Prensa. Infobae.
"Gran
parte de la naturaleza ya está perdida, y lo que queda continúa en
declive", afirman expertos de la ONU sobre Biodiversidad en un informe que
enumera ecosistemas devastados, agua contaminada, aire viciado y cientos de
miles de especies amenazadas de extinción.
La
alarmante conclusión surge de un proyecto de estudio de 1.800 páginas al que
tuvo acceso la AFP al cierre de una reunión esta semana en París de la
Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios
Ecosistémicos (IPBES).
La
naturaleza presta servicios inestimables al hombre como agua, alimento,
energía, material textil, minerales y medicamentos. Por ejemplo, la producción
agrícola, posible gracias a los suelos y a los insectos polinizadores, se
encuentra en constante alza y las capturas de peces aumentaron 50% en los
últimos 50 años.
Más
de 2.000 millones de personas utilizan madera de árbol como fuente de energía.
Y entre 25 y 50% de los productos farmacéuticos provienen de la naturaleza. Las
plantas y microorganismos también desempeñan un papel crucial para filtrar el
agua y el aire. Y la vegetación y los océanos absorben más de la mitad de las
emisiones de CO2 responsables del cambio climático.
Explotación
y contaminación inéditas
Pero
el hombre explota y contamina la naturaleza como nunca antes en la historia. El
resultado es que "hoy en día el 75% del medio ambiente terrestre, el 40%
del medio ambiente marino y 50% de los cursos de agua presentan signos
importantes de degradación", según el proyecto de informe.
Más
de 40% de las tierras son ahora agrícolas y urbanas, y sólo el 13% de los
océanos y 23% de las tierras están clasificados como "vírgenes", en
lugares muy aislados o improductivos. "Más de un tercio de las tierras y
tres cuartas partes de los recursos de agua son utilizados para la producción
agrícola y ganadera", de acuerdo con el texto.
El
deterioro de los suelos redujo la productividad agrícola en más del 20% de la
superficie terrestre, afectando a más de 3.000 millones de personas. Y la
agricultura continúa expandiéndose, sobre todo "a expensas del bosque
tropical".
Entre
1990 y 2015, la cobertura forestal mundial bajó cerca de 6%, de 4.280 millones
de hectáreas a 3.990 millones. Cerca de 60% de la población mundial vive en
ciudades, y por ello las zonas urbanizadas se duplicaron desde 1992, ocupando
principalmente sábanas y llanuras.
La
contaminación es más difícil de evaluar, pero la utilización de fertilizantes
aumentó.
Más
de 80% de las aguas servidas del planeta son vertidas en el medio ambiente sin
tratamiento y al mismo tiempo de "300 a 400 millones de toneladas de
metales pesados, aguas residuales tóxicas y otros desechos son arrojados por
año al agua".
De
este modo, "el 40% de la población del globo no tiene acceso a agua limpia
y potable". Los océanos, en donde se vierten cada año millones de
toneladas de plástico, no se encuentran mejor.
Los
70.000 navíos de la flota de pesca industrial cubren ahora "al menos el
55% de los mares". Además, "cerca del 75% de las principales reservas
de peces" se encuentran actualmente agotadas o sobrexplotadas.
Muertas
en suspenso
Los
científicos estiman en cerca de 8 millones el número de especies animales y
vegetales en el planeta. Pero sólo una ínfima parte de ellas son evaluadas.
Cerca
del 25% de las 100.000 especias estudiadas por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) para su famosa lista roja están
clasificadas en peligro de extinción, y 872 se han extinguido desde hace 500
años.
Pero
el informe del grupo de expertos del IPBES es mucho más dramático: entre
500.000 y un millón de especies estarían hoy en día en peligro.
Extrapolando
a partir de las múltiples evaluaciones de especies, es "probable que al
menos un millón de especies de animales y plantas se encuentran amenazadas de
extinción", indica el proyecto de informe.
Los
científicos, que utilizan otro método de estimación basado en la desaparición
de los hábitats, llegan a la cifra probablemente "prudente" de medio
millón, entre ellos 3.000 vertebrados y más de 40.000 plantas.
Estas
especies están "muertas en suspenso", porque ya se encuentran probablemente
"condenadas a la desaparición" a raíz de los daños provocados a su
hábitat.
Por
Laure Fillon y Amélie Bottollier-Depois / AFP