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Con
su cara sonriente y radiante, viendo qué juguetes le traerá el Niño Jesús,
Javier, de 5 años, observa maravillado la vitrina. Detrás de él se encuentra su
madre, quien, a diferencia del pequeño, se sorprende, no por la cantidad de
juguetes, sino por sus precios. “Una pista sencilla cuesta 800.000 bolívares;
un carrito Bs. 100.000; un superhéroe Bs. 250.000. No sé qué haré para no
romper su ilusión”, dijo angustiada.
Al
igual que esa madre, miles de tachirenses tratan de buscar alternativas para
mantener vigente la tradición de Nochebuena, la noche más esperada y anhelada
durante el año por los más chicos: El nacimiento del Niño Dios o la llegada de
Santa (San Nicolás). Sin embargo, al igual que en otros rubros, el alto costo
de la vida y la inflación que atraviesa el país hacen mella en la adquisición
de regalos para esta Navidad.
“Es
un lujo obsequiar un juguete, están impagables. Una muñeca sencilla cuesta
300.000 bolívares, pero si es original supera el millón; al igual que Los
Vengadores. Una bicicleta asciende a 2 millones de bolívares. Dígame cómo hace
una persona asalariada para comprar siquiera un juguete, es imposible. Ni las
utilidades alcanzan para eso”, comentó desconcertada Gabriela Pernía.
En
efecto, se requieren por lo menos dos salarios mínimos (actualmente se ubica en
Bs. 177.507) para comprar un solo juguete. De manera que los padres que tienen
más de un hijo requieren mucho más que su ingreso mensual para mantener viva la
ilusión de sus pequeños en un país donde la prioridad es comprar alimentos.
—Ni
para los hijos, ni para los nietos; la plata no alcanza para nada este año. Y
aunque uno sabe que esa es la felicidad de los niños, la entrega de regalos,
este año la Navidad en Venezuela tendrá otro matiz, el de la carestía. No habrá
ni pan de jamón, ni hallacas, ni juguetes, solo el compartir en familia. En
casa estamos ideando aunque sea regalar dulces, que tampoco están baratos pero
son más accesibles al bolsillo -señaló Andrea Lara-.
Aumentaron
más de 1.000 %
De
acuerdo con los comerciantes, el incremento en los juguetes supera más de 1000
%, en comparación con la temporada del año pasado. Un Lego Ninjago, que no
pasaba de 35.000 bolívares la caja pequeña y de 250.000 la grande, con más de
500 piezas, hoy se consigue en 234.000 bolívares, la caja de menos de 100
piezas, y la grande supera los 1.300.000 bolívares.
Igualmente
ocurre con los Avengers, que por caro, en el 2016, se vendieron a Bs. 40.000,
hoy esos mismos muñecos, e incluso de menor calidad, ascienden en costo a Bs.
250.000. Situación similar ocurre con los obsequios para las niñas, cuyas
muñecas sencillas no pasaban de 50.000 bolívares, pero este año la más simple
se consigue desde Bs. 300.000. Y ni hablar de los juguetes plásticos (utensilios
de cocina, medicina, herramientas, etc.), que no costaban ni Bs. 30.000 y hoy
superan los Bs. 150.000.
—Somos
conscientes que con los precios actuales del mercado, para cualquier persona
asalariada, gastar sus aguinaldos en un juguete es difícil. Los precios son
exorbitantes, porque se compra con dolor paralelo, no hay dólar preferencial
para las empresas, y por eso todo se encarece. Además de la página DólarToday,
que nos perjudica a todos, ya que todos los días los proveedores nos dan lista
de precios diferentes -manifestó el propietario de una reconocida tienda de
juguetes en el centro-.
Agregó
que al ser el último eslabón de la cadena, quienes venden en bolívares y no en
dólares, como compran, sienten la presión y la angustia de los padres que no
tienen la posibilidad de comprar un juguete. “Los padres se debaten entre
comprar comida, estrenos, zapatos o juguetes. Y uno siente el dolor y la
impotencia de esos padres”.
Consejo:
Comprar de una vez
No
obstante, algunas jugueterías, pese a la situación país, optaron por emplear el
“sistema de apartado”, aunque fuera por pocos días, y no a un mes, como se
estilaba antes, como una forma de ayudar a los padres y mantenerles el precio
inicial del juguete.
—La
persona que deja de comprar hoy, debe estar consciente que para mañana o pasado
está mucho más caro, si es que encuentra el producto. La recomendación a los
clientes es que compren los juguetes de una vez, nosotros les permitimos
apartar, así sea por pocos días, para que tengan oportunidad de adquirir un
juguete para sus niños -expresó César Fernández, encargado de una juguetería en
Barrio Obrero-.
Asimismo,
algunas tiendas les aconsejan a los padres inclinarse por los juegos
tradicionales, retomar nuestras tradiciones.
—Hay
alternativas, como los juegos de madera, las muñecas de trapo tendrán que
volver de moda, es decir, volver a los tiempos de antes, a la cultura y
tradición de cada región, porque todo lo que es plástico, polímero y
polietileno, se elevó mucho de precio. Antes eran accesibles, ahora no. Un
carrito de plástico vale 80.000 bolívares -dijo el vendedor de otra tienda en
el casco central-.
También
añadió que la falta de materia prima para elaborar los bebés queridos
(plástico, polietileno) llevó a un aumento exponencial del producto, e incluso
a que algunas empresas se quedaran con los pedidos hechos. “A nosotros, lo poco
que nos llegó se vendió. Nosotros tuvimos la muñeca Bebé Querido y se vendió en
295 mil, un precio muy accesible, si lo comparamos con otras muñecas que pasan
del millón de bolívares”.
Los
comerciantes coincidieron en apuntar que, a pesar de todo, no pueden decir que
la temporada está mal, porque todo lo que se coloca en exhibición se vende. “Lo
que sí está mal es la reposición de los inventarios, debido a la inflación
diaria que consume a todos los venezolanos. Yo vendo seis productos, y a duras
penas me alcanza para comprar uno solo. Esa inflación es la que nos está
matando a todos”, dijo Fernández.
Mariana
Contreras
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