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Como parte de las reivindicaciones
impulsadas por el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, para
garantizar la calidad de vida de los sectores que fueron excluidos durante los
gobiernos de la IV República, el 27 de mayo de 2002 se firmó el Decreto N°
1.795, en el que se dicta el Uso Obligatorio de las Lenguas Indígenas en sus
Zonas de Influencia, así como la creación del Consejo Nacional de Educación,
Cultura e Idiomas Indígenas, con el propósito de preservar y defender los
diferentes idiomas de estas poblaciones.
Esta acción ha generado, entre otros
resultados, el reconocimiento de los derechos constitucionales y ancestrales de
estas poblaciones, afirmó la diputada del Consejo Legislativo Bolivariano del
estado Delta Amacuro, Fátima Salazar, quien además es vocera del pueblo Warao
de la zona.
La parlamentaria recalcó la importancia
de que los integrantes de las diferentes tribus se sientan ahora visibilizados,
al tomar el protagonismo de su autodeterminación como comunidades autóctonas,
informó la Cancillería de la República Bolivariana de Venezuela en nota de
prensa.
Entre otros beneficios, la representante
de este pueblo originario destacó la inserción en la entidad del idioma Warao
en el sistema educativo. “Uno de los avances que se han dado en este proceso es
la inclusión de idiomas indígenas como pensum de estudio en la educación
universitaria, media y diversificada, así como en la básica. Por ejemplo, en
las escuelas públicas y privadas del estado Delta Amacuro se aprende y
fortalece el idioma Warao”.
Salazar sostuvo que con dicha medida,
además de salvaguardar su lenguaje, el pueblo Warao también se interrelaciona
naturalmente a través de su idioma materno.
“Nosotros podemos expresarnos libremente
en todos los niveles, desde medios de comunicación, hasta foros y tallares.
Adicionalmente nos relacionamos con las instituciones para dar a conocer
nuestro idioma, y eso ha sido uno de los grandes avances para los pueblos
indígenas, que en muchísimos años habíamos estado invisibilizados”, dijo.
Sobre la creación del Consejo Nacional
de Educación, Cultura e Idiomas Indígenas, explicó que esta instancia dedicada
al estudio, investigación, promoción y conservación del patrimonio histórico,
cultural y lingüístico de estas comunidades ha permitido crear grupos de danza
indígena, así como fortalecer expresiones de su sabiduría ancestral como
canciones, bailes y ritos, al tiempo que realizan intercambios con otros
pueblos originarios dentro de su entidad y más allá de las fronteras
regionales.
La vocera de la comunidad autóctona de
Delta Amacuro estimó que “este decreto va a permitir que, tanto hoy como en un
futuro, esta cultura ancestral que implica territorio, idiomas, costumbres,
danzas, ritos y hasta las enseñanzas de la madre tierra, se pueda conservar y
resguardar de generación en generación, así como extender sus conocimientos
hasta la sociedad que no es indígena”.