La
Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó el martes a los gobiernos de
Latinoamérica y el Caribe a mantener las medidas de distanciamiento social.
Prensa. Diario Las Américas.
“Implementar
las medidas requeridas para frenar el COVID-19 puede provocar trastornos, pero
no hacerlo sería arriesgar la prolongación de esta crisis”, manifestó Carissa
Etienne, directora de la OPS. “Quitarlas demasiado pronto podría tener el
efecto opuesto y llevar a una segunda ola de casos de COVID-19, extendiendo el
sufrimiento y la incertidumbre socioeconómica en el largo plazo”.
En una videoconferencia
desde la sede de la organización en Washington, Etienne pidió a los gobiernos
que “no se equivoquen” porque la actividad económica sólo regresará a su
plenitud cuando la gente se sienta a salvo y sienta que las autoridades están
haciendo todo a su alcance para protegerla.
Más de 1,9 millón de
personas han contraído COVID-19 en todo el mundo y 123.000 han muerto, de
acuerdo con el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad
Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las
autoridades de salud de cada país. Más de 465.000 se han recuperado.
En la región se registran
más de 65.500 contagios y unas 2.700 muertes. El gobierno mexicano negó que
falten insumos para proteger al personal de la salud que atiende a los
pacientes con COVID-19 y pidió a la sociedad que denuncie si alguien está
obstaculizando su entrega en medio de las protestas del personal sanitario.
El vocero del gobierno
mexicano para la pandemia, Hugo López-Gatell, insistió en una conferencia de
prensa junto al presidente Andrés Manuel López Obrador que los equipos de
protección fueron adquiridos, transportados y entregados. “Si no están donde
deben estar, alguien está obstaculizando”, agregó.
Las primeras grandes
compras de insumos llegaron este mes a través de un puente aéreo con China.
Según López-Gatell, el material se envió a los almacenes estatales, luego a los
locales y después a las unidades de salud. Pero el Instituto Mexicano del
Seguro Social reconoció recientemente la existencia de brotes de coronavirus en
cinco hospitales públicos, la infección de al menos 535 sanitarios y la muerte
de nueve.
El gobierno ha atribuido
las protestas en algunos centros de salud y las denuncias públicas, en algunos
casos de artistas o personajes populares, a cuestiones políticas. México
agilizó esta semana la contratación de médicos y enfermeras, cientos de los
cuales se amontonaron para entregar sus papeles con la esperanza de poder
conseguir un trabajo.
“La falta de insumos
siempre ha existido pero ahorita todo el mundo está más alterado... la
incertidumbre es mayor”, comentó Álvaro Martínez, un anestesiólogo que esperaba
su turno sentado junto a su esposa en un centro de reclutamiento del este de la
Ciudad de México. López Obrador reconoció recientemente que no hay disponibles
“todos los especialistas que requiere el país” y por eso se inició la
contratación.
En México se han
registrado 4.682 contagiados y 332 muertos.
Por su parte, la
vicepresidenta colombiana Marta Lucía Ramírez enfatizó que hay que empezar a
fabricar productos sanitarios en Colombia, ya que en su mayoría son importados,
lo que no sólo ayudará a aplanar la curva de contagios sino también a combatir
el desempleo. Para ello se ha convocado a las empresas textiles para que
confeccionen indumentaria de bioseguridad para el personal médico, de
enfermería y acompañantes de los pacientes.
El presidente Iván Duque,
en tanto, señaló la noche del lunes que cumplidos los primeros 19 días de una
cuarentana obligatoria -que se extenderá hasta el 27 de abril- “todos nosotros
tenemos que seguir preparándonos y adaptarnos” y que “por un tiempo vamos a
retomar nuestra vida productiva pero no vamos a retomar nuestra vida social”. Duque
agregó que hasta el momento se han reportado 2.740 personas contagiadas y 112
fallecidas. A su vez se les han realizado pruebas a 44.778 personas con
resultado negativo.
Chile renovó el cierre de
todas sus fronteras y mantuvo su política de “cuarentenas dinámicas” en
ciudades y grandes barrios. Estas cuarentenas se complementan con un promedio
de 2.700 pruebas diarias para detectar y aislar a los portadores del nuevo coronavirus.
