Prensa. Muy
Interesante.
La conectividad WiFi nos ofrece la posibilidad de poder
conectarnos a internet fácilmente desde cualquier lugar donde nos encontremos
dentro de casa, siempre y cuando, claro está, dispongamos de la suficiente
señal como para que la transmisión de los datos sea lo más limpia posible, sin
pérdida de velocidad.
Sin embargo, es bastante probable que en diferentes
momentos te hayas enfrentado a uno de los mayores inconvenientes de este tipo
de conexión: la existencia de una señal débil, lo que podría ser debido a que
nuestra red inalámbrica doméstica carezca de la intensidad o el alcance
adecuados, ya sea por obstáculos que originan una reducción en la intensidad de
la señal, interferencias de otros dispositivos que también envían ondas de radio,
o incluso problemas técnicos relacionados con el dispositivo receptor.
En los últimos años, se han lanzado al mercado
diferentes soluciones que pueden ser más o menos útiles, acabando en muchos
casos con la mayoría de problemas relacionados con la pérdida de señal de la
conexión WiFi. Un ejemplo lo encontramos en los amplificadores de señal, que
básicamente se encargan de ampliar el espacio de cobertura de la red WiFi al
amplificar o potenciar las señales ya existentes.
En resumidas cuentas, ofrecen la posibilidad de
permitir que todos los dispositivos inalámbricos que se encuentren dentro de
ese espacio de cobertura ampliado puedan conectarse a internet, o a una red
inalámbrica similar (en caso de que haya sido configurado para tal fin). Así,
tanto si nuestra casa cuenta con una sola planta, pero es bastante amplia, como
si disponemos de varios pisos, es una opción excelente para que la conectividad
llegue a prácticamente todos los lados.
Pero pueden tener un problema: lo más probable es que
necesitemos más de un dispositivo, por lo que, en ocasiones, requiere una
inversión económica. Por suerte, ¿sabías que si tienes en casa un router
inalámbrico olvidado desde hace tiempo y que no usas, lo puedes configurar para
amplificar la señal WiFi? En este caso, es cierto, no se trataría de una
amplificación de la señal como tal, sino que al conectarlo mediante
conectividad Ethernet al router principal, este segundo enrutador funcionará
como un extensor de la señal, al disponer también de su propia conectividad
inalámbrica.
Utilizando un segundo router como punto de acceso
En primer lugar, es necesario determinar la dirección
IP y la máscara de subred de nuestro enrutador principal, que es aquel que está
conectado al módem, o directamente a la red de fibra. Para averiguarlo, una
opción sencilla en Windows es abrir la aplicación de símbolo del sistema y
escribir el comando ‘ipconfig / all’. Tendremos que anotar la dirección IP que
aparezca como valor para “Puerta de enlace predeterminada”. En caso de utilizar
Mac, solo tenemos que abrir la ventana de Terminal, escribir el comando ‘route
-n get default’, y anotar el valor de la puerta de enlace.
Pongamos un ejemplo: imaginemos que la dirección IP de
nuestro router principal es 192.168.30.1, y la máscara de subred 255.255.255.0.
Ahora debemos abrir nuestro navegador web y escribir la dirección IP del
enrutador, para acceder al panel de control router. Una vez dentro, debemos
acceder al apartado de Configuración inalámbrita, y tomar nota del modo
inalámbrico, el canal y el SSID. Al igual que apuntar la contraseña si hemos
decidido proteger nuestra conectividad Wi-Fi, así como el modo de seguridad
usado (WPA, WEB o WPA2).
Ahora le llega el turno a configurar nuestro segundo enrutador como repetidor. Para ello, debemos restablecer este segundo enrutador con los valores predeterminados de fábrica. ¿Cómo conseguirlo? Muy sencillo: presiona el botón de restablecimiento que encontrarás en la parte trasera, con la ayuda de un alfiler, durante unos 10 segundos.
Ahora conectamos este segundo enrutador a nuestro
ordenador con la ayuda de un cable Ethernet, y colocamos el extremo del cable
en cualquiera de los puertos LAN del enrutador. Evidentemente, el router debe
estar encendido.
Abrimos nuevamente el navegador web e introducimos la
dirección IP 192.168.1.1 (dado que es la más probable). Eso sí, en caso de que
se trate de un router del fabricante Linksys, puedes intentar acceder a través
de la dirección 192.168.0.1.
Una vez dentro de la configuración del router, debemos
cambiar los valores establecidos para la conectividad inalámbrica, el canal, el
modo de seguridad y la contraseña. Recuerda que estos datos deben coincidir con
los que hemos encontrado en el panel de configuración de nuestro router
principal. Aunque sí es recomendable utilizar un nombre SSID diferente, para
poder identificar y diferenciar mejor ambos dispositivos.
Luego debemos cambiar el modo actual establecido para
la Puerta de enlace, a Enrutador. En algunos router puede aparecer como NAT. Si
es así, debemos deshabilitarlo. A continuación, es imprescindible desactivar también
el servidor DHCP para evitar incidencias innecesarias.
Finalmente, cambiamos la dirección IP de nuestro
segundo enrutador a cualquier dirección IP libre, pero dentro del mismo rango.
Por ejemplo, si la dirección IP del router principal es 192.168.30.1, podemos
asignar de forma segura una dirección IP fija como 192.168.30.2 al router
secundario que servirá de extensor. Guardamos y cerramos.
Ahora que hemos configurado ambos router, debemos
conectarlos entre sí con un cable Ethernet. Solo debemos escoger cualquiera de
los puertos LAN que se encuentren libres, en ambos dispositivos. ¡Listo! Ya
disponemos de nuestra señal WiFi perfectamente amplificada.
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