Prensa.
Venezuela RED Informativa. EE.UU.
Soraya
Alcalá es sencillamente “genial”. Carismática, cercana y es muy fácil lograr
con ella una total empatía. Gerencia su tiempo de manera increíble, a pesar de
sus múltiples responsabilidades. Es periodista, publicista y locutora.
Productora de Radio, Cine y TV. Actriz y conferencista destacada de larga
trayectoria en crecimiento personal, autoestima y asertividad, entre otros.
En
1992 incursiona en Radio Mágica 99.1 FM en la ciudad de Caracas, logrando desde
su primera audición radial ser seleccionada como locutora estelar de las tardes
y agregándose con un programa de Reggae, producido por la estación los fines de
semana. A los 3 meses fue llamada por la cadena Unión Radio Venezuela para ser
contratada en Éxitos 94.9 FM como locutora estelar. Comienza en la estación y
paralelamente crea el programa de radio «Estilos», colocándose como número 1 en
la radio.
Me
comentaba una amiga periodista de ambas, que la vio actuando en Miami en la
comedia “Monólogos con la vagina” y que fue tanto lo que la hizo reír que
¡lloraba! y cada vez que se recuerda se vuelve a reír a carcajadas.
Soraya
es la menor de tres hermanos, a quienes ama infinitamente. Ellos viven en
Venezuela. Gran parte de su infancia los pasaba en el estudio de
radiotelegrafista y de locución de su padre, Víctor Manuel Alcalá, quien
fallece a la temprana edad de los 36 años. Lleva en su ADN su pasión por el mundo
de los medios de Comunicación Social.
Es
del signo libra, como lo es también mi padre. Cumple años el próximo 23 de
septiembre. Ama la comida italiana. Sus dos libros favoritos: «Cien años de
soledad» y “Desiderata” que, como ella dice, más que un libro es un poema
magistral en prosa publicado en 1927 por Max Ehrmann, poeta y escritor
estadounidense. Este libro se lo regaló un novio cuando tenía 17 años y ahora
es parte de su visión en la vida.
-Te
fuiste de Venezuela hace 17 años. Viste el desastre del país antes que muchos
compatriotas, que les parecía una exageración cuando se decía que lo que nos
venía era algo igual o peor que Cuba. Cuéntanos, ¿por qué te vas del país a los
pocos años de llegar Chávez al poder?
-En
esa época me había mudado a la Isla de Margarita, trabajaba para la Cadena
Unión Radio, tenía el show estelar, “Estilos”, después de la tragedia del
estado Vargas en 1999 la isla sucumbió a la crisis política y económica, había
apoyado públicamente a Irene Sáez en su candidatura para la gobernación de
Nueva Esparta, estaba clarísima que no apoyaría a Hugo Chávez. Irene renunció y
me negué a trabajar en campañas de los simpatizantes y fanáticos de la
izquierda. El deterioro, la delincuencia y el abuso de poder eran visibles. Fui
víctima de robos, manipulaciones e intimidaciones. No quise que mi hija
creciera en comunismo.
-En
esos momentos que te vas de Venezuela, tu columna ESTILO era la número 1 en el
Oriente del país. Encajaba en el incipiente ¡glamour! de Marisabel Rodríguez
como Primera Dama, que tenía un rostro muy bonito. Tu espacio no era en verdad
político-militar. ¿Qué fue lo que pasó?
-En
ese momento y por muchos años mi show de radio «Estilos», era el número 1 en el
Oriente del país. La isla de Margarita fue el primer foco populista de los
aliados de Chávez, no contra mí, era contra todo aquel que no complaciera la
nueva ola política. Era la época cuando muchos veían el cambio como “la
salvación” y el voto castigo para los gobiernos de turno. Marisabel Rodríguez
era la parte “angelical” del plan malévolo del comunismo, en mis programas
siempre había espacio para la polémica y la crítica. Yo era franca ante
cualquier tema, incluso político.
-¿Qué
te quedó de tu experiencia con Irene Sáez, nuestra querida Miss Universo 1981,
en la isla de Margarita, cuándo ella aspiró a la candidatura de gobernadora del
Estado Nueva Esparta? ¿Qué pasó en Margarita? ¿Qué aspectos del gobierno viste
que te dejaron sorprendida o “asqueada” cuando estuviste trabajando con Unión
Radio Venezuela en Nueva Esparta?
-Yo
creía en la candidatura y la buena fe de Irene Sáez, por eso la apoyé,
lamentablemente creo que ella no midió a su competidor, nadie pensó que sería
el próximo dictador de la historia de Venezuela después de Pérez Jiménez.
Pensarás que es frívolo mi comentario, pero una mujer como Irene no podría
soportar vivir en una isla, sudaba horrores en las campañas, se veía incómoda
por el clima y el cabello. Como decimos los venezolanos, “no pegaba” con el
pueblo. Trató de hacer algo parecido a Chacao, pero Margarita era otra cosa,
totalmente diferente. No dio tiempo para que Irene mostrara un trabajo político
en la isla. Creo que ella no renunció solo por su embarazo de alto riesgo, ella
sabía a quienes se enfrentaba y el poder que tenían.
-¿Cómo
ha sido tu experiencia en los 17 años que tienes residenciada en Florida, USA?
