dárselo a un paciente
que no podía comprar sus medicinas, lo hacía”.
Una rápida vista por las redes sociales
del galeno comprueba esto. Comentarios como “No se puede negar que es una bella
persona y como doctor es único. Muchos saludos mi doctor bello dios te bendiga
siempre”, se mezclan con los de gente que le agradece que los ayudara al
momento de nacimiento de sus hijos. “Tan bello mi tio bello gracias por estos
dos seres hermosos que me ayudaste a traer al mundo te queremos muchooooooo que
dios te bendiga siempre” y otros de este estilo, abundan.
Para la doctora Carmen González el
doctor Müller, a quien conoce desde hace ya varios años, es una “persona
cumplida, muy seria y muy dedicada a su profesión”, pero sobre todo a sus
pacientes. Cuenta que en los pasillos de la UCV es común ver que alguno de sus
pacientes llegue a buscarlo.
El doctor Ramiro Morales trabajó a su
lado durante 8 años, cuando se desempeñaba como jefe del servicio de
traumatología del Magallanes. Estuvo en ese puesto hasta el 2008, cuando Juan
Barreto ganó la Alcaldía Metropolitana. Presiones políticas lo hicieron
renunciar y aunque ya no veía a Müller tan seguido, solían coincidir los
domingos en el Parque Los Caobos, donde ambos se ejercitan.
Como sus otros colegas, coincide en que
Müller es alguien muy abnegado a su carrera. “Siempre hacía eso de quedarse
operando hasta la madrugada. Pasaba en el hospital 70, 80 horas semanales”.
Müller no es afecto al Gobierno nacional
y en sus redes sociales lo deja en claro, pero sus colegas lo catalogan como
“alguien que ama el servicio público” y no se para a distinguir a quién ayudar.
En uno de sus últimos posts en Facebook -referente a la polémica protesta
en Panamá contra la emigración de venezolanos- se lee: “Volveremos a ser los
mismos de siempre y en nombre de todo el pueblo Venezolano, JURO SOLEMNEMENTE
que seguiremos abriendo nuestros brazos a los pueblos del mundo para que sus
hijos se refugien de sus tragedias en estos 916.445 km2 de amor, comprensión y
sentido de la solidaridad”.
doctor-mullerPara Morales, así como para
Kafruni, se debe culpar al Gobierno por lo que está sucediendo. “Esto es un
gobierno totalitario, comunista, militar. Los civiles no pueden hacer nada si
no están respaldados por los militares”, denunció Kafruni.
Este viernes la Federación Médica
Venezolana emitió un comunicado condenando el hecho y exigiendo su liberación,
y el diputado Olivares aseguró a través de su cuenta de Twitter que si la misma
no se producía antes del viernes los hospitales empezarían asamblea para
posteriormente declararse en paro.
El jueves los funcionarios le aseguraron
a los diputados que ese mismo día serían presentados en los tribunales, pero no
pasó. El viernes tampoco. Mientras tanto, permanecen privados de libertad sin
estar acusados de ningún cargo.
Foto
de portada: NTN24
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