Prensa. Reuters.
Un récord de 29 países, que incluyen a Venezuela,
han tomado represalias e intimidación, que cooperan con Naciones Unidas lo que
supone un aumento en comparación con los 20 anteriormente reportados, dijo el
miércoles la agencia de derechos humanos de la ONU en su octavo reporte anual. “Estamos
conscientes de casos de personas con las que tenemos comunicación que han sido
secuestradas, detenidas, incomunicadas o han desaparecido”, dijo el asistente
del secretario general de la ONU para los derechos humanos, Andrew Gilmour.
El funcionario entregó el reporte al Consejo de
Derechos de la ONU, del cual forman parte 11 países mencionados en el informe. Los
países denunciados son Argelia, Baréin, Burundi, China, Cuba, Egipto, Eritrea,
Honduras, India, Irán, Israel, Mauritania, México, Marruecos, Birmania
(Myanmar), Omán, Pakistán, Ruanda, Arabia Saudí, Sudán del Sur, Sri Lanka,
Sudán, Tayikistán, Tailandia, Turquía, Turkmenistán, los Emiratos Árabes
Unidos, Uzbekistán y Venezuela, agregó EFE.
“Es aborrecible que año tras año nos veamos
obligados a presentar casos de intimidación y represalias contra personas cuyo
delito -a los ojos de sus gobiernos- fue cooperar con las instituciones y
mecanismos de la ONU”, recalcó Gilmore. También dijo estar al tanto de casos en los que
activistas con los que la ONU estaba hablando fueron secuestrados, detenidos,
mantenidos incomunicados o desaparecidos, a la vez que indicó que hay “muchos
casos” de detenciones arbitrarias prolongadas, tortura y malos tratos.
En un caso hubo tratamiento psiquiátrico forzado y
en otros había confinamientos solitarios y asaltos sexuales y violaciones
durante la detención, tanto de hombres como de mujeres, recalcó. El informe, el
octavo de su tipo, recoge casos ocurridos entre junio de 2016 y mayo de 2017. Once de los 29 países mencionados en el informe son
actualmente miembros del Consejo de Derechos Humanos y algunos figuran en el
informe anual de la ONU cada año desde que fue instituido en 2010.
China y Arabia Saudí han sido mencionados en seis
ocasiones, Baréin, Irán y Sri Lanka en cinco, y Argelia, Israel, Sudán,
Tayikistán y Venezuela en cuatro. El número de casos de represalias e
intimidaciones es mucho mayor en realidad, dado que se han omitido varios por
razones de confidencialidad o seguridad de la víctima, explicó Gilmore.
Según la ONU, “muchos” ataques contra activistas son
“perpetrados o consentidos por funcionarios” y muchos otros incidentes no se
denuncian por miedo a más repercusiones. El informe dice que el patrón de algunos casos
sugiere que algunos países “tienen una estrategia para prevenir a la gente de
cooperar con la ONU en materia de derechos humanos”.
“Más allá del grave impacto en la vida de las
personas afectadas y en la de sus familiares, la intimidación y la represalia
también socavan sistemáticamente la acción de la ONU en materia de derechos
humanos y la confianza de sus socios en la organización”, señala el informe de
Gilmore. El documento insta a todos los Estados miembros a
cesar las represalias, investigar las denuncias, proporcionar indemnizaciones
eficaces y adoptar e implementar medidas para asegurar la no repetición.