Prensa. Voanoticias.
Venezuela
requiere de "una respuesta rotunda" de la Secretaría General de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) para hacer frente a la
"compleja" emergencia humanitaria que encara, concluyó un informe de
Human Rights Watch (HRW) sobre la crítica situación del estado de salud en el
país.
Al
presentar el informe en una rueda de prensa, el director ejecutivo de la
división para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, hizo un llamado directo
al secretario general de ONU, Antonio Guterres, para que declare una situación
humanitaria compleja en Venezuela, lo que activaría una serie de recursos de la
ONU para intentar ayudar al país sudamericano, si sus miembros lo permiten.
"Esto
ciertamente califica como una emergencia humanitaria compleja, lo cual no es
mera retórica, no es una cuestión semántica, sino que corresponde a un estándar
específico. En el lenguaje de la ONU, obligaría a la entrega y planificación de
ayuda humanitaria para Venezuela a gran escala y debería comprometer a todas
las agencias de las Naciones Unidas para abordar la situación en
Venezuela".
Durante
la presentación, se comparó la situación de salud de Venezuela con las de Siria
y Yemen.
El
texto, titulado "La emergencia humanitaria en Venezuela. Se requiere una
respuesta a gran escala de la ONU para abordar la crisis de salud y
alimentaria", responsabiliza al gobierno en disputa de Nicolás Maduro por
no admitir la existencia de la crisis humanitaria y la ayuda internacional
ofrecida.
Se
refiere también al hostigamiento y represalias contra profesionales de la salud
que informan sobre la crisis.
"Los
trabajadores de salud en Venezuela nos comentan que el gobierno no ha dejado
diseminar los datos fuera del gobierno, y no solo eso, sino que ciertos datos
están suprimidos; por ejemplo, en términos de la salud de la alimentación,
donde revisamos datos que indican que hay un aumento en la malnutrición en
niños, en adultos, mujeres embarazadas; algo importante… los doctores nos
comentaron que hay pacientes que son hospitalizados con desnutrición y les han
indicado que no pueden colocar eso en la ficha médica", señaló una de las
investigadoras en rueda de prensa.
"El
Gobierno está obligado a realizar todos los esfuerzos posibles para emplear los
recursos a su alcance para cumplir con sus obligaciones mínimas conforme al
derecho internacional y revertir el deterioro en el acceso, por parte de los
venezolanos, a una alimentación y a servicios de salud adecuados", dice el
informe.
El
texto en el que también participaron el Centro por la Salud Humanitaria (Center
for Humanitarian Health) y el Centro de Salud Pública y Derechos Humanos
(Center for Public Health and Human Rights) de la Facultad de Salud Pública
Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, indica que la grave situación de
salud está relacionada con la severa escasez de medicamentos y alimentos en
Venezuela.
El
colapso del sistema eléctrico que apagó al país en el último mes es señalado
entre las causas del empeoramiento de la situación de salud de los venezolanos.
Venezuela está en pleno enfrentamiento político desde que Maduro asumió un
segundo mandato el pasado 23 de enero, considerado ilegítimo por actores
políticos dentro y fuera del país.
El
23 de enero asumió como presidente encargado Juan Guaidó, que tiene el apoyo de
Estados Unidos y más de 50 naciones, pero no tiene poder real ni el apoyo de
los militares.
Para
elaborar el informe, los expertos entrevistaron a más de 150 personas,
incluyendo a profesionales de la salud y ciudadanos venezolanos que habían
llegado recientemente a Colombia y Brasil para solicitar atención médica o en
busca de alimentos.
También
entrevistaron a representantes de organizaciones humanitarias internacionales y
no gubernamentales, funcionarios de la ONU y funcionarios de los gobiernos
brasileño y colombiano. Además analizaron datos aportados por fuentes
oficiales, hospitales, organizaciones nacionales e internacionales y
organizaciones no gubernamentales.