Incluso ya eres ciudadana norteamericana…
-Difícil
y al mismo tiempo ¡maravillosa mi experiencia. El aprendizaje como ser humano
de ser inmigrante es lo más difícil que he vivido. Llegué sin saber lo que me
esperaba, vine a Estados Unidos solo por unas vacaciones y la vida me cambió.
Soy orgullosamente venezolana-americana y aprendí a manejar las dos culturas.
Soy una venezolana bendecida, a mí este país desde el primer día me ha tratado
bien, aún con los obstáculos y las tristezas soy de las que cree que no importa
de dónde vienes, importa qué vas a hacer con lo aprendido.
-La
gente que se va para USA me cuenta que trabaja muchas horas. Los momentos
libres no abundan, ni es tan «Disney» como creen algunos que no viven en los
Estados Unidos. Los venezolanos siempre fuimos “fiesteros”, algo glamorosos y
cuando se van para otros rumbos, nos acusan que somos “poco humildes” y que
tenemos el ego muy arriba. ¿Cuál es la enseñanza que te ha dejado la primera
potencia del mundo y que te hizo ciudadana norteamericana?
-En
todos los países se tiene que trabajar, y más cuando tienes el privilegio de
vivir en la primera potencia del mundo. Hay que luchar, esforzarse más. Tenemos
millones de personas con diferentes culturas, idiomas y destrezas. Aquí nada es
fácil ni gratis. Este país no es para el que quiere, es para el que puede. Todo
está calculado para el comercio y un dólar cuesta ganártelo. La calidad de vida
depende de tus logros, yo aquí he trabajado en mi carrera desde que llegué, a
puro pulmón, con dedicación, pasión, sin mirar a los lados, y con la certeza de
que lo que hago deje huellas, no cicatrices. He tenido tiempo para todo,
incluso para hacer de mis amigos una nueva familia. Depende de cómo organizas
tu vida. Y con relación al ego, es verdad, hay mucho venezolano ridículo que no
quiere aprender de las terribles lecciones que nos han tocado. A mí me lo dicen
en mi cara, generalizan, pero se los digo: no todos somos iguales. Hay
venezolanos extraordinarios regados por el mundo, y muchos le hemos bajado
“tres rayitas» a los que nos acusan de egocéntricos.
-¿Cómo
ves a Venezuela cada día desde USA? Tienes muchos afectos cercanos en el país
que te vio nacer, en el cual mucho se sufre y muchos hemos perdido peso de
manera notoria. Suponemos que tu familia, al igual que la mayoría del país,
muchas veces se angustian y tú desde tan lejos llorarás a cántaros porque no
estás cerca como lo desearías.
-Sufro,
he vivido de cerca ese dolor. Desde que llegué a Estados Unidos he sido
activista, no he descansado por devolverle la libertad a mi país. Cada año es
peor, es duro, es cruel. A veces me despierto con pesadillas, llorando por mi
familia, el horror del comunismo no distingue, el caos le llegó tanto al vecino
de Catia como al del Caracas Country Club.
-¿Cómo
crees que saldremos de esta dictadura? Por primera vez en mucho tiempo, a un
presidente de Estados Unidos, como es el caso de Donald Trump, se interesa de
manera tan cercana de un país como Venezuela. ¿Qué fue lo que vio Trump que no
vio Obama con respecto a nuestro país?
-No
puedo hablar por el Presidente Trump, pero sí te puedo decir que solo salimos
de esta narco-dictadura con una intervención humanitaria internacional. Si los
políticos de turno no entienden que se acabó el país, el oportunismo, “la
viveza criolla”, que perdimos todos, veremos más desgracias, ya no es una
situación política, no, los sinvergüenzas del gobierno son delincuentes de alta
peligrosidad, están siendo solicitados internacionalmente por delitos, esto no
es un juego. Ellos no protegen el poder, saben que si caen van presos y son
repudiados en el mundo entero.
-Tú
eres una venezolana con nacionalidad norteamericana. Ya tienes una vida hecha
en USA con tu esposo y tu hija de 23 años. Si se termina de manera definitiva
la dictadura en Venezuela, ¿te vendrías a Venezuela? ¿Supongo que desde el
punto de vista emocional y de arraigo, no volverías otra vez de manera
definitiva por tu hija?
-Estoy
lista para regresar a reconstruir el país, a ayudar, a emendar, de hecho, un
grupo de venezolanos, líderes comunitarios, estamos organizando ese “regreso”.
Pero ya le quité una vez el derecho a mi hija de crecer en una familia
completa, la vi crecer prácticamente sola en Estados Unidos, nada recompensa el
amor de la familia, los abuelos, tíos, primos, esa Venezuela donde yo crecí, no
es lo mismo, no lo haré más, me quedo donde por obligación creció mi hija. No
quiero separarme de ella nunca.
-¿Cuál
es tu mensaje de esperanza para los venezolanos desde Ohio, desde donde te
encuentras?
-Si
cambiamos de actitud, cambiamos el país, Venezuela se levanta. Será el país más
impactante del mundo, si sale el gobierno y sus colaboracionistas del poder, y
aprendemos de estos 20 años de dolor extremo.
Por Trinidad
Martel.