Prensa. Voluntad
Popular/ Yubrimar Ochoa
Fotos/ Antonio
"El Tigre" Rodríguez
El
coordinador nacional de Ideas de Voluntad Popular, diputado Cipriano Heredia,
en compañía del coordinador nacional del Movimiento Agroalimentario de la tolda
naranja, Jhoender Jiménez, y el ingeniero químico Rodrigo Agudo, denunció que
Venezuela atraviesa una crisis agroalimentaria sin precedentes que está
afectando la gobernabilidad de la nación latinoamericana. A su juicio, el país
está en retroceso a consecuencia del modelo político y económico fracasado que
ha empleado el régimen durante los últimos 18 años.
“La
comparación de lo que producíamos hace apenas unos años a lo que producimos
ahora, es una cifra sensible. El ejemplo más claro es la cosecha de maíz, la
cual este año será cuando mucho del 50% en comparación a 2016, que de por sí
fue un año malo. Apenas con suerte llegaremos al millón de toneladas del maíz,
cuando la industria avícola demanda al menos dos millones y medio; es decir, no
habrá maíz suficiente para cubrir ningún sector ni la demanda de los
venezolanos. Hay una merma en la producción nacional. Ya no se trata nada más
de la ayuda humanitaria que pueda venir de otros países, la verdadera solución
estructural pasa por medidas políticas y financieras. Esta consecuencia la
sufrimos todos los venezolanos: la
población ha disminuido su calidad de vida, hay 20% de desnutrición en los
recién nacidos y se habla de un 60% de anemia”.
Explicó
que la falta de producción se ha manifestado en las calles del país, donde
millones de ciudadanos buscan comida en la basura. “Ya vimos el año pasado el
triste espectáculo de cómo se masifico la búsqueda de comida en la basura. En
2016 se calculó que un 10% de venezolanos buscaba comida en los contenedores de
basura y para este año se prevé que un 20% de venezolanos esté buscando qué
comer en los desechos de otros ciudadanos, es decir, alrededor de 6 millones de
ciudadanos comen de la basura. Todo esto sin contar que más del 50% come una o
dos veces al día”.
En
este sentido, el coordinador nacional del Movimiento Agroalimentario, Jhoender
Jiménez, detalló que el sector agrícola se ha visto también afectado por la
escasez de insumos y fertilizantes, la inseguridad y la persecución de entes
gubernamentales. Propuso que con la ayuda de la comunidad internacional, se
garantice la producción de arroz, maíz, leche, frijol, carne, huevo y azúcar;
entre otros importantes rubros. Además,
advirtió sobre la falta de acceso a los alimentos.
“En
la próximas 3 o 4 semanas podríamos entrar en un colapso por la falta de acceso
a los alimentos. Todos los venezolanos debemos tener conciencia de lo que está
pasando y lo que va a venir. Esta lucha la damos para elevar la conciencia del
pueblo. Debemos defender el derecho a tener los alimentos en la mesa de cada
venezolano. Estamos convencidos de que esta lucha no ha terminado porque esta
crisis continúa”.
El
ingeniero químico y experto en el tema agroalimentario, Rodrigo Agudo, destacó
la necesidad de recuperar la gobernabilidad a través del reconocimiento de la
legitimidad de la separación de los poderes públicos y entender que el modelo
oficialista fracasó. Explicó que la
nación no ha crecido sino decrecido un 1,23% durante los últimos 20 años.
Insistió en que los ciudadanos han disminuido en un 70% con respecto a 2013 el
consumo de los alimentos per cápita, lo que ha generado problemas de
desnutrición en la población y aseguró que la producción de rubros agrícolas ha
disminuido en un 60%. Sostuvo que la situación pasa por recuperar la
gobernabilidad cambio que pueda recuperar la gobernabilidad y garantizar el
apoyo internacional.
“No
es que Venezuela está al borde del colapso, ya colapsó. Tenemos una crisis
política donde existen dos institucionalidades, una inconstitucional y otro
constitucional, que es la que reconocen los venezolanos y la comunidad
internacional. Tenemos una crisis económica donde Venezuela hoy se encuentra en
su peor y más bajo nivel de desarrollo. Tenemos 4 años consecutivos con la
caída del Producto Interno Bruto (PIB) y la caída de la actividad económica.
Ningún país latinoamericano ha tenido un retroceso tan violento en su historia
económica. Hemos caído en la producción de rebaño por la liquidez de activos.
Todo
esto demuestra que el modelo de Venezuela no solo se agotó, sino que fracasó.
Esta crisis política y económica que vive el país ha destrozado la
gobernabilidad en Venezuela y eso se manifiesta en una profundización de la
crisis. En el 2014 vimos el desabastecimiento, en el 2015 la escasez y en el
2016 el hambre. Ahora, en el 2017, hemos visto la desnutrición en nuestros
jóvenes que limitan la capacidad de desarrollo. La solución es poder comenzar a
reconstruir una agricultura, pero el Estado no podrá hacerlo solo. Debemos
recuperar la gobernabilidad y así garantizar el apoyo internacional para que
los venezolanos puedan mejorar su calidad de vida”.