"Durante
el gobierno de Nicolás Maduro, las autoridades venezolanas no solo demostraron
que no tienen la capacidad para poner fin a la crisis, sino que la han
exacerbado al negarla y censurar información sobre la magnitud y la urgencia de
los graves problemas que enfrenta el país", dijo el texto.
El
informe de 73 páginas documenta un aumento de los niveles de mortalidad materna
e infantil; brotes de enfermedades que podrían prevenirse con vacunación, como
el sarampión y la difteria, e incrementos drásticos en la transmisión de
enfermedades infecciosas, como malaria y tuberculosis.
Durante
la rueda de prensa, Vivanco enfatizó en que se han presentado brotes de
enfermedades desde 2017, específicamente; "también, hemos podido comprobar
aumento exponencial de enfermedades infecciosas como tuberculosis y malaria que
podrían ser perfectamente controladas".
La
organización HRW insta a la ONU en el informe "a respetar los principios
de humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad en la provisión de
asistencia", así como a "incluir una evaluación independiente de la
magnitud de la crisis y que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
de las Naciones Unidas (OCHA) priorice a Venezuela en temas como la importación
de alimentos, medicamentos e insumos médicos que se necesitan.
Las
cifras hablan del caos
El
informe explica que el sistema de salud en Venezuela está en declive desde el
año 2012, pero el deterioro más drástico se reporta a partir de 2017.
Por
ejemplo, desde junio de 2017 se han informado más de 9.300 casos de sarampión,
de los cuales se confirmaron más de 6.200, en comparación con un solo caso
reportado en 2012 y correspondiente al periodo de entre 2008 y 2015.
Se
han reportado desde julio de 2016 más de 2.500 presuntos casos de difteria,
incluidos más de 1.500 casos confirmados, en comparación con la ausencia de
casos de esta enfermedad entre 2006 y 2015.
El
informe cita a la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de que la
cantidad de casos confirmados de malaria en Venezuela ha aumentado en forma
constante en los últimos años, de 36.000 en 2009 a más de 414.000 en 2017.
Los
casos confirmados de malaria en Venezuela han aumentado en forma constante en los
últimos años, de 36.000 en 2009 a más de 414.000 en 2017. La tuberculosis
aumentó de 6.000 en 2014 a 7.800 en 2016, y en informes preliminares se indica
que hubo más de 13.000 en 2017. La tasa de incidencia de la tuberculosis ha
aumentado en forma constante desde 2014, y en 2017 llegó a ser de 42 cada
100.000 personas, la más alta en Venezuela en 40 años.
Crisis
en la infraestructura médica
Una
encuesta nacional realizada en noviembre de 2018 por Médicos por la Salud, una
red de residentes que trabajan en hospitales públicos, determinó que, de los 40
hospitales de 24 estados incluidos en la encuesta, el 76 % había indicado que
se interrumpieron las pruebas de laboratorio, y el 70 % informó que hubo
interrupción de los servicios de radiología.
El
33 % de las camas en los hospitales no estaban disponibles para los pacientes.
Muchos de los hospitales también indicaron escasez de artículos básicos para
brindar atención médica: en el 67 % se habían producido cortes del servicio
eléctrico, y en el 70 %, del servicio de agua. Una encuesta anterior, realizada
en 104 hospitales públicos y 33 hospitales privados en todo el país, indicaba
que, hasta marzo de 2018, el 88 % de los hospitales habían tenido faltantes de
medicamentos, y el 79 % faltantes de insumos médico-quirúrgicos, explica el
informe.
La
OPS indicó en julio de 2018 que 22.000, o cerca de un tercio, de los 66.138
médicos que estaban registrados en 2014 ya se habían ido de Venezuela. Con la
profundización de la crisis, muchos otros se han ido desde entonces.
Los
datos disponibles muestran altos niveles de inseguridad alimentaria y
desnutrición infantil, así como una alta proporción de niños y niñas ingresados
en hospitales con desnutrición.
