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El presidende de Estados Unidos Donald Trump tratará
la crisis de Venezuela en alguno de sus discursos en la Asamblea General de las
Naciones Unidas. La nación sudamericana,
sumida en una crisis política, social, económica y humanitaria, ha sido una
preocupación para Trump desde que asumió el poder en enero, y en la próxima
Asamblea General de la ONU se espera que ocupe una importante parte de la
agenda.
Su gobierno ha aplicado sanciones a funcionarios y
allegados del régimen del presidente Nicolás Maduro al mismo tiempo que ha
impulsado y aplaudido los esfuerzos de diálogo con la oposición para tratar de
buscar una solución a los problemas del país. Las más recientes sanciones estuvieron dirigidas
contra la petrolera estatal venezolana PDVSA, la principal fuente de recursos
del gobierno venezolano, pero Washington decidió suspenderlas después que los
huracanes Harvey e Irma afectaron los suministros de combustible en Texas,
Florida y otros estados impactados por las tormentas.
Trump se reunirá el lunes por la noche en una cena
de trabajo con presidentes latinoamericanos para hablar sobre los problemas de
la región y tratar sobre la situación de Venezuela, informó la Casa Blanca. El
viernes, el Departamento de Estado respaldó un nuevo esfuerzo de varios países
que intentan en República Dominicana reiniciar el diálogo entre el gobierno y
la oposición venezolanas.
Al mismo tiempo esta semana en Washington, la
Organización de los Estados Americanos (OEA) inició audiencias públicas para
analizar si existen fundamentos para denunciar a individuos vinculados con el
gobierno de Venezuela por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal
Internacional (CPI). El exfiscal de la Corte Penal Internacional, Luis
Moreno Ocampo, en conversación con la VOA desestimó los argumentos de países
que se oponen al análisis de la OEA, que bajo su guía, sopesa la posibilidad de
que funcionarios del gobierno venezolano sean procesados por la Corte Penal
Internacional.
El presidente Nicolás Maduro enfrenta varias
denuncias ante la Corte Penal Internacional, la más reciente de un grupo de
venezolanos residentes en Madrid, España. En abril, parlamentarios
latinoamericanos pidieron a la Corte Penal Internacional investigar al
presidente de Venezuela y a funcionarios de su gobierno. ELa CPI, creada en 1998 por 120 naciones entró en
vigencia en 2001, y a la cual no pertenece EE.UU. es el primer tribunal
internacional de carácter permanente encargado de juzgar a los responsables de
crímenes contra la humanidad, genocidio y crímenes de guerra.
¿Qué probabilidad hay de que Maduro sea juzgado por
el CPI?
Muy bajas, la Corte Penal Internacional desde su
creación apenas ha condenado a un acusado. Las denuncias contra Maduro y su
gobierno presentadas ante el tribunal no han tenido respuesta aún, porque el
hecho de presentar los casos no implica que se haga una investigación, dijo
Tamara Suju, una abogada especialista en derechos humanos del Instituto Casla,
citada por el medio digital Runrunes en un artículo sobre el tema.
Sin embargo Suju confía en que se hará justicia en
los casos de tortura contra la población civil venezolana a través de la CPI,
cuyas pruebas son “demasiado evidentes”, especialmente en los últimos tres años
de Maduro. “Los venezolanos pueden confiar en que nada quedará impune”.
China, Rusia y Estados Unidos no forman parte de la
Corte Penal Internacional lo cual no implica que sean juzgados ciudadanos de
esos países que cometan crímenes de guerra, lesa humanidad o genocidio en otras
naciones que si son miembros.
Corea del Norte
Asimismo el presidente Donald Trump presionará por
un incremento del aislamiento económico mundial a Corea del Norte en las
reuniones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, dijeron altos
funcionarios de su administración. El mandatario alegará que el fracaso de la
diplomacia ha aumentado la posibilidad de una guerra, señalaron el viernes en
la Casa Blanca la embajadora ante la ONU Nikki Haley y el asesor de seguridad
nacional H.R. McMaster.
Ambos aplaudieron la decisión del Consejo de
Seguridad, este mes, de aplicar nuevas sanciones a Corea del Norte, pero
indicaron que Pyongyang continúa con su comportamiento agresivo e imprudente,
pese a que se ha reducido el comercio hacia la nación en un 90 por ciento y los
combustibles en un 30 por ciento.
"No tengo problema en pasarle (el asunto) al
(secretario de Defensa) general (James) Mattis, que creo tiene muchas
opciones", dijo la embajadora Haley. McMaster dijo que el apoyo global
para la diplomacia respaldada por un vigoroso cumplimiento de las sanciones es
necesario para evitar la opción militar.
