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elestimulo.com
La
recién creada Alianza Venezolana por la Salud envió este martes una carta al
secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, para
pedirle que proponga que el concepto crisis humanitaria abarque también crisis
producidas por políticas desacertadas, como la de Venezuela, y no solo las
provocadas por guerras y desastres naturales
Médicos
de diferentes áreas se unieron en la Alianza Venezolana por la Salud para
coordinar acciones que permitan diseñar e implementar soluciones a la crisis
humanitaria que atraviesa Venezuela, y pidieron, también, que las soluciones a
la escasez de medicinas y alimentos queden al margen de las discusiones
políticas de la mesa de negociación entre gobierno y oposición.
La
primera propuesta que plantean es solicitarle a Luis Almagro que pida un debate
para de revisar el enfoque sobre la asistencia humanitaria que en este momento
está restringida solo a aquellas crisis desencadenadas por catástrofes
naturales y guerras, para que incluya la ayuda en caso de problemas graves
provocados por políticas públicas desacertadas, como en el caso del país.
En
una carta que ha reunido más de 3.000 firmas en línea, solicitan que el
secretario general de la OEA hable sobre el tema durante el derecho de palabra
que tendrá en la XXIX Conferencia Sanitaria Panamericana, que se dará del 25 al
29 de septiembre.
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Durante
una rueda de prensa, Carlos Walter, director del Centro de Estudios del
Desarrollo, indicó que es necesario entender que “en los próximos meses veremos
una escasez inimaginable de medicamentos, reactivos e insumos esenciales”.
Además,
los médicos quieren que el resto de los países “busquen mecanismos inmediatos
que aporten salidas a la escasez que no puede seguir esperando. La Organización
Panamericana de la Salud no puede seguir permitiendo lo que está pasando en
Venezuela”.
Los
derechos por encima de la negociación
La
Alianza Venezolana por la Salud está conformada por la Academia Nacional de
Medicina; las federaciones de Bioanalistas, Enfermeros y Psicólogos; los
colegios metropolitanos de Odontología y Nutrición; la Red de Sociedades
Científicas Médicas; las sociedades médicas de hospitales del Área
Metropolitana de Caracas; y organizaciones no gubernamentales de pacientes y
familiares.
José
Félix Oletta, ex ministro de Sanidad y miembro de la agrupación gremial,
criticó que se utilice la posibilidad de la apertura de un canal humanitario
como condición en las negociaciones entre el gobierno y la oposición.
“El
acceso a la salud no es un regalo. No estamos dispuestos a negociarlo en una
mesa de diálogo”, aseveró el médico.
Por
el contrario, instó a la población a conocer sus derechos fundamentales y a
exigirlos por encima de lo que suceda en el ámbito político.
“Tenemos
derecho a la dignidad, seamos de oposición o de gobierno, presos políticos o de
las alturas del poder. Al acceso a la salud oportuna, a ser informados sobre
nuestro estado de salud, a tener una historia clínica (que Barrio Adentro no
hace), a tener acceso a medicamentos esenciales sin discriminación”.
Recordó
que también es un derecho de los ciudadanos participar en el diseño de las
políticas públicas y conocer las Memorias y Cuentas (que no se publican desde
2015) para evaluar la gestión de los gobernantes. “No aceptaremos servicios de
pobres para pobres”.
Evidencias
de una crisis denunciada
La
reemergencia de enfermedades que habían sido controladas o erradicadas es uno
de los argumentos que tiene la Alianza Venezolana por la Salud para pedirle a
Almagro que se declare la crisis humanitaria en el país, a pesar de la negativa
del presidente Nicolás Maduro de hacerlo.
La
epidemia de difteria y el reciente brote de sarampión son ejemplos de ello.
Ambas han sido ocultadas por el Ministerio de Salud, pero a través de países
como Cuba o Uruguay, se ha conocido información de la OPS que recoge 447 casos
de difteria en el último año en todo el país y al menos 33 casos de sarampión
en el estado Bolívar.
Adelfa
Betancourt, pediatra epidemióloga, explicó que la baja cobertura de vacunación
deja a hasta 3.400.000 de personas susceptibles a padecer difteria y hasta
1.500.000 susceptibles al sarampión. “La epidemia de difteria es una epidemia
silenciada, pero no controlada”, advirtió Oletta. Los médicos pidieron no
relativizar los derechos, como el derecho a la vida, e instó a hacer “una
defensa abierta” de los valores y principios. Si ante una crisis política, los
actores quieren sentarse para encontrar soluciones, tienen que saber que los
derechos no son negociables. “Es inaceptable que nos contentemos con la indignidad”,
sentenció el ex ministro.