Prensa. Infobae.
Según
indicaron el jueves los servicios de Protección Civil, los turistas fallecidos
son dos rumanos, dos rusos y dos checos, entre ellos dos niños, cerca de
Tesalónica, la segunda mayor ciudad del país. Por lo que, siete personas murieron, entre ellas seis turistas extranjeros, y al menos 23 resultaron heridas en el norte de Grecia a causa de un tornado acompañado de tormentas de granizo, que asoló la noche del miércoles la región de Calcídica.
El
séptimo fallecido es un pescador griego de 62 años que se encontraba en
paradero desconocido, y cuyo cadáver fue reconocido por sus familiares,
indicaron las autoridades. "En
cinco minutos hemos vivido un infierno", declaró a AFP Haris Lazaridis,
propietario de la taberna de Nea Plagia donde murieron una mujer rumana de 54
años y su hijo de 8.
Los
restaurantes y bares de la zona estaban abarrotados en este comienzo de la
temporada estival, cuando de pronto hubo un momento de "pánico". "La
gente empezó a chillar y corrió a esconderse dentro del local", explicó
Lazaridis, detallando que había unas cien personas cuando el techo de madera se
derrumbó a causa del viento y mató a la mujer. Su hijo fue arrastrado por la
ventolera y cayó sobre la puerta de vidrio.
El
jueves por la mañana el paisaje era desolador en esta región turística del
norte del país, donde se declaró el estado de emergencia. Se podían ver coches
volcados, árboles derribados y corrientes de lodo, constató un periodista de la
AFP. Entre los heridos hay cinco niños. "Ha
sido un fenómeno sin precedentes", con "vientos muy fuertes" y
"violentas tormentas de granizo", indicó Charalambos Steriadis,
responsable de Protección Civil en el norte de Grecia.
El
tornado duró unos 20 minutos, según testigos interrogados por la televisión
pública griega ERT. El portavoz del gobierno, Stelios Petsas, indicó que los
vientos alcanzaron los 100 km/h. "Es
un milagro que no haya habido más muertos", declaró Kyriakos Athanasiadis,
un veraneante de 39 años. "Casi todos los restaurantes a la orilla del mar
estaban llenos y se vio volar un montón de objetos de gran calibre, fue
tremendo", añadió.
En
la localidad costera de Kassandra, a unos 70 km de Salónica, la caída de un
árbol mató a un ruso y a su hijo de dos años en un hotel, declaró una fuente
policial. Y en
Sozopoli, otra localidad costera repleta de turistas, una pareja de
septuagenarios checos falleció cuando su caravana instalada en una playa fue
arrastrada por las violentas ráfagas de viento. Su hijo de 48 años y su nieto
de 19 resultaron igualmente heridos.
Y es
que el viento levantó su caravana "como si fuera una caja de
cerillas", cuenta Yannis Karabourniotis, propietario de una taberna de
pescado a pocos metros. "Lo
que ha ocurrido es indescriptible. Todos estos daños se han producido en cinco
minutos", dijo a AFP. "Alrededor de mi local había más de 50 pinos.
La mayoría han sido desraizados o han quedado cortados por la mitad, es una
cosa increíble", añadió.
"Quiero
expresar mi dolor en nombre de todos, lloramos la pérdida de estas almas",
declaró el ministro de Protección del Ciudadano, Michalis Chrisochoidis, que
supervisa las operaciones. El
primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, elegido en las elecciones legislativas
del domingo, anuló su agenda del jueves para gestionar esta catástrofe, indicó
su oficina. Al menos 140 bomberos participaban en las operaciones de rescate,
indicó el responsable de este servicio, Vassilis Varthakoyannis.
Todo
el sector quedó sin electricidad, debido a las tormentas, y los militares
trabajaban para restablecer la corriente. La tormenta se produjo en el norte
del país, mientras que en el resto de Grecia se han registrados temperaturas de
hasta 37 ºC en los dos últimos días.
(Por Vassilis Kyriakoulis – AFP)