Este domingo el presidente Donald Trump llamó
“hombre cohete” al líder del régimen norcoreano, mientras que los asesores de
la Casa Blanca dijeron que la nación aislada se enfrentaría a la destrucción a
menos que arribe sus programas de armas y amenazas belicosas.
El jefe diplomático de Trump sostuvo la esperanza de
que el Norte regrese a la mesa de negociaciones, aunque la enviado del
presidente a las Naciones Unidas dijo que el Consejo de Seguridad había
"agotado" todas sus opciones.
Por su parte, el Secretario de Estado, Rex
Tillerson, dijo al programa Face The Nation, que tenía gran expectativa sobre
lo que ocurrirá esta semana respecto a Corea del Norte en la ONU, así lo
confirmó el Departamento de Estado en su cuenta de
"Bueno, en primer lugar, creo que es importante
entender la política de los Estados Unidos hacia Corea del Norte, que es negar
que Corea del Norte sobre la posesión de un arma nuclear y la capacidad de
entregar esa arma. Nuestra estrategia ha sido llevar a cabo una campaña de
presión pacífica", dijo Tillerson al programa Face The Nation.
Entre tanto, sobre este asunto, Nikki Haley,
embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, dijo el domingo que el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no tiene opciones para contener el
programa nuclear de Corea del Norte y que Estados Unidos tendrá que entregar el
asunto al Pentágono. "Hemos agotado casi todas las posibilidades que
podemos hacer en el Consejo de Seguridad en este momento", dijo Haley al
"Estado de la Unión" de la cadena de noticias CNN, añadiendo que estaba
perfectamente feliz de entregar el problema de Corea del Norte al secretario de
Defensa de Estados Unidos James Mattis .
"Si Corea del Norte mantiene su temeraria
conducta, los Estados Unidos deberán defenderse y defender a sus aliados, Corea
del Norte será destruida; es algo que ninguno de nosotros quiere, no queremos
la guerra”, precisó Haley. Corea del Norte disparó un misil el viernes sobre
Japón, el segundo desde agosto cuando el presidente Donald Trump amenazó con
"fuego y furia" si Pyonyang continuaba los actos de agresión.
Será la primera vez que Trump se presente en las
Naciones Unidas como mandatario de Estados Unidos. Le acompañarán el
vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado Rex Tillerson, además de
otros funcionarios. Su agenda de cuatro días comenzará el lunes, cuando
presidirá una reunión sobre la reforma de la ONU a la que funcionarios de la
organización han confirmado la asistencia de 120 de los casi 200 países miembros.
La embajadora Haley dijo que el discurso de Trump el
martes cubrirá una amplia gama de los retos que enfrenta la comunidad global,
con Corea del Norte como el principal, al igual que Irán, Siria, Venezuela, el
terrorismo y asuntos humanitarios en general.
Henry Kazianis, director de estudios de defensa en
el Centro para los Intereses Nacionales en Washington, dijo que Trump debería
usar su discurso en la ONU para incrementar la presión a China a fin de que
haga más para controlar las provocadoras acciones de Corea del Norte.
"Debería explicar que si siguen sin hacer nada
sobre los actos de agresión de Kim Jong Un, EE.UU. tendrá que comenzar a
sancionar a las partes que están contribuyendo a empeorar el problema, y eso
significa los bancos chinos por ehemplo", dijo Kazianis a la VOA.
Para Zalmay Khalilzad, exembajador de EE.UU. en la
ONU durante el gobierno de George W. Bush, el discurso de Trump en la ONU es
una oportunidad única para reasegurar al mundo que su política exterior está
basada principalmente en el poder de la diplomacia antes que en el poderío
militar.
Nueva York se prepara para las protestas
La policía de Nueva York y una serie de agencias
federales se preparan para la Asamblea General anual de las Naciones Unidas,
donde se espera una semana de discursos del presidente de los Estados Unidos
Donald Trump y otros dignatarios del mundo. La reunión de los principales
líderes y diplomáticos del mundo, provocará el cierre de calles, miles de
policías y cientos de manifestantes en el centro de Manhattan, un área que ya
está plagada de parálisis en un día de semana promedio.
El evento se produce pocos días después de que una
bomba estallara en Londres. Vastas zonas de la zona cerca de las Naciones
Unidas, en el extremo oriente del centro de Manhattan, estarán cerradas al
tráfico vehicular y la Guardia Costera, restringirá en gran medida el tráfico
de barcos en el East River.