Crónica. Aljer “Chino” Ereú.
Ojos que
titilaron
en desiertos
ardientes
y
melancólicos.
Pensamientos
que se tiñeron
de azul como
el mar.
Pies que
transitaron
caminos que
anhelaban
su andar.
Manos que
abiertas
contaban sus
triunfos
y derrotas.
Sì, fue él, el
palestino
políglota,
un mortal
con dos
patrias,
y en su
corazón
una sola.
SINOPSIS.-
La historia de
Emilio Juan Abunassar Tabalach bien pudiera ser el argumento original de una
valorada obra literaria basada en una vida protagónica, tan cerca del contexto de la novela “Las Uvas del
Tiempo” del aclamado John Steinbeck, ganador del nobel de literatura y autor de
conocidas obras, escritor que inserta en la
trama principal de su narrativa, la lucha de una familia que emigra al
país del sueño americano en búsqueda de mejores oportunidades, sorteando toda
clase de vicisitudes.
Mientras que
el sueño de Abunassar por asignes del destino no estaría signado para el norte,
cambiaria de latitud, sería para la
Venezuela de los años treinta del
siglo pasado, que pone sus ojos y empeño de triunfo. Decidido recoge sus
bártulos y sale del estado de Palestina, ubicado en el Levante Mediterráneo del
Próximo Oriente, con el propósito de lograr sus quimeras, hecho que con trabajo
y responsabilidad lograría en nuestra tierra, haciéndose un guasdualiteño de
labor y respeto. Sin vacilamiento puede afirmarse que, la existencia terrenal
de este estimable y universal hombre estuvo marcada por el firme deseo de superación y compromiso, así como por su
total honestidad, virtudes que mantuvo inalterables hasta el final de sus días,
siendo gratamente recordado por quienes tuvieron la ventura de conocerlo.
En ese
orden, poco a poco fuimos conociendo
aspectos privativos del señalado, al
punto de motivarnos a estructurar una espontánea recopilación de vida que se
presenta en los párrafos siguientes, esto como forma justa de valorar nuestra
complexa y heterogénea genética guasdualiteña, para así mantener en alto el
valor de nuestro gentilicio, linaje local que ha demostrado en el tránsito
presuroso del tiempo crecerse ante las dificultades, superarlas y abrir camino
con pasos resueltos, por lo que me resulta grato invitarlos a conocer
parte de lo que fue la existencia digna
y útil de este buen hombre.
RESUMEN DE
VIDA.-
PRIMEROS AÑOS
Emilio Juan
Abunassar Tabalach asoma al mundo el 06 de marzo de 1901, en Nazareth (ciudad
bíblica en la región de Baja Galilea de Israel)
en el hogar conformado por Juan Abunassar y Jamile Tabalach, una pareja
de maestros dedicada a la enseñanza pública, en el inicio del llamado siglo de
la vanguardización, mismo año cuando se establece el Fondo Nacional Judío en el
V Congreso Sionista en Basilea, cuyo objetivo era adquirir Palestina y
judaizarla.
Sus primeros
abriles transcurren en su tierra natal bajo el techo familiar junto a sus
hermanos Amira, Nassra, Amín, Joseph, Amine y Baheye. De sus genéticas
patriarcales al igual que su hermano Amín hereda la facilidad para la cultura
lingüística, llegando con los años a ser considerados poliglotas aventajados.
Siendo un entrado adolescente emigra hacia la República Árabe de Egipto, en el país bañado por el Mar Rojo
se emplea en el Canal de Suez (unión del golfo con el Mar Mediterráneo) en
labores se mantendría allí por pocos años.
Dispuesto a
lograr sus metas fija rumbo a Marsella (sur de Francia) realizando un periplo
por buena parte de Europa, permanece en el antiguo continente hasta inicios de
la década de los treinta del siglo pasado. En 1932 pisa tierra americana, sería
en Guantánamo (Cuba) donde es contratado en una modesta perfumería. En la bahía
caribeña entabla buenas amistades con otros foráneos que veían en el territorio
sureño las oportunidades para lograr el bienestar económico.
LLEGADA A
GUASDUALITO.-
Al finalizar
la primera guerra mundial (1918) su hermano Amìn entra a nuestro país por el
puerto de La Guaira, próspero ancladero
ubicado al centro-norte de Venezuela, a 30 km de la ciudad de Caracas.
