Prensa.
El Nuevo Herald.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,
enfrentará esta semana una nueva arremetida del opositor Juan Guaidó,
autoproclamado mandatario interino que convocó a nuevas manifestaciones,
mientras corre el plazo de ocho días que le dieron países europeos para que
acepte unas elecciones libres.
Alentado también por un decidido apoyo de Estados
Unidos, Guaidó llamó la noche del domingo a una movilización el miércoles para
exigir que la Fuerza Armada retire su apoyo a Maduro, y el sábado a una gran
marcha de respaldo al ultimátum europeo.
Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Portugal
dieron plazo a Maduro hasta el 3 de febrero para que convoque a comicios o de
lo contrario reconocerían a Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora,
como presidente interino de Venezuela.
La Unión Europea (UE), sin embargo, fue más vaga y
dijo que tomaría “nuevas medidas” si no se convocan comicios en los próximos
días, incluido el apoyo a Guaidó.
“Estaremos celebrando ese respaldo inédito de todo
el mundo a nuestra causa, pero también contando con que se vence ese ultimátum
(…) para lograr el cese de la usurpación, el gobierno de transición y
convocatoria a elecciones libres”, manifestó el diputado.
En una entrevista con la cadena televisiva turca CNN
Turk, difundida el domingo, Maduro pidió a Europa retirar su advertencia. “Nadie puede darnos un ultimátum”, expresó, tras
lamentar que los europeos se plegaran a lo que denuncia como un golpe de Estado
dirigido por Estados Unidos, con el que rompió relaciones diplomáticas.
Guaidó, quien se autojuramentó el pasado miércoles,
llamó a nuevas movilizaciones luego de una semana de protestas y disturbios que
dejaron 29 muertos y unos 350 detenidos.
El agravamiento de la crisis ocurre en medio de la
debacle económica de Venezuela, con su petrolera declarada en suspensión de
pagos y una hiperinflación que el FMI calcula llegará a 10.000.000% este año
“¡Traidores, nunca!” -
Animado por la deserción del agregado militar en
Washington, Guaidó envió a sus seguidores el domingo a cuarteles policiales y
militares a distribuir copias de una ley de amnistía aprobada por el
Parlamento, aunque sus decisiones son anuladas por la justicia por considerarlo
en desacato.
Según el documento, se concederán “todas las
garantías constitucionales” a militares y civiles que “colaboren en la
restitución de la democracia”.
La ley elimina “la responsabilidad civil, penal,
administrativa (…) de investigaciones, procedimientos, penas y sanciones”
registradas desde el 1 de enero de 1999, abarcando las dos décadas de gobierno
chavista.
Guaidó busca quebrar el sostén de Maduro, la Fuerza
Armada, que, aunque dice estar unida, muestra fisuras: el sábado, el agregado
de Defensa en Washington, coronel José Luis Silva, desconoció a Maduro e instó
a los militares a respaldar al autoproclamado presidente interino.
Por su parte, el mandatario socialista se muestra
con frecuencia flanqueado por la cúpula militar, que en la última semana le
profesó “lealtad absoluta e incondicional” en reiteradas ocasiones.
“¡Traidores nunca, leales siempre!”, arengó Maduro
el domingo en ejercicios militares, al pedir a la Fuerza Armada “unión” y
“disciplina” para enfrentar el “golpe de Estado” con el que Washington -dijo-
busca “imponer un gobierno títere”.
El viraje de Silva se sumó a la sublevación, haca
una semana, de 27 militares quienes fueron detenidos.
EEUU aumenta su presión -
Guaidó se autojuramentó luego de que el Congreso
declarara a Maduro “usurpador” por iniciar el 10 de enero un segundo mandato
considerado ilegítimo por parte de la comunidad internacional, que estima que
su reelección fue fraudulenta.
Apenas Washington reconoció a Guaidó, Maduro rompió
lazos con el gobierno de Donald Trump y ordenó el cierre de la embajada y los
consulados venezolanos en ese país. No obstante, el sábado anunció que ambos
países negociarán la apertura de oficinas de intereses.
A solicitud de Guaidó, Estados Unidos dijo no tener
planes de cerrar su embajada en Caracas y el domingo aceptó al opositor Carlos
Vecchio como encargado de negocios de Venezuela.
El consejero de Seguridad Nacional estadounidense,
John Bolton, advirtió el domingo que habrá una “respuesta significativa” a
cualquier amenaza contra Guaidó o diplomáticos estadounidenses.
Un día antes, la Casa Blanca había llamado al mundo
a unirse “a las fuerzas de la libertad” en apoyo de Guaidó, en un reunión del
Consejo de Seguridad de la ONU, en la que Rusia salió en defensa de Maduro.
Además de Estados Unidos, Canadá y una docena de
países americanos reconocieron al líder opositor, e Israel y Australia se
sumaron este domingo. Rusia y China se mantienen leales a Maduro, al igual que
Bolivia, Cuba, Nicaragua, Turquía y Corea del Norte.