Desde la llegada de la enfermedad al país el 3 de marzo se han realizado 87.800
exámenes, dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich. Agregó que en el país hay
7.443 casos positivos y 92 fallecidos.
Además, se declaró
obligatorio el uso de mascarillas en el transporte público y en lugares donde
se congregan personas. Por la noche rige un toque de queda y están cerrados
todos los centros de esparcimiento. También están prohibidas las visitas a
prisiones y hogares de ancianos y menores.
En Argentina -donde hay
2.176 infectados y 101 fallecidos- la secretaria de Acceso a la Salud, Carla
Vizzotti, señaló que la cuarentena obligatoria que se prolongará hasta el 26 de
abril está "teniendo un impacto positivo" en el control de la
transmisión del nuevo coronavirus.
Indicó que las 116
personas internadas en unidades de terapia intensiva "no tensionan el
sistema de salud" y que el número de dados de alta se ubica en torno al
24,5% de los casos. Los casos confirmados subieron a 745 en Cuba y 21 muertos,
según las autoridades sanitarias. Unos 2.500 pacientes estaban ingresados en
hospitales de la nación caribeña bajo vigilancia epidemiológica y unas 7.000
personas restringidas a sus hogares mientras se estudian las cadenas de
contagio.
Mientras, las autoridades
continuaron el cierre de barrios o localidades en la medida en que se confirman
casos, instalando cuarentenas específicas, desinfectando calles, automóviles y
equipos que pasan por el lugar e incrementando las visitas a cada casa para
detectar personas con algún síntoma, verificar el estado de los ancianos que
viven solos o entregar gotas homeopáticas.
Las calles y avenidas
principales lucían vacías y el transporte público y privado continuaba
paralizado; aunque todavía se reportaban colas en lugares de venta de alimentos
y aseo -el Estado prohibió todo el comercio que no sea de estos rubros-.
El Ministerio de Salud de
El Salvador emitió un nuevo decreto ejecutivo para regular la cuarentena y
declaró a todo el territorio nacional como zona epidémica sujeta a control
sanitario. El decreto, que tendrá una vigencia de 15 días, obliga a la
población a mantenerse en resguardo domiciliario obligatorio y salir de su casa
sólo en casos autorizados. Si una persona incumple la medida será retenida y
evaluada por personal médico y si se identifica como caso sospechoso será
enviada a una cuarentena controlada por 30 días.
Según un informe oficial
del ministerio, El Salvador registra 149 casos confirmados y seis fallecidos.
De todos los casos, 118 personas llegaron a El Salvador después de visitar
países con presencia del coronavirus y fueron enviadas a centros de contención
para que cumplieran una cuarentena de 30 días, de acuerdo con las autoridades. La
ministra de Gobierno de Ecuador, María Paula Romo, dijo que la cifra de
fallecidos a causa del COVID-19 en el país se elevó a 355 y a 7.174 la de
contagiados.
Por la tarde, desde
Panamá, el gobierno informó que gestiona un préstamo de 300 millones de dólares
al Banco Interamericano de Desarrollo para ayudar a las micros y pequeñas
empresas y al sector agropecuario en medio de la pandemia. Antes, Panamá -el
país que más casos y muertes por el nuevo coronavirus ha reportado en América
Central- recibió 1.000 millones del FMI y de otros organismos multilaterales
con el fin de mantener la mayor cantidad de empleos posibles. Fue también el
primer país en la región en hacer una emisión de deuda por 2.500 millones en el
mercado internacional al inicio de la crisis. Se prevé que la economía, que
pasa por un periodo de desaceleración, crezca por el orden del 2% o inferior a
esa cifra este año debido a la pandemia.
Panamá está batallando por
lograr aplanar la curva de los contagios en medio de una cuarentena indefinida
que rige desde fines de marzo y que según los asesores del Ministerio de Salud
ha logrado evitar al menos 6.000 contagios más. Hasta el lunes se reportaban
3.317 con la infección, 94 muertos y 61 recuperados.
En la mayoría de la gente
este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres
semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes
padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e
incluso la muerte.
FUENTE: Con información de
AP