Es un derecho y
una garantía consagrada en la Constitución Nacional y en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, por lo tanto, los comunicadores sociales de
Venezuela no debemos ni podemos retroceder porque informar no es delito y
opinar tampoco lo es, aseveró Jesús Segovia, secretario general del Colegio
Nacional de Periodistas, Seccional Trujillo.
Prensa.
Especial.
La
libertad de expresión, de pensamiento y de opinión no se negocia porque son
derechos y garantías consagradas en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y en la Constitución Nacional, esa que los propios chavistas aprobaron
por abrumadora mayoría en el referendo del domingo 15 de diciembre de 1999.
“Por
lo tanto, tales libertades no se negocian ni tiene por qué condicionarlas el
régimen que hoy desgobierna al país, que sin piedad, pasión ni misericordia
sumió a los venezolanos en la pobreza extrema y la miseria, a tal punto que hoy
mendigamos un bocado de comida, y si nos enfermamos perecemos por la falta de medicinas”.
Es
la postura franca y valiente de Jesús Segovia, secretario general del Colegio
Nacional de Periodistas, Seccional Trujillo, quien rechaza, repudia y condena
los intentos reiterados del presidente Nicolás Maduro de censurar a los
portales digitales de El Nacional y La Patilla, pretendiendo también que sus
editores y periodistas se autocensuren. Ácido a la libertad de prensa que el
régimen aplica mediante los directivos sumisos, obedientes y parcializados de
la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), reclamó.
Informar
no es delito y opinar tampoco lo es. Tal concepto no lo acepta este desgobierno
-aseguró-, y tampoco lo toleraba la gestión de Hugo Chávez, de manera que,
durante los últimos 20 años la libertad de expresión siempre ha permanecido
bajo constante amenaza, asedio y ataques.
-¿Qué
le parece la propuesta formulada por Maduro para que los dueños de los medios
impresos del país se asocien con el poder central para montar una planta
procesadora de papel periódico?
-Es
inaceptable para los propietarios y editores de los periódicos independientes,
porque sería asociarse con el verdugo. Sí, con el esbirro, porque adrede, el
Ejecutivo nacional monopolizó la importación de papel, planchas, tintas y otros
insumos por intermedio del Complejo Editorial Alfredo Maneiro (CEAM), presidido
por Hugo Cabezas, ex gobernador del estado Trujillo. Materia prima que
distribuyen a discreción, obligando al cierre de unos cuantos diarios, mientras
que otros se transformaron en medios digitales y unos pocos se convirtieron en
semanarios, tal cual sucedió con el Diario de Los Andes en sus ediciones de
Mérida, Táchira y Trujillo.
Además,
esa propuesta de Nicolás Maduro no le conviene a la prensa libre, porque en
asuntos económicos el régimen es sumamente ineficiente y corrupto, puesto que,
“donde pone la mano, deja la llaga”. Bajo su administración han quebrado unas
cuantas empresas e industrias, sentenció Segovia.
-¿Cuál
es su recomendación para los periodistas, reporteros gráficos, camarógrafos,
locutores y directivos de los medios de comunicación social -impresos y
audiovisuales- que todavía resisten en Venezuela?
-Mi
consejo es que sigamos firmes y unidos en defensa de la libertad de expresión,
de pensamiento y de opinión, sin miedos ni temores, porque por muy oscura que
sea la noche, el día siempre aparecerá y alumbrará, y entonces veremos un nuevo
amanecer donde imperen la verdad y la justicia en lugar de la mentira, la
manipulación y el chantaje.
LEYENDA:
Jesús Segovia… por muy oscura que sea la noche, siempre habrá un nuevo
amanecer.
MARIANELA
MAVARES
CNP 6.115