Su
nombre es Hans Wuerich y es estudiante del décimo semestre de comunicación
social en la Universidad Santa María, en Caracas.
Prensa. Juymar García
Periodista
Venezolana
A continuación el texto:
HOMENAJE A LA VALENTIA DESNUDA.
Se llama Hans Wuerich y es mi alumno
Homenaje a todos los jóvenes valientes
de Venezuela Gracias
Un héroe al desnudo Tal como Dios lo
trajo al mundo y con la biblia en la mano,
no recibió trato humano, y su vida le
cambió.
A pocos días de proclamar Aleluya,
aleluya, cristo resucitó, después de orar como todos los días Hans salió a la
convocatoria, contaba sus pasos desde la plaza hasta su destino final, uno,
dos, tres, diez, mil, mil diez, atuendo ligero, koala a la espada y una sola
consigna ¡YA BASTA!!…
Llegó a la autopista y respiro, se sumó
a los correteos de aquí par allá, de allá para acá, biblia en mano y no pensó…
Comenzó a desnudarse, a demostrar que no tenía nada, representación perfecta
del pueblo que hoy somos, ese que lo ha perdido todo, y así caminó hacia el
verdugo, como a cristo lo flagelaron, sus costillas se encrespaban de dolor, su
voz se hacía más triste mientras pedía:
“no más, hermano, no más…,
Yo me voy tranquilito, pero no más” …
Mientras el mundo veía la imagen mi
corazón lloraba, y lo reconocí, grité es mi alumno, coño es Hans, es mi alumno,
carajo que arrechera, Dios protégelo, no sueltes la biblia, le gritaba yo a la
pantalla, no la sueltes por favor…. Después comencé a recordarlo en su pupitre,
pensativo y soñador, sonriente y callado, preguntándome cosas desde su extrema
humildad y de esa bondad desbordada. El muchacho desnudo tiene nombre, se llama
Hans y es mi alumno.
No estamos frente a ningún loco, quienes
crean ese absurdo y oscuro cuento de su locura, están más cerca de ella que mi
muchacho desnudo, se llama Hans y es mí alumno.
Harto, obstinado, acabado y
desprotegido, sin comida, sin medicinas, sin vida social activa y sin
oportunidades, haciendo grandes esfuerzos para lograr su título, caminando del
cuarto al metro, del metro al bus, del bus al campus, del campus al bus, del
bus al metro, del metro al cuarto, del cuarto a la oración.
Cuántos años puede un joven venezolano
sobrevivir así sin llegar al hartazgo, sin que su gran inteligencia le ordene
“debes hacer algo marico” no es precisamente la locura ni la inestabilidad
mental lo que ordena a un joven venezolano actuar así, es la impotencia.
Hoy recibo su respuesta tras las muchas
horas de incertidumbre en su búsqueda, creyendo lo peor, lo veíamos en “La
Tumba” apaleado. Los mensajes de profesores y amigos, verdaderos amigos y
compañeros no se hicieron esperar para que emprendiéramos una cruzada hasta dar
con su paradero, desempolvé documentos, busque listas, para saber su número de
cédula y hasta las diez de la noche no supimos más del héroe desnudo.
Hoy tiene nombre el muchacho que se
desnudó, se llama Hans y es mí alumno, mostró su cuerpo sin pudor para decirle
señor deje de maltratar a su pueblo, se llama Hans y es mi alumno.
Pido y exijo para él respeto, todo acto
de burla que reconozca hacia su heroica y valedera protesta será tomado como
una afrenta a los miles de jóvenes que están dando sus vidas por el país.
Gracias a Luis Bond, Jack OV, Dayana
Djanedk Gutierreza, Armando Nori, Anghelly Sanchez , ellos saben por qué.
El que dice ser presidente, tuvo la
gentileza de citar su hazaña con burlas, valiéndose siempre de su sucia boca,
mente pervertida y retorcidas intenciones.
Gracias presidente de otros, le regaló
al muchacho que se desnudó, que se llama Hans y es mi alumno, más atención y
centimetraje mundial del que usted haya tenido cuando comete sus burradas, hoy
el muchacho desnudó tiene nombre y apellido, se llama HANS y es mí alumno…
Pido un aplauso de pie para él, y en
nombre de mi familia le agradezco su gesto rebelde, valiente y deslastrado de
todo lo material para decir a su manera basta, se llama
Hans Wuerich , es mi alumno y por
Venezuela, ayer se desnudó.