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El
estudio elaborado por Alí Daniels contempla desde la creación de la
Universidad, en 1082, en la ciudad de Bolonia, Italia, pasando por los
conceptos de autonomía universitaria, libertad académica, sus avances y
retrocesos en el ámbito internacional y en Venezuela, culminando con los
proyectos de la Asamblea Nacional Constituyente, actual, que pretende en forma
sesgada, subyugar estos conceptos al Plan de la Patria.
“La
historia de las universidades es la historia de la lucha por la libertad”. Así
es el nombre del trabajo en el que Alí Daniels descubre que en esa historia se
encuentran las primeras victorias de la libertad de pensamiento sobre el poder
y la arbitrariedad. “Sin duda, -dice-
este es el momento más oportuno para recordarlo.
La
presentación de la investigación se hizo en el marco de un foro con el mismo
nombre, bajo el paraguas de la Red Universitaria por los Derechos Humanos,
RedUni; la Universidad Católica Andres
Bello, UCAB y Cedice Libertad. La RedUni está conformada por la A.C. Consorcio
Desarrollo y Justicia; Asociación Civil Mujer y Ciudadanía; la Universidad
Nacional Experimental del Táchira y el Centro de Divulgación Economico para la
Libertad.
En
el acto intervinieron el doctor José Juárez, decano de la Facultad de
Humanidades y Educación de la UCAB y Tiziana Polesel, en su condición de
presidente de Cedice Libertad y profesora de la misma Universidad.
El
doctor Juárez reconoció el papel histórico de las universidades, instituciones
de gran importancia en la sociedad. Dijo que “Las Universidades son un faro,
que deben ser espacios de crítica, reflexión y libertad”
Por
su parte, Tiziana Polesel destacó la labor de Cedice en sus 35 años de fundada,
cuya misión es divulgar, educar, generar conocimiento y propuestas de políticas
públicas, basados en los principios de
libertad individual, libre empresa, respeto a los derechos de propiedad,
economía de mercado y estado de derecho, bases para lograr una sociedad de
ciudadanos libres y responsables.
“Entre
los programas para el fortalecimiento de la democracia liberal y propiciar una
ciudadanía activa y consciente de sus derechos, -dijo Polesel-, surgió el
Monitor de la Red Universitaria por los Derechos Humanos, RedUni, cuyo objetivo
es monitorear, analizar, investigar, hacer seguimiento y alertas tempranas
sobre la situación de los derechos humanos en la comunidad universitaria en el
país”.
Para
promover la reflexión, el debate y llamar la atención sobre el tema de los
derechos humanos en el ámbito universitario, presentó la investigación del
profesor Alí Daniel “La historia de las universidades es la historia de la
lucha por la libertad”
Daniels
es abogado, egresado de la UCAB, especialista en Derecho Administrativo y un
doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido profesor de pre y
postgrado en su casa de estudios y de pregrado, en la Universidad Metropolitana.
Es director de la ONG Acceso a la Justicia.
La
Universidad
“En el contexto actual, donde la existencia de
diversos extremismos persigue la confusión y alteración de los valores más
básicos, resulta necesaria la búsqueda de los orígenes de las instituciones
para evidenciar que detrás de la fachada de cualquier casa de estudios existe
una historia de lucha por las libertades que ningún régimen puede borrar y
ninguna ideología puede alterar, pues existen principios cuyas bases resultan
tan vinculadas con las libertades del individuo que no pueden ser eliminadas
sin eliminar al mismo tiempo a este último” De ahí destaca la importancia de
recordar que la historia de las universidades es la historia de la lucha por la
libertad de pensamiento sobre el poder y la arbitrariedad.
No
hay autonomía real si no hay autonomía financiera
La
institución universitaria nace del libre desarrollo de la persona, de la
iniciativa particular y de la lucha por defender el conocimiento contra el
abuso y los excesos de poder. “Hoy podemos decir que eso no ha cambiado,
lamentablemente”
En
consecuencia, desde el siglo XIII “tenemos que la libertad o autonomía
universitaria se encuentra entre los primeros derechos reconocidos por el
poder, que, aunque con las limitaciones propias de la sociedad feudal, estos
derechos primigenios son, sin duda, los antecedentes y el origen de las
libertades que muchos siglos después fueron recogidos en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos”.
La
libertad académica ha evolucionado y hoy involucra a la libertad de
participación, de expresión, de manifestación y la libertad de asociación. Su
contenido implica una formación crítica, el desarrollo de la personalidad, la
estructuración del conocimiento, investigación, y ampliación del conocimiento.
La
libertad académica y el proyecto de Constitución
El
doctor Daniels se refiere al Proyecto de Constitución que, presuntamente, está
elaborando la Asamblea Nacional Constituyente y cuyo texto ha salido a la
opinión pública, sin que nadie lo asuma o lo desmienta. Lo cierto, según Daniels es que sería una verdadera
regresión en la historia de las ideas, en la que además de profundizarse la
imposición de una ideología, se entiende el proceso educativo de una manera más
sesgada que en cualquier otro texto constitucional de nuestra historia. El
artículo 107 de la propuesta sería el siguiente:
“El
Estado Popular, Democrático, de Derecho y de Justicia Social, reconoce la
autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los
profesores, profesoras, trabajadores, trabajadoras, estudiantes, egresados y
egresadas de su comunidad participar en el proceso social de producción de
conocimiento a través de la investigación técnica, científica, tecnológica y
humanística, requerida para el desarrollo de la sociedad humana como nación
libre de toda dominación extranjera, soberana e independiente.
Las
universidades autónomas dictarán sus normas de funcionamiento y administración
aplicando los principios éticos, morales de la sociedad humana, para garantizar
la eficiencia, la eficacia y la efectividad en la administración de su
patrimonio, en el marco de la política y el plan nacional de autoformación
colectiva integral, continua y permanente bajo el control, vigilancia y
rendición de cuentas al Estado Popular, Democrático, de Derecho y de Justicia
Social.
Se consagra la autonomía universitaria para planificar, organizar,
elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión en
ejecución del Plan de Desarrollo de la Nación. Se establece la inviolabilidad
del recinto universitario, sin negar la responsabilidad del Estado Popular,
Democrático, de Derecho y de Justicia Social de mantener el orden interno. Las
universidades nacionales experimentales alcanzarán su autonomía de conformidad
con la ley”.
“Obviando
las evidentes faltas de redacción y los errores ortográficos, para referirnos
solo a los avances y retrocesos de la libertad académica, sin duda con el texto
citado nos encontramos en el segundo de estos supuestos, pues no solo se
mantiene la confusión terminológica entre autonomía universitaria y libertad
académica, sino que además se cierran sobre esta última los controles que el
Estado determine a través de lo que denominan «Plan de Desarrollo de la Nación».
De tal modo que todo lo que no esté en consonancia con este podrá ser
catalogado de contrario a la Constitución y por ello declarado nulo”, considera
Daniels en su obra.
Concluye
Daniels que la Constitución de 1999 omite la vinculación entre el desarrollo de
la persona humana y la libertad académica, en tanto derecho de investigar, y la
condiciona exclusivamente al beneficio colectivo y otorga la titularidad del
derecho a elaborar los programas de investigación y docencia a las
universidades, desconociendo la dinámica del proceso educativo y despojando a
los docentes de su legítima titularidad.
El proyecto de Constitución, basado en el
llamado Plan de la Patria, plantea una educación universitaria al servicio de
una ideología y la condiciona a planes estatales en grosero incumplimiento de
los estándares internacionales en materia de libertad académica y en violación
del principio de progresividad de los derechos.