Prensa. Diario Líder.
No
importa rival ni circunstancia. Tampoco los años rindiendo al máximo nivel.
LeBron James no siente aún que su carrera esté, si quiera, cerca de iniciar su
curva de descenso. Lo demostró en cada partido que disputó en los Playoffs, y
aspira confirmarlo en las Finales de la NBA, que se iniciaron el jueves en el
Oracle Arena, la casa de los Warriors de Golden State.
En
su comparecencia ante los medios previo al primer partido de las Finales,
James, de 33 años, ha dicho que su carrera no tiene límites pese a su edad. “Creo
que no tengo un límite”, dijo James, quien firma su octava presencia en series
de campeonato, 4 con Miami Heat. “Ni
siquiera me lo planteo. Siempre intento rendir al máximo y jugar lo mejor que
puedo”, agregó.
En
una épica demostración, LeBron jugó los 48 minutos de su último juego de la
final del Este ante los Celtics de Boston, para guiar a los Cavaliers a su
cuarta final corrida, y la octava en la carrera de James. Pero ahora, deberá
gestionar sus minutos en cancha para afrontar una serie tan exigente como la
que disputa ante Golden State. En el quinto de la final de Conferencia, acusó
evidente cansancio, y el jueves disputó su partido 101 de la temporada -una
nueva marca personal-, 82 en fila.
Administrar
su tiempo de juego será un factor que deberá considerar tanto él como el
entrenador Tyrone Lue en cada juego de esta final.
La
circunstancia que acusa Golden State, con la incertidumbre en este inicio de la
serie sobre la presencia de Andre Iguodala – golpe en la rodilla izquierda -,
podría reportar una posibilidad a unos Cavaliers que llegan a estas finales con
su peor versión de las últimas cuatro finales. Justamente, Iguodala ha sido la
mejor marca de James en sus enfrentamientos particulares, y de retornar a la
acción, podría convertirse en el factor X que evite, o al menos dificulte, una
proeza de James que inspire a Cleveland en el transcurso de esta confrontación.
Hitos
de una serie histórica
La
serie entre Cleveland y Golden State marca un hito en el deporte profesional
estadounidense. Nunca hasta ahora, dos equipos habían disputado entre sí cuatro
finales al hilo. Y ésta será transmitida a 215 países y territorios, en 50
idiomas diferentes, a través de la televisión, tablets, dispositivos móviles y
mediante la plataforma de YouTube TV.
Otros
hitos importantes se registran en esta final. Steve Kerr, entrenador de los Warriors,
igualará a Pat Riley como los únicos directores técnicos que dirigen una final
en sus primeros cuatro años al frente de un banquillo de la NBA. A la zaga, se
encuentra Ty Lou, quien llega a su tercera serie de campeonato corrida desde su
debut como entrenador jefe.
“Dub
Nation”
Oakland,
San Francisco y toda su bahía cierra filas alrededor de sus Guerreros de Golden
State. La supremacía que ha demostrado los últimos años el equipo de Steve Kerr
ha renovado una pasión que Wilt Chamberlain y otros iconos de este deporte
sembraron en los 70`s y que, incluidas las últimas cuatro finales, han colocado
al equipo californiano en 10 finales de la NBA, siendo el tercer conjunto de la
liga con más finales disputadas, detrás de los Lakers, 21, y los Celtics, 12.
Y
es que este equipo, cuya base se construyó con muy acertadas selecciones del
Draft con Stephen Curry -el mayor vendedor de camisetas de la liga-, Draymond
Green y Clay Thompson, más los añadidos de Kevin Durant y Andre Iguodala, ha
pintado de amarillo – su color característico- toda la bahía de San Francisco,
hoy de fiesta por esta nueva final.
@luisevargas