"Por
más que lo intenten, las autoridades venezolanas no pueden ocultar la realidad
del país", expresó Shannon Doocy, PhD y profesora asociada de Salud
Internacional de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns
Hopkins, quien realizó investigaciones en la frontera de Venezuela.
"El
colapso absoluto del sistema de salud de Venezuela, combinado con la escasez
generalizada de alimentos, está agudizando el calvario que viven los
venezolanos y poniendo a más personas en riesgo. Necesitamos del liderazgo de
la ONU para contribuir a terminar con esta grave crisis y salvar vidas",
indicó.
Los
investigadores admiten, sin embargo, que "es imposible conocer todavía
cuál es la verdadera magnitud de la crisis de salud y alimentaria en
Venezuela".
"Para
proteger el derecho a la salud y a la alimentación del pueblo venezolano, el
secretario general de la ONU, António Guterres, debería encabezar esfuerzos
para definir un plan de respuesta humanitaria integral a la situación tanto
dentro como fuera del país", dijo el informe.
Mortalidad
infantil
El
Ministerio de Salud de Venezuela dejó de difundir datos oficiales sobre
mortalidad materna e infantil en 2015. A principios de 2017, la ministra de
salud publicó datos correspondientes a 2016, los cuales indican que en ese año
la mortalidad infantil había aumentado un 30,1 % y la mortalidad materna un
65,8 %, expresa el informe de HRW.
Según
datos de Unicef, en los últimos cinco años prácticamente se habrían duplicado
las tasas de mortalidad infantil, que aumentaron un 76 %, de 14,6 muertes cada
1.000 nacimientos con vida en 2012, a 25,7 muertes cada 1.000 nacimientos con
vida en 2017.
Los
datos correspondientes a un hospital de un estado fronterizo en Venezuela
muestran, por ejemplo, un rápido deterioro de la situación. De 2016 a 2018, las
muertes de neonatos en el hospital aumentaron un 54 %, y la cantidad de muertes
totales de niños y niñas pequeños se duplicó.
También
estarían aumentando las tasas de mortalidad de la población venezolana en
general, aunque los datos son menos recientes y previos a la crisis. Entre 2004
y 2014, la cantidad de muertes cada 100.000 personas aumentó anualmente,
llegando a un aumento de casi un 20 %, de 450 a 537.
Faltan
métodos anticonceptivos básicos. En los hospitales públicos no hay
disponibilidad de preservativos, pastillas anticonceptivas ni dispositivos
intrauterinos desde 2015. Los faltantes en farmacias han generado un mercado
negro de anticonceptivos, en el cual el suministro mensual de píldoras
anticonceptivas, por ejemplo, puede costar 14 veces el ingreso mínimo mensual.
Sobre
el VIH
El
informe de HRW advierte que es difícil estimar las tendencias recientes en la
prevalencia del VIH en Venezuela, dado que ha decrecido sustancialmente la
cantidad de pruebas de detección que se realizan por la falta de material para
realizar las pruebas, y no se han publicado datos de seguimiento sobre nuevos diagnósticos
de VIH desde 2016.
Tampoco
hay estadísticas sobre mortalidad vinculada con el VIH posteriores a 2015. Sin
embargo, según los últimos datos disponibles, se ha producido un fuerte aumento
de las nuevas infecciones por VIH y de las muertes relacionadas con el VIH.
Venezuela es el único país del mundo donde numerosas personas con VIH se han
visto obligadas a suspender el tratamiento debido a la falta de disponibilidad
de medicamentos antirretrovirales.
En
2016, el Ministerio de Salud de Venezuela calculó que 120.000 venezolanos
vivían con VIH. En este mismo año, el Gobierno informó 6.500 nuevos casos de
VIH, es decir, un aumento del 24 % respecto del 2010.
