El pasado día 5,
Maduro anunció el cierre, por 72 horas, de las comunicaciones del país
petrolero con estas islas caribeñas para poner en marcha un operativo que acabe
con los contrabandistas "que le dañan la economía a Venezuela"
Prensa. Diario
Las Américas.
Los
primeros ministros de Curaçao y Aruba expresaron este lunes su preocupación por
el cierre de las fronteras aéreas y marítimas con Venezuela y el aparente
silencio y falta de interés del régimen de Nicolás Maduro por llegar a un
acuerdo. El
primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, dijo a través de un comunicado
que es hora de hacerse la pregunta de la razón por la que el país suramericano
tomó la decisión del cierre de fronteras con estas dos islas y Bonaire,
territorios ligados político-administrativamente a los Países Bajos.
"Seguiremos
explicando la urgencia de la situación a través de los canales diplomáticos y
también señalaremos la urgencia de formalizar el acuerdo alcanzado hace dos
semanas", resaltó Rhuggenaath.
Recordó
además que una reunión acordada para el jueves pasado entre los representantes
de estas tres islas y Venezuela para continuar discutiendo medidas para
combatir el contrabando de metales desde el país suramericano fue cancelada por
las autoridades de Caracas sin explicación.
Rhuggenaath
indicó que la retención del petrolero panameño Proteo en la bahía de Bullenbaai
con un cargamento de crudo venezolano debido a las deudas reclamadas por varias
compañías navieras puede estar detrás de la decisión de Caracas, aunque dejó
claro que esa medida estuvo fuera del control de las autoridades locales.
"Si
hay otras razones para el cierre de las fronteras es importante que se sepa
ahora. No podemos pensar en ninguna otra razón. Curazao no tiene nada que ver
con la incautación de petroleros, ya que en nuestro estado constitucional las
empresas tienen la opción de apoderarse de las propiedades si es necesario para
exigir un pago", matizó Rhuggenaath.
El
pasado día 10, las autoridades portuarias de Curazao informaron de que no se
permitió partir al petrolero siguiendo las reclamaciones de varias compañías
navieras internacionales que exigen 30 millones de dólares estadounidenses a
Petróleos de Venezuela (PDVSA) por supuestas facturas pendientes de pagarse.
"Hacemos
el mayor esfuerzo para ponernos en contacto con las autoridades de Caracas y
ofrecerles una solución", indicó por su parte el primer Ministro de Aruba,
Evelyn Wever-Croes. Los dos dirigentes aconsejan a los ciudadanos de sus
territorios que no viajen por el momento a Venezuela, lo que confirma la
postura de los Países Bajos, que ya emitieron una advertencia en ese sentido el
año pasado.
A
principios de mes, el vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, anunció
la extensión del cierre de comunicaciones con Aruba, Curazao y Bonaire hasta
que no se concreten con las autoridades de estas islas caribeñas medidas que
combatan a las mafias, que según el régimen de Venezuela perjudican gravemente
a su economía.
El
pasado día 5, Maduro anunció el cierre, por 72 horas, de las comunicaciones del
país petrolero con estas islas caribeñas para poner en marcha un operativo que
acabe con los contrabandistas "que le dañan la economía a Venezuela".
Maduro se quejó de que las autoridades de estas islas no hayan respondido a las
repetidas advertencias de Caracas, y las emplazó a que "tomen medidas que
hemos exigido durante más de dos años".
FUENTE:
EFE