El número de
inmigrantes que murieron al cruzar la frontera de México a Estados Unidos
aumentó en 2017 respecto al año anterior, a pesar de que atravesaron esa línea
divisoria menos personas, informó la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM).
Prensa. Mundo
Hispánico.
En
la rueda de prensa bisemanal de las Naciones Unidas, en Ginebra, el portavoz de
la OIM, Joel Millman, destacó que en 2017 se registraron un total de 412
fallecimientos, en comparación con las 398 muertes contabilizadas en 2016 en
esta zona.
En
contraparte, el número de detenciones efectuadas por los agentes aduanales
estadounidenses disminuyó un 44 por ciento en el último año. Mientras que en
2017, la Patrulla Fronteriza estadounidense documentó un total de 341,084
detenciones en la frontera sur, en 2016 la cifra había alcanzado las 611,689
personas arrestadas.
“El
aumento de muertes es especialmente preocupante teniendo en cuenta que muchos
menos inmigrantes entraron a Estados Unidos a través de su frontera con México
en el último año”, dijo el director del Centro de Análisis de Datos de
Migración Global de la OIM, Frank Laczko.
Según
la organización, a medida que las posibilidades de ser arrestados aumentan, los
inmigrantes optan por rutas más remotas para evitar la detención. Además, el
organismo señaló que la exposición prolongada a condiciones extremas en la
frontera, donde las temperaturas alcanzan los 40 grados, combinadas con la
dificultad de asistir aquellos que se encuentran en áreas remotas, son las
principales causas de muerte en esta zona fronteriza.
Millman
también subrayó que la frontera con el estado de Texas es una de las zonas más
preocupantes, con un total de 191 muertes en 2017, lo que representa un 26 por
ciento más que en 2016, cuando la cifra anual alcanzó los 151 decesos.
La
oficina de la OIM en México atribuyó esta concentración de muertes en Texas a
las fuertes lluvias que se precipitaron en la región a principios de año y que
causaron un aumento del caudal del río Grande, lo que dificultó el acceso a
este estado.
Estos
datos fueron recopilados a través del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la
OIM, que desde su creación en 2014 registró un total de 1,469 muertes en esta
frontera, lo que, según Millman, implica alrededor de una defunción al día. “Esta
es una constante que no cambia independientemente de quién toma las decisiones
en Washington o del número de personas que cruzan la frontera”, lamentó el
portavoz.
La
OIM agregó que estas cifras podrían “subestimar” el número real de muertes, ya
que los cuerpos policiales estadounidenses solo registran aquellos casos en los
que sus agentes han intervenido, a la vez que la información está “muy
fragmentada”, ya que se debe recopilar de las autoridades locales.