Éste Amín, hombre de iniciativas exitosas, se establece en la ciudad capital,
prosperaría rápidamente, de vendedor de telas a lomos de burro pasaría a ser un
triunfante comerciante cuya visión de avanzada lo llevó a internarse por el
portentoso río Orinoco hasta llegar a ciudades llaneras y poblaciones apureñas
para comerciar sus productos, y adquirir plumas de garza, pieles y artículos
naturales, visitaría por varios años las litorales de San Fernando, El Yagual,
Arauca, Guasdualito y otros pueblos, además de esto se había esforzado en
construir un gran depósito en la población de Puerto Nutrias y un formidable
almacenaje en la ciudad portuaria de
Hamburgo (Alemania) lo que le permitía una actividad operativa comercial muy
provechosa y rentable, hasta casi la mitad de la segunda confrontación bélica
mundial cuando fue destruido el centro de almacenamiento.
Amín decide
entonces radicarse en Guasdualito, poblado incipiente pero con gran ventaja
geográfica, en el villorrio de cuatro retículas como calles el comercio fluvial
activado por la flota de la compañía Anónima Venezolana de Navegación (CAVN)
impactaba considerablemente en otros sectores, además de esto, teniendo enfrente
a la villa de Arauca (Col) y de allí a la Orinoquia colombiana, eran razones
válidas que abrían ojos a visionarios para fijar metas y negocios provechosos,
en la otrora intendencia llegó a ejercer funciones como agente naviero. El
bohemio Amín llama a su hermano Emilio y lo anima a venirse a Guasdualito,
corría el segundo lustro de la década del treinta. Luego de un difícil
trayecto, finalizando el decenio arriba a Emilio Juan Abunassar Tabalach a
Guasdualito. De inmediato se granjea el sincero aprecio de sus nuevos
coterráneos, funda Almacén Abunassar apoyado por su consanguíneo Amín.
En su nuevo
lar Guasdualito, se establece en la casa cedida por Alfonso Grieco, ubicada al
final de La Calle Real con intersección con la corredera conocida como La Costa
del Caño. Con el surtido almacén logra
prosperidad económica, centra su actividad en la comercialización de telas,
víveres y mercancía en general. En 1943 en una visita a su hermano en Arauca
conoce a la esbelta jovencita Rosita Bestene, araucana de nacimiento, hija de
Antonio Bestene y Victoria Matta, quien retornaba de Bogotá, se conocen e
inician el noviazgo, luego del protocolo formal van al altar en 1943, tendrían
la luna de miel en la ciudad de Caracas. De la unión matrimonial nacerían nueve
hijos siendo las mayores Yamile, Afife, Nassra, vendrían Emilio, Amín, Juan,
Carlos, Nayib y Ricardo, todos ellos herederos de los principios y valores de
sus progenitores. Don Emilio, como empezó a ser llamado, y su esposa Rosita, se
mantuvieron unidos desde el día de su casamiento hasta la partida física del
primero.
EL ALMACEN Y
OTROS ASPECTOS.-
Sería fundado
en 1932 por don Emilio y Amín, y se
mantendría vigente durante varias décadas. En el negocio se llegaron a
comercializar gran variedad de mercancías desde licores importados de Europa,
motores Evinrude, bicicletas Benotto, víveres de todo tipo, artículos de
ferretería, telas, productos cárnicos, entre otras venterìas, convirtiéndose en
el punto de preferencia de aquella clientela pueblerina. En la inundación del
23 de mayo de 1943 el establecimiento de
los Abunassar Bestene abastecería en conformidad a los afectados del
desbordamiento de la cuenca Sarare, en un tiempo de limitaciones y
precariedades sus puertas se mantuvieron abiertas hasta llegar el bajante de
las aguas. Pasaban céleres los años y fue creciendo aquel negocio.
En las décadas
cincuenta y sesenta de la centuria caducada
El Almacén Abunassar le suministraba los alimentos al comedor escolar
que llegó a funcionar frente a la policía del pueblo, igual proveeduría para la
guardia nacional, así como a instituciones públicas y a grandes hatos como El
Caimán, La Victoria, a las posesiones
fuenteras y a los feudos de la
familia Briceño, por solo mencionar algunos. De esta actividad y época su hijo
Nayib rememora lo siguiente : “Yo recuerdo que cada hato dejaba la lista del
pedido y eso nos molestaba, porque no podíamos salir a jugar pelotas, trompos o
metras, ya que teníamos que ponernos a pesar y empacar las arrobas de pasta,
arroz cebolla etc.
Al otro día
llegaba una camioneta tipo power wagon a llevarse los víveres. En la época de
trabajo y venta del ganado se reunían algunos dueños de hatos en la tarde a
conversar con mi papá y comenzaban a beber
coñac francés traído de Europa directamente por èl. También había unos señores
que en verano transportaban en camiones las mercancías, les decían ¨Los
Quiboreños” porque al parecer eran de ese pueblo larense. Le hacían fletes a mi
padre desde Caracas. Algunos se quedaron en Guasdualito y se casaron como fue
el caso Dilcio Algarra. En invierno la mercancía llegaba por vía aérea o por el
rio en bongos y chalanas. Como