Prensa.
Meridiano.
Muy
bien fueron palabras de muchos jugadores de la selección y el mismo entrenador
nacional, Rafael Dudamel, “vinimos a jugar seis partidos” y lamentablemente no
se cumplió el objetivo para La Vinotinto.
Al
quedar nuevamente eliminados por Argentina, en los cuartos de final, Venezuela
tiene una nueva “bestia negra” en el torneo de selecciones más antiguo del
mundo. La albiceleste parece haberle tomado la medida a los venezolanos en el
certamen, ya son seis derrotas –en el torneo- ante los de Lionel Scaloni.
Un
cuarto de vaso vino tinto volvió a derramarse. Ya es la tercera vez en la
historia que los criollos no superan esta fase (solo la aprobaron en una
ocasión) y en 2019 quedaron sin cumplir el objetivo principal, que era jugar
los seis partidos de la competición.
En
la presente edición del torneo, Venezuela se tuvo que despedir con sabor más
amargo que dulce, fueron más dudas que virtudes para los de Dudamel en el
campeonato.
Ante
Argentina, los venezolanos apenas tuvieron dos disparos al arco de Armani y es
el punto más débil de la escuadra nacional. La falta de definición hace que no
puedan gritarse goles y mucho menos ganarse partidos.
Wuilker
Fariñez no siempre está bien, como toda persona y futbolista. El guardameta
tuvo responsabilidad en el gol de Giovani Lo Celso, cuando no pudo despejar de
manera eficiente el disparo de Rodrigo De Paul y el jugador del Real Betis
celebró su primera diana del torneo.
El
partido con más posesión de balón y fue un revés. En los tres primeros partidos
de la Copa, Venezuela tuvo un promedio de 42% de goce con la esférica; sin
embargo, en los cuartos de final, tuvo un 59% y significó la única derrota
venezolana en el certamen.
La
delantera tuvo mala puntería. Pese a que Rondón fue el titular, no pudo marcar
ningún tanto el torneo, pero Martínez –con menos minutos- si pudo romper las
redes –ante Bolivia- y Aristeguieta no vio acción durante los cuatro
compromisos.
El
mediocampo pudo haber generado muchas más. El 4-3-3 no favoreció del todo a la
zona medular venezolana, que sí pudo generar más cuando Yeferson Soteldo entró
en acción.
Yangel
Herrera no tuvo su mejor noche, tampoco la peor. Su juego sin el balón fue
extraordinario por el despliegue que tuvo; sin embargo, quedó en deuda cuando
tuvo ocasiones con el balón y se trabó en varias de ellas.
Pese
a las dudas de la escuadra nacional, se suman las bajas de los dos zagueros
titulares Yordan Osorio y Mikel Villanueva, el primero por lesión y el otro por
enfermedad. Ambos fueron líderes defensivos en los primeros partidos y
lamentablemente no pudieron estar en el duelo decisivo de la competición para
Venezuela.
El
consuelo de La Vinotinto es que tiene a la plantilla más joven (de las ocho que
clasificaron) y podría ser un estímulo para la venidera Copa América de 2020 y
las eliminatorias para Catar 2022. ¿Se cumplirá el sueño mundialista? Tocará
esperar…