Prensa. Una
Ventana a la Libertad Monagas.
El
caso de Alejandro Manuel Mago Coraspe (41) causó revuelo en febrero cuando
confesó que consumía ratas para mitigar el hambre en la cárcel de Vista
Hermosa, estado Bolívar. Hoy su nombre vuelve a ser noticia al confirmarse su
deceso en el Centro Penitenciario de Oriente, mejor conocido como cárcel de La
Pica, en Maturín, estado Monagas.
Allí
también comía roedores. Una versión indica que lo hacía para calmar el estómago
y la otra que sus compañeros de celda lo obligaron, pero ambas hipótesis no han
sido aclaradas por las autoridades penitenciarias en el estado. Lo cierto, en
su caso, es que fue trasladado desde Vista Hermosa el 28 de marzo y el 6 de
abril lo ingresaron a la emergencia del Hospital Universitario "Dr. Manuel
Núñez Tovar" con un cuadro de intoxicación severa, causada por la ingesta
de roedores. En ese momento, a los periodistas locales se les informó que tenía
leptopirosis.
Tras
hacer la publicación, las autoridades regionales intentaron desmentir a El
Periódico de Monagas, que en su momento informó que Mago Coraspe consumía
roedores en La Pica para saciar el hambre. En una nota de prensa aseguraron que
los privados de libertad no consumían ratas porque tienen alimentos y una
granja de donde obtienen legumbres y hortalizas. Alegaron, además, que Mago
Coraspe había ingresado al internado judicial con esa patología.
Mago
Coraspe fue ingresado en febrero en el Hospital Ruiz y Páez de Bolívar. Una
Ventana a la Libertad informó en ese momento que el recluso tenía cuatro días
sin ingerir ningún tipo de alimentos. El consumo de este animal le obstruyó el
intestino y también le causó la salida de las hemorroides además de debilidad
en el cuerpo. El privado de libertad confesó que no era la primera vez que
comía ratas, las otras las mataba él mismo, pero las que comió en esa
oportunidad las sacó de un contenedor de basura. Mago no tenía familia en
Bolívar sino en el estado Sucre.
Por
Jesymar Añez Nava, Equipo UVL