Prensa. Reuters.
Un tanquero con cerca de 1 millón de barriles de
crudo pesado venezolano ha estado varado por más de un mes en la costa de
Luisiana, en Estados Unidos, a la espera de una carta de crédito para completar
la descarga, dijeron tres fuentes a Reuters. El destino del embarque es una
nueva muestra del precario estado de las finanzas de la estatal petrolera
PDVSA, justo cuando grandes bancos intentan reducir su exposición a Venezuela
como reacción a la turbulencia política en el país sudamericano.
Algunas entidades financieras han cerrado cuentas
ligadas a funcionarios cercanos al presidente Nicolás Maduro sancionados por
Estados Unidos y también se rehusan a dar servicio de banco corresponsal para
transacciones con Venezuela, mientras el Gobierno del presidente Donald Trump
considera nuevas medidas. El tanquero tipo Suezmax Karvounis cargado con crudo
diluido venezolano está anclado en South West Pass, en la costa de Luisiana,
según datos de seguimiento de embarcaciones de Reuters.
La firma refinadora PBF Energy, que recibiría el
cargamento, ha estado intentando sin éxito conseguir la carta de crédito que se
requiere para que las partes autoricen la entrega, dijeron dos fuentes
comerciales y navieras. No está inmediatamente claro cuáles bancos han negado
cartas y si otros refinadores en Estados Unidos enfrentan el mismo problema al
negociar con Venezuela. El portavoz de PBF Energy, Michael Karlovich, declinó
confirmar detalles sobre el cargamento. "Consideramos los arreglos
comerciales y logísticos como información de negocios confidencial", dijo.
PDVSA no respondió a una solicitud de información.
El tanquero, que cargó en junio en el terminal
caribeño de San Eustaquio donde PDVSA renta tanques de almacenamiento, ha
estado esperando por autorización para la entrega desde inicios de julio, según
datos de Reuters y cuatro fuentes del mercado. Los vendedores de crudo con
frecuencia solicitan cartas de crédito a los compradores para garantizar el
pago de cada cargamento unos 30 días después de la fecha de entrega. Estos
documentos son emitidos por instituciones financieras.
El flujo de caja de PDVSA se ha seguido achicando
en los últimos años en medio de mayores intercambios de crudo por productos
derivados, servicios y préstamos. Entidades rusas y chinas actualmente toman
alrededor de 40 por ciento del total de exportaciones petroleras venezolanas
como pago de más de 60.000 millones de dólares en créditos. Esto deja a los refinadores
estadounidenses entre los pocos pagadores en efectivo a PDVSA.
La firma Credit Suisse este mes prohibió
operaciones que involucren ciertos bonos de deuda venezolanos y ahora está
exigiendo que las transacciones con el Gobierno del país socio de la OPEP sean
previamente sometidas a revisión por parte de su equipo de riesgo reputacional.
La creciente dificultad de Venezuela para acceder al mercado financiero externo
está afectando los pagos de PDVSA a sus tenedores de bonos, así como sus
operaciones rutinarias de exportación e importación de petróleo, según las
fuentes. El Karvounis fue fletado por la operadora Trafigura, según los datos
de Reuters.