Prensa. Efecto
Cocuyo.
El
movimiento Fe y Alegría trabaja para formar a sus estudiantes no solo desde las
prácticas pedagógicas en el aula, sino también busca impulsarlos a ser
productivos, emprendedores y a que desarrollen un profundo compromiso social.
Alumnos,
educadores, empleados y obreros están convencidos de que estos espacios donde
hacen vida “son más que una escuela” y de que están educando al futuro de
Venezuela.
Yeismin
Perdomo, quien desde hace 10 años es docente en la Unidad Educativa Prisco
Villasmil, en la parroquia Antímano, aseguró que pese a las dificultades que
enfrenta el país “no hemos perdido el norte de llegar a quienes más lo
necesiten” y de vincularse con las comunidades.
Yeismin
Perdomo, docente de Fe y Alegría en Antímano.
En
una visita este lunes 12 de marzo a Efecto Cocuyo, la docente insistió en que
ahora, más que nunca, es necesario que la comunidad educativa se involucre con
los alumnos, ya que actualmente “hay mayores carencias” y a muchos se les hace
difícil trasladarse a la escuela o hacer tres las comidas diarias. “Hay niños
que se nos han desmayado en el patio”, confesó.
Advirtió
que esta realidad, aunada a fallas en los servicios o a que los padres se
quedan sin empleo, ha generado ausentismo. En este sentido, la dirección del
colegio insta a los educadores a indagar qué sucede en cada caso y hacerles
saber a las familias que cuentan con el apoyo de la institución. La meta: que
no abandonen los estudios.
Perdomo,
quien además es coordinadora pedagógica de Inicial y Primaria, señaló que la
vocación de los educadores sigue intacta y puso como ejemplo que muchos, por
fallas del transporte público, se van caminando a la escuela. Añadió que en
estos momentos desean poder activar un comedor en la U.E Prisco Villasmil que
tiene una población de 950 estudiantes. “Nos hace muchísima falta”, dijo.
Hablan
los estudiantes
Sofía
Landaeta, de 11 años de edad, consideró que en su escuela son “una familia” y
cuenta que afortunadamente ha estudiado con su mismo grupo desde que comenzó
primaria, excepto por un compañero que recientemente se fue del país con sus
padres, en busca de una mejor situación económica.
Expresó
que le parece positivo cómo desde la institución “ayudan a los padres a ser
mejores” y “entienden cuando un alumno “no puede ir por alguna razón”.
La
estudiante de sexto grado también se sabe parte de una comunidad muy grande:
“Fe y Alegría tiene 174 escuelas en todo el territorio y está presente en 22
países del mundo”, recitó.
Luis
Ángel Cordero, alumno de quinto año y que egresará como Técnico Medio en
Informática, contó que lleva dos años en la U.E Prisco Villasmil y se sorprendió
de cómo lo integraron sus compañeros y de cómo es la dinámica en la
institución. “Me siento muy a gusto”, dijo.
Se
confesó inspirado por la labor y el pensamiento del padre jesuita José María
Vélaz que, durante plena dictadura de Marcos Pérez Jiménez, materializó su
sueño de crear una red de escuelas en los barrios más pobres de Caracas, que
luego se extendió dentro y fuera del país.
El
joven de 16 años de edad, que realiza voluntariado en la parroquia y apoya en
la formación de catequesis a niños de primaria, señaló que su paso por la
institución lo ha ayudado a tener conciencia social.
Dijo
que hace unos años quería estudiar derecho, pero se percató de las bondades de
ser maestro y ahora desea estudiar educación.
Nazareth
López, de 10 años de edad y estudiante de quinto grado, expresó sentirse “muy
bien” en el colegio. Dijo que disfruta mucho de actividades extracurriculares
como los talleres de teatro y de ajedrez que realizan en la escuela estudiantes
de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
Gran
rifa anual
Esta
semana miembros de la comunidad educativa de Fe y Alegría realizarán una
“Invasión Educativa a los Medios de Comunicación” para hablar de las
experiencias en sus instituciones y promover una de las tradiciones que sostiene
el movimiento desde hace 50 años: una Gran Rifa Anual donde 60% de lo
recolectado será invertido en las infraestructuras de las escuelas.
López
señaló que espera que con los recursos
que obtengan se puedan pintar las paredes de la del U.E Prisco Villasmil,
reparar los baños, las canchas y mejorar la iluminación. “Hay muchos salones
sin bombillos”, dijo.
El
boleto de la rifa tiene un costo de 3.000 bolívares y puede ser adquirido en
los colegios, algunas entidades bancarias y en la sede principal de Fe y
Alegría, en el edificio Centro Valores, detrás del Ministerio de Educación en
la parroquia Altagracia de Caracas. El sorteo será transmitido el próximo 23 de
mayo por Televen y los resultados serán publicados al día siguiente en la
página web del movimiento.