"Nueve
de cada diez pacientes que sufren VIH en Venezuela no cuentan con el
tratamiento adecuado; los antirretrovirales que se requieren para tratar esa
enfermedad; todo esto es el resultado de prácticas y de políticas que han sido
avanzadas, promovidas, por el régimen de Maduro en Venezuela", se dijo en
la rueda de prensa.
Crisis
de nutrición
El gobierno
en disputa de Nicolás Maduro dejó de divulgar datos oficiales sobre nutrición
en 2007. Otras fuentes citadas por HRW sugieren aumentos alarmantes en los
niveles de desnutrición.
En
2018, la FAO indicó que, entre 2015 y 2017, el 11,7 % de la población
venezolana -3,7 millones de personas- estaba subalimentada, comparado con menos
del 5 % entre 2008 y 2013. En febrero de 2019, un vocero de la OMS confirmó que
“Venezuela había sufrido efectivamente un aumento en la cantidad de personas
desnutridas”, basándose en un informe conjunto elaborado por la FAO, la OPS,
Unicef y el PMA.
Un
indicador es el aumento de los ingresos por desnutrición. A principios de 2018,
fue preocupantemente alta la proporción de niños y niñas ingresados en
hospitales con desnutrición aguda (entre el 18 % y el 40 %, en cinco lugares
distintos del país).
A
mediados del pasado año, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría
informó que el 72 % de los niños y niñas que acudían a servicios de urgencia en
los hospitales tenían algún nivel de problemas de nutrición, producto de una
dieta inadecuada.
Impacto
fuera de Venezuela
El
texto señala que el éxodo masivo de venezolanos, -en el entorno de más de 3,4
millones en los últimos años, según la ONU-, está desbordando los sistemas de
salud de los países receptores.
En
ese sentido dijo que es preciso crear e implementar un plan concertado e
integral para asistir a venezolanos desplazados fuera del país, que reconozca
que estos desplazamientos suelen ser por períodos prolongados.
Colombia
es señalado como uno de los países más impactados por el éxodo de al menos 1,2
millones de venezolanos. El informe dice que durante los últimos dos años, en
el departamento colombiano de Norte de Santander, que limita con Venezuela, se
ha experimentado un marcado aumento en los "eventos en salud pública"
entre venezolanos reportados por medio de los sistemas de vigilancia: de 182 en
2015 a 5.094 en 2018.
El
Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública de Colombia (Sivigila) informó
que entre enero y agosto de 2018 se produjeron 2.398 eventos en salud pública
en pacientes extranjeros, casi el triple que durante el mismo período de 2017
(863 casos). Los eventos informados entre personas venezolanas incluyen malaria
(36,8 %), violencia de género (12,6 %), desnutrición aguda en niños y niñas
menores de 5 años (6,6 %), VIH/sida (6,2 %) y tuberculosis (4 %). Los
departamentos donde se informó la mayor cantidad de pacientes venezolanos
fueron Norte de Santander (30,1 %), Guainía (17,2 %), La Guajira (12,8 %),
Arauca (4,9 %) y Vichada (4,3 %).
En
los últimos años, casi 100.000 venezolanos han huido hacia Brasil. En febrero
de 2019, el gobernador de Roraima, fronterizo con Venezuela, firmó un decreto
en el cual declaró que el sistema de salud pública del estado había llegado a
un "estado de calamidad" debido a la creciente afluencia de
venezolanos.
Mujeres
vulnerables
El
texto de HRW indica que en Colombia hay al menos unas 454.000 mujeres migrantes
venezolanas, a la mayoría de las cuales les resulta difícil acceder a servicios
de atención de la salud y enfrentan amenazas de explotación y abuso sexual,
trata de personas y violaciones de los derechos sexuales y reproductivos.
"Más
del 12 % de los eventos en salud pública informados en 2018 se clasificaron
como casos de violencia de género, y algunas evidencias sugieren que las
mujeres de comunidades indígenas están expuestas a riesgos aún mayores",
dice el informe.