Prensa.
AFP
Pasaron
cuatro meses bajo las bombas lacrimógenas. Ahora, la ‘señora de la tanqueta’,
el violinista, la ‘mujer maravilla’, el joven en llamas y el desnudo, íconos de
las protestas en Venezuela, se dividen entre votar o no votar el domingo en las
elecciones regionales. Sin lograr sacar al presidente Nicolás Maduro del poder
con marchas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, algunos se
sienten frustrados y dicen que no votarán para no legitimar al gobierno, otros…
aún guardan esperanzas. Cinco personajes simbólicos, cuyas imágenes se viralizaron,
reflejaron esa mezcla de sentimientos en entrevistas con la AFP:
–
La ‘señora de la tanqueta’ –
Con
una bandera venezolana en la espalda, María José Castro, de 54 años, bloqueó el
avance de una tanqueta durante una gigantesca marcha en abril en Caracas,
cubriéndose de los gases lacrimógenos solo con un pañuelo. María José, cuyo
gesto recordó al manifestante frente a una columna de tanques en la plaza de
Tiananmén (China) en 1989, dice tener claro que la meta era “sacar al
gobierno”, no unos comicios regionales. Pero aconseja votar.
“Fueron
meses de sangre derramada. Esta es otra parte de la lucha. Tenemos que ir
ganando batalla tras batalla. No hay motivo para regalarle al gobierno las
gobernaciones”, consideró esta ama de casa, de origen portugués. De blusa
blanca y rosario colgado del cuello, cuenta que, sin perderse una sola marcha,
sirvió muchas veces de escudo a los jóvenes enchapuchados que enfrentaban a
militares y policías.
Mostrando
la cicatriz de un perdigonazo en su brazo derecho, asegura que se plantaría de
nuevo ante a una tanqueta: “Volvería a estar con los muchachos… hasta la
muerte”.
–
El violinista –
Esquivando
las bombas lacrimógenas, Wuilly Arteaga tocaba absorto su violín, desafiando a
los militares. Tocaba el himno y canciones tradicionales como Alma Llanera como
un “mensaje de paz”. Hoy, el violinista de 23 años está en Nueva York invitado
por una ONG de derechos humanos y duda si volverá porque cree que su vida está
en riesgo.
En
el piso 42 del emblemático Empire State, confía a la AFP que de ninguna manera
votaría si estuviera en Venezuela. Que la oposición haya aceptado estos
comicios -dice- “fue un golpe muy duro” para quienes demostraron “valentía” en
las calles.
A
su juicio, Venezuela está en “dictadura” y estas elecciones le permiten al
gobierno aparentar que “estamos en un país democrático, cuando eso no es así”. Mientras
estaba preso, cuenta, sintió mucha tristeza saber que las protestas habían
acabado. Aún así cree que valió la pena. “Quiero hacer música por la libertad…
y eso nunca va a cambiar, independientemente del lugar donde esté”, expresó.
– La ‘Mujer
Maravilla’ –
Bautizada
así por su fuerza y belleza, a Caterina Ciarcelluti se le veía lanzando con sus
brazos musculosos una andanada de piedras contra militares en las protestas en
Caracas. Protestaba en pantaloncillos cortos que dejaban ver sus muslos bien
trabajados y se protegía la cabeza con un coqueto casco de motocicleta.
“Tengo
sentimientos encontrados, frustración, como un vacío. Tanto luchar y no
obtuvimos lo que quisimos. El gobierno se salió con la suya”, deploró esta
entrenadora de fitness, de 44 años. Caterina lamenta que ahora “todo quedó como
en un silencio que atormenta”. “Pero, sabiendo cómo es el panorama, voy a votar
porque es mi derecho”. Con el mismo arrojo con que enfrentaba a las fuerzas de
seguridad, dice que volvería a protestar. “Por mi país ahí voy a estar, yo no
me flaqueo por nada”, manifestó.
– El hombre
desnudo –
Ante
miradas atónitas, Hans Wuerich subió desnudo, con una Biblia y entre la nube de
gases, a un vehículo blindado antimotín el 20 de abril en Caracas. “Fue un
gesto de libertad por mi país (…) En ese momento sentí impotencia de tanta
miseria que ve uno en la calle”, comentó este comunicador de 27 años. Hoy,
revela a la AFP, también siente “impotencia porque el país sigue igual”, con
unas elecciones regionales que considera “absurdas”, aunque no llama a la
abstención.
“Con
ellas lo único que se logra es darle oxígeno el gobierno mientras el pueblo…
está pasando hambre. Las elecciones se buscaban, pero no eran estas las que se
querían”, manifestó. Hans, quien se dice “arrepentido” de haber votado por
Maduro y tampoco se identifica con los partidos de oposición, quiere volver a
las protestas, aunque -dice sonriente- no se volvería a desnudar.
– El joven en
llamas –
Convertido
en una bola de fuego, Víctor Salazar corrió desesperado tras explotar el tanque
de una motocicleta militar que incendió con otros encapuchados el 3 de mayo en
Caracas. Este estudiante de bioanálisis de 28 años, se quemó 70% del cuerpo y
fue sometido a 42 cirugías de injertos de piel. “Su tratamiento fue muy
doloroso, muy traumático, gritaba, ya no quería vivir. Ahora está
cicatrizando”, contó a la AFP su hermana Carmen Salazar.
Víctor
no quiere exposición en la prensa, pero su hermana asegura que quiere salir a
votar. “Vamos a ver cómo lo llevamos… pero temo que no pueda porque por las
quemaduras no tiene huella dactilar”. “Él dice que sí. Pese a lo que sufrió, ve
las elecciones como una nueva esperanza”, expresó.
por
María Isabel SANCHEZ/AFP.