Prensa. bancaynegocios.com
Entre
los diferentes aspectos que intervienen en el comportamiento de la economía
nacional, hay algunos que tienen un carácter determinante de cara al año que
comienza, y que por lo tanto, serán fundamentales para los hacedores de
políticas.
Estas
son las cuatro claves que señala el economista César Aristimuño que se deben
enfrentar para impulsar la economía en este 2017.
1.-
La Producción
La
situación económica del país está notablemente afectada por la muy baja oferta
local de bienes, debido a un nivel de producción industrial en situación muy
precaria. Esta realidad se agrava, aún más, si observamos que las importaciones
han venido disminuyendo de manera importante. El año pasado se importaron US$
19.000 millones vs US$ 37.000 millones en 2015, una disminución en niveles del
50%.
La
lesión a la actividad económica sería doble si en el proceso de caída de las
importaciones se constriñe más que proporcionalmente y en consecuencia su peso
relativo, los insumos para la producción
nacional en “beneficio” de productos finales importados trasladando rentas a
sectores no productivos.
El
Estado tiene que generar las políticas necesarias para incentivar los niveles
de producción en el país. De mantenerse los actuales niveles de precios
petroleros, estarían ingresando unos 6.000 millones de dólares adicionales con
relación al año pasado, lo cual facilitaría la posibilidad de mejora en la
oferta nacional tanto por vía de importaciones como por un mejor abastecimiento
de insumos de la industria local, lo que habría de incidir en una mejor oferta
y en una leve mejora en el nivel de abastecimiento del país.
2.-
La Inflación
El
tema de la inflación está altamente asociado en Venezuela a tres razones
principales: un alto déficit fiscal (el Estado gasta más de lo que le ingresa)
incidiendo en un enorme gasto público con su fuerte incidencia en la liquidez
monetaria, en segundo lugar la baja oferta de bienes y servicios tanto
nacionales como importados y en tercer lugar el financiamiento de Pdvsa por
parte del BCV. De corregirse estos factores, estaríamos viendo una menor
presión al alza en los precios de los bienes y servicios.
3.-
Políticas Cambiarias
El
esquema cambiario actual del país incentiva la corrupción. Se hace necesario
acortar los diferenciales entre las tasas de cambio oficiales haciendo un
ajuste al alza tanto en Dipro (10 Bs/$) como en Dicom (678 Bs/$), buscando la
liberación del tercer tipo de cambio a través de una legalización del dólar
paralelo, dejando flotar el precio de la divisa y aplicando las intervenciones
que se consideren discrecionalmente necesarias sobre el mercado cambiario.
Esto
ayudaría a tener un mercado cambiario mucho más operativo que pueda a su vez
cubrir de manera mucho más eficiente la realidad cambiaria del país.
4.-
Inversión
Es
necesario un mensaje claro del gobierno con relación a la inversión que permita
reglas claras y no deje en duda el derecho a la propiedad como pieza
fundamental en el incremento de las inversiones en el país. Será muy difícil
lograr incentivar la producción nacional si el gobierno no genera confianza
tanto en el discurso como en los hechos. Es hora de que las razones políticas
no priven sobre las decisiones de carácter económico.
La
aplicación de soluciones en estos cuatro ámbitos configuraría una realidad del
país muy distinta a la que tenemos actualmente. Es de suponer que los aspectos
micro no pueden quedar a un lado de la solución integral a los problemas
económicos del país y aquí estamos hablando de la empresa en sus aspectos
laborales, salariales y tributarios.
Los
“recetismos” económicos, bien en sus dos extremos, el Cepalista por un lado o
el del Consenso de Washington (FMI) por el otro, no constituyen un
planteamiento robusto si no entendemos que todos los actores del país en sus
distintos roles de consumidor, empleador, trabajador, inversionista y Gobierno
resultan agentes económicos que deben contar con los esquemas de incentivos
correctos, materializado en bienes públicos como el resguardo de los derechos
de propiedad, Estado de Derecho, la competencia y Buena Gobernanza para que se
reactive el circulo virtuoso de generación de empresas, puestos de empleo productivos,
riqueza y bienestar social. Lo anterior constituye la verdadera inserción
social que ha permitido en los últimos 50 años sacar de la pobreza a millones
de ciudadanos a nivel mundial.
El
libre mercado ha demostrado su eficiencia a través de los siglos. Los países
con mayor bienestar del mundo son aquellos que dirigen sus políticas económicas
por medio del libre mercado. Con esto no queremos indicar que el Estado quede
solo como un espectador. Está obligado a intervenir en ciertas circunstancias,
cuando se generen desviaciones que hagan
necesaria su presencia.
Como venezolanos tenemos que actuar aportando cada
uno de nosotros lo mejor de sí con la finalidad de hacer mucho más eficiente no
solo nuestras empresas sino nuestra sociedad como un todo, partiendo de la
necesidad de contar con el aporte individual de cada uno de sus miembros para
superar la crisis sin esperar que fenómenos externos o factores fuera de
nuestro control solucionen nuestros problemas.