Columna. Augusto
Guevara
“Dios
ayuda con más gusto al luchador que al inerme” Rabino Ben
Israel/Ámsterdam-Siglo XVII. Circunstancias de fuerza mayor me han impedido
estar en Apure durante los últimos meses ayudando, como es mi deseo, “de cuerpo presente” la candidatura
democrática de José Gregorio Montilla a la gobernación del estado que me dio
todo, desde la vida hasta mis dos hijas, aunque me consuela que en el lugar
donde habito (Caracas, estado Miranda) hay otro candidato democrático, Carlos
Ocaríz, por quien sufragaré gustosamente y a cuyo equipo de campaña he ofrecido
mi incondicionalidad y trabajo. Nada es más importante en el hoy cívico
venezolano, que su voto por los candidatos de la democracia y de allí mi
respetuosa invitación a mis lectores. Algunas premisas hablan de la pertinencia
de esa invitación. Maduro y sus seguidores estimulan de todas las formas
posibles la abstención, porque saben que por esa vía se pueden colar varios de
sus candidatos.
Lamentablemente
algunos dirigentes que se dicen opositores, sin querer o queriendo, le hacen el
juego con su silencio o, peor aún, llamando a no votar porque, dicen por las
redes sociales, los partidarios del voto
somos traidores a quienes ayer marchamos reclamando el voto entre otras cosas
muy importantes. ¿Cómo es eso, les preguntaría, que quienes ayer nomás
andábamos reclamando elecciones, hoy somos traidores a esos reclamantes de
elecciones? Supongo que la actitud abstencionista de esos dirigentes obedece a
rivalidades subalternas con los líderes democráticos que promueven la
estrategia electoral, sin tomar en cuenta que su conducta le está haciendo el
juego al oficialismo, pues es sabido que si los enchufados alcanzan importante
número de gobernaciones, esa circunstancia numérica puede enervar la voluntad,
fuertemente favorable hoy a la causa democrática venezolana, de la comunidad
internacional, pues números parejos entre maduristas y demócratas, implicaría,
aunque sólo fuera en apariencia, una cierta normalidad que, eventualmente
podría frenar la acción política de esa comunidad internacional, lo que sería
de alta rentabilidad política para el gobierno que nos proponemos a desalojar
democráticamente.
Que
lamentable sería que dirigentes democráticos de nuestra mayor estima, le estén
poniendo “el caldo gordo” a quienes hoy
tienen estos números: Tribunal Supremo de Justicia, 75% de rechazo; Fuerzas Armadas, 75% de rechazo;
Consejo Nacional Electoral, 75% de rechazo; Nicolás Maduro, 85% de rechazo. Por
todo lo dicho es que me he permitido invitar, respetuosa pero vehementemente, a
todos los demócratas de mi país a votar con entusiasmo el próximo domingo 15 de
octubre.
Tw: @aguevaraanzola