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Si alguien alguna vez creía que por estar haciendo uso de contenidos digitales iba a estar exento, en algunos casos, del pago por concepto de impuestos, pues le contamos que varios países de América Latina ya están comenzando a aplicar algunos tributos en ese sentido.
La economía digital no está exenta de gravámenes. El
famoso Impuesto al Valor Agregado (IVA) está comenzando a ser aplicado a los
servicios y productos digitales. Y les contamos por qué.
De acuerdo con el informe Panorama Fiscal de América
Latina y el Caribe 2020, de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (Cepal), un gran número de empresas multinacionales, que proveen bienes
y servicios a través de plataformas digitales, pueden seleccionar la locación
de residencia o centros de operaciones en función de la presión fiscal que
enfrentan en cada región.
Posteriormente, transfieren sus utilidades gravables hacia
jurisdicciones de baja o nula tributación, lo que a su vez agudiza el problema
de la evasión y la elusión fiscal a escala internacional.
En razón de lo antes expuesto, algunos gobiernos, en
aras de evitar la evasión fiscal, han implementado el cobro de IVA a esta
suerte de plataformas digitales, proceso que fue iniciado en Latinoamérica en
2018 por Argentina, Colombia y Uruguay, los cuales aplicaron este impuesto
digital de 21%, 22% y 19%, respectivamente.
Durante el pasado año, según reporta la Cepal, en
Argentina la legalización de tales gravámenes supuso al fisco ingresos de unos
22 millones de dólares en el primer trimestre de 2019. En Uruguay fueron
recaudados 18,4 millones de dólares durante los primeros cinco meses del mismo
año.
Mientras tanto en Colombia, y de acuerdo con lo
informado por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, en enero del año
pasado se recaudaron aproximadamente 12 millones de dólares por concepto de IVA
a los servicios digitales, correspondiente a las operaciones efectuadas durante
el segundo semestre de 2018.
Y para complementar, durante el pasado año tanto
Ecuador como Paraguay comenzaron a adoptar cambios en sus legislaciones que les
permitirán aplicar el IVA sobre una importante cantidad de servicios provistos
a través de las principales plataformas digitales de entretenimiento y de
transporte.
Chile y México, aunque han sido de los últimos en adicionarse
a esta iniciativa, están conscientes de la necesidad de comenzar a cobrar
tributos por este concepto. Bolivia, Perú y República Dominicana avanzan en el
mismo sentido para que los servicios digitales prestados desde el exterior
paguen el IVA.
El boom se extiende por toda la región. Ya se verán los
resultados para estos países que se están adentrando a la era de los impuestos
a los servicios digitales…
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