En Venezuela, hay zonas endémicas de hipertensión asociada al
embarazo, donde la incidencia de la patología hipertensiva gestacional puede
llegar hasta un 21%, advierte el doctor Daniel Márquez, perinatólogo y
gineco-obstetra del GMSP.
Prensa. Comstat Rowland.
Los trastornos
hipertensivos del embarazo constituyen hoy día una de las 3 principales causas
de mortalidad materna en el mundo, ubicándose en la segunda posición, detrás de
los trastornos hemorrágicos obstétricos. Tienen una incidencia a nivel mundial,
entre un 5 y un 10%; sin embargo, esta estadística puede llegar a un 17% en
pacientes nuligestas (sin historia de embarazo previo), e incluso, hasta un 20%
en zonas mundiales que se consideran endémicas para hipertensión asociada al
embarazo.
Así lo señaló el doctor
Daniel Márquez, perinatólogo y gineco-obstetra del Grupo Médico Santa Paula
(GMSP), quien explicó que “Venezuela no escapa de esta realidad. Existen zonas
como la costa del estado Falcón, el norte del Estado Miranda, o la zona
Sur-oriental del estado Bolívar, donde podemos encontrar una incidencia
(trastornos hipertensivos del embarazo) que puede llegar hasta un 21%”.
Complicaciones por la
hipertensión
Una gran cantidad de
complicaciones potenciales para la madre, asociadas a una crisis hipertensiva,
pueden condicionar compromiso cerebral, renal, ocular y cardiovascular, además
de alteraciones gestacionales como la restricción del crecimiento fetal y el
compromiso hemodinámico del bebé, secundario a un ambiente intrauterino
negativo e inadecuado, casos que son atendidos por el grupo de especialistas
del GMSP.
No existe un tratamiento
específico para el manejo de la hipertensión en el embarazo; la piedra angular
se sustenta en el mejor control posible de la tensión arterial, para prevenir
las complicaciones potenciales, tanto maternas como fetales y, finalmente,
decidir de manera precisa y oportuna el mejor momento para el nacimiento del
bebé.
“En el GMSP contamos con
la Unidad de Perinatología y Medicina Materno Fetal, donde, un grupo de
especialistas, docentes universitarios y profesionales de primer nivel,
atendemos la patología hipertensiva asociada al embarazo; además de la Unidad
de Atención Neonatal, que permite el manejo conjunto del recién nacido
prematuro y de bajo peso al nacer”, según expuso el doctor Márquez.
La preeclampsia y el
Síndrome HELLP
Por ser diversos los
trastornos hipertensivos del embarazo, los expertos los clasifican en función
de su severidad, siendo la hipertensión gestacional la expresión menos
severa. El doctor Márquez señaló que,
existen eventos como la preeclampsia, la preeclampsia grave y otras
complicaciones mucho más complejas y de alta morbimortalidad, como la eclampsia
(Convulsiones seguidas que llevan al coma) o el Síndrome HELLP, que es una
complicación multisistémica del embarazo.
Múltiples factores pueden
predisponer la hipertensión asociada al embarazo en una gestante, entre ellos,
las edades extremas de la vida. “Es mucho más frecuente en mujeres que se
embarazan antes de los 18 años de edad y por encima de los 35 años; en la
población afrodescendiente; en pacientes que cursan con su primera gestación, o
en grandes multíparas -mujeres con cuatro o más gestaciones anteriores-. De
igual manera, la hipertensión en embarazo previo y, sobre todo, en pacientes
hipertensas crónicas, es decir hipertensas antes de la gestación actual. Estos
son los factores de riesgo más importantes junto a las alteraciones metabólicas
como la diabetes, obesidad o algunas alteraciones inmunológicas”, refirió
Márquez.
Controles para la
embarazada hipertensa
Para el especialista, un
adecuado control del embarazo permite establecer las estrategias profilácticas
para tratar de prevenir o anticipar la hipertensión asociada a la gestación y
comenzar el control, tanto de la madre como del feto, a través de herramientas
de ultrasonido, donde el Doppler juega un papel fundamental.
“Hoy en día son los elementos de vigilancia
antenatal más relevantes. La paciente debe estar sometida a un seguimiento
especializado periódico y a la realización de exámenes de rutina. Desde el
punto de vista técnico, la apreciación mediante el eco Doppler, de los flujos
de sangre a nivel de las arterias uterinas maternas, entre la semana 11 y la
semana 22 de gestación, nos permite estratificar e identificar la población de
riesgo para hipertensión asociada al embarazo”.
Una vez establecida la hipertensión en la gestación, el manejo es complejo y se sustenta en el control de las cifras tensionales y en la vigilancia muy enfática de las potenciales complicaciones que puedan surgir. “Siempre buscamos lograr alcanzar la mejor edad gestacional, en las mejores condiciones posibles, tanto maternas como fetales, para decidir la interrupción de la gestación”, expuso el experto. Se estima que 1 a 2 de cada 10 pacientes que sufren hipertensión asociada al embarazo pueden continuar hipertensas posterior al nacimiento de su bebé, como una consecuencia a largo plazo.
Adicionalmente los trastornos hipertensivos del embarazo incrementan la necesidad de cesáreas de emergencia y, por ende, los nacimientos anticipados. De allí que, contar con la Unidad de Perinatología y Medicina Materno Fetal; y con una con una equipada y robusta Unidad de Atención Neonatal es una prioridad para el GMSP y su equipo de especialistas. Para conocer más de los servicios que ofrece el GMSP pueden comunicarse al 0414 2546422 o seguirlos en Instagram a @grupomedicosp y @unifem_ac
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