El
alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein,
afirmó hoy que la vía por la que ha optado el Gobierno de Venezuela de
“reprimir las voces disidentes, no resolverá la agitación” en las calles o las
razones de las protestas. Consideró que los elementos más alarmantes de la
situación que atraviesa Venezuela son el aumento de la violencia, las acciones
de grupos armados progubernamentales y la extendida falta de confianza en el
gobierno y el poder judicial.
“En
nuestra opinión, las amenazas de desvincularse de la Organización de Estados
Americanos (OEA) tampoco son una estrategia para recuperar la estabilidad y la
paz”, declaró Zeid en una rueda de prensa en la que pasó revista a las
situaciones más preocupantes de derechos humanos en el mundo. El organismo que
dirige Zeid no tiene ningún acceso a Venezuela a pesar de que varias veces ha
solicitado al gobierno que emita los visados correspondientes a sus expertos
para que evalúan directamente la situación de derechos humanos en el país.
La
última petición en ese sentido fue formulada el pasado octubre, sin ningún
resultado. Zeid explicó que desde que asumió su mandato, a finales de 2014,
transmitió en vano al entonces gobierno de Hugo Chávez su deseo de visitar
Venezuela. Sobre la posibilidad de que su oficina ofrezca una mediación en la
actual crisis que sufre Venezuela, el alto comisionado dijo que estaría a favor
si el gobierno estuviese de acuerdo para ello.
La
OEA ha intentado en el pasado ejercer ese rol, pero su relación con el Gobierno
de Nicolás Maduro se ha degradado fuertemente en los últimos meses. Las
protestas en Venezuela cumplen hoy un mes, con un saldo de 29 muertos, medio
millar de heridos y cientos de detenidos. Tanto la oposición como los sectores
afines al gobierno han pedido a sus respectivos simpatizantes que salgan a las
calles para participar en nuevas marchas.