Hace tres semanas se anunció lo que
pasaría. La planta Gerber de Carabobo tendría que paralizar sus líneas de
producción por falta de materia prima importada. Era inevitable. Y así fue. Los
trabajadores fueron enviados a vacaciones adelantadas que se vencieron este
jueves. Pero las máquinas siguen apagadas. No hay insumos, ni dólares para
adquirirlos para reiniciar operaciones.
Prensa. El Carabobeño /
Dayrí Blanco
La empresa,
perteneciente a Nestlé de Venezuela, colocaba en el mercado, hasta hace cuatro
años, 14 mil toneladas de compotas. Durante lo que va de 2017 solo se logró
elaborar dos mil, que es igual a 14,2% de la capacidad, y 50% de la
programación para todo el año. Números que no se cumplirán porque la
paralización es indefinida.
Rafael García,
secretario general del sindicato, detalló que la crisis en la compañía ya era
evidente. Desde hace algunos meses había severas fallas con el despacho de
envases que le suministra la estatizada Venvidrio, que también enfrenta
problemas en la manufactura. Y debido a la falta de insumos y caída de las
ventas, durante 2017 se había reprogramado la jornada tres días a la semana.
Esta es la
única planta de Nestlé del país, que paralizó sus operaciones. En Carabobo la
industria producía, además de colados, bebida Nestea de 900 gramos. En enero
fue la última vez que a la firma el Cencoex le liquidó divisas por un monto de
nueve millones de dólares, que se tradujo en la materia prima ya agotada. 40
trabajadores se mantienen en la incertidumbre porque la detención de la
manufactura es indefinida. Hasta ahora, lo único que saben es que cobrarán
salario básico y bono de alimentación.
El lunes 25
hubo una visita de funcionarios de la inspectoría y se instaló una mesa de
trabajo, en la que el sindicato solicitó documentos para constatar la realidad
de la planta, con el objetivo de que el personal no saliera perjudicado y que
se respetara sus beneficios contractuales.
La máquinas se
apagaron. No hubo otra opción tras haber quedado en cero los almacenes de
materia prima importada en la planta Gerber ubicada en Carabobo, que lograba
colocar en el mercado nacional 14 mil toneladas de compotas.