Prensa. CNP Trujillo.
La
Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), esa que desde los tiempos de
Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro actúa como un auténtico, moderno y feroz
Tribunal de la Inquisición, le acaba de asestar un nuevo zarpazo y porrazo a la
libertad de expresión, de pensamiento y de opinión.
La
tarde del miércoles 7 de agosto, esbirros al servicio de Conatel sacaron del
aire y decomisaron los equipos de transmisión de la emisora Z 89.1 FM, que
apenas andaba en período de prueba desde la última semana de julio de 2019.
Tiene su sede diagonal a la Iglesia Virgen del Carmen, en Valera, estado
Trujillo.
Esta
arremetida de Conatel ratifica que, al régimen de Maduro, a sus cómplices y
alcahuetes les molesta la libertad de expresión; son alérgicos a las opiniones
y pensamientos que no comulgan con el chavismo ni con el errático y fraudulento
“Socialismo del siglo XXI”.
Una
vez más demuestran que para hacer lo malo y lo perverso sí son capaces,
sumamente eficientes; pero son ineptos, incompetentes e indolentes para
resolver los problemas de salud, de servicios públicos, de seguridad personal,
de educación, de suministro de alimentos y de medicinas que hoy padecen los
venezolanos que todavía residen en la patria del Libertador Simón Bolívar.
Frente
a esta arremetida de los verdugos que cumplen las órdenes de los inquisidores
que mandan en Conatel, desde la Seccional Trujillo del Colegio Nacional de
Periodistas elevamos la voz de rechazo, de reclamo, de protesta y de repudio, y
reiteramos que informar no es delito, y opinar tampoco lo es.
Vaya
nuestro respaldo y solidaridad a los propietarios, directivos y personal de la
emisora Z 89.1 FM. No se rindan ni claudiquen, porque los artículos 57 y 58 de
la Constitución Nacional consagran el derecho a informar de manera veraz y
oportuna, sin censura. Es una garantía que posee el pueblo, y los comunicadores
sociales estamos obligados a cumplirla. Es un compromiso moral y ético.
Colegas
y amigos de la emisora Z 89.1 FM, recuerden lo que el 27 de junio de 1818
afirmó Simón Bolívar cuando circuló el primer número del Correo del Orinoco.
Aquella vez enfatizó: “La palabra es la artillería del pensamiento”. Esa verdad
mantiene plena vigencia.
A
esa verdad que divulgan los medios de comunicación social le temen los enemigos
de la libertad de expresión y los enemigos de la democracia. ¡Hemos dicho! (*)
Secretario General del Colegio Nacional de Periodistas, Seccional Trujillo.
JESÚS SEGOVIA (*)
CNP 7.635
jesus63segovia@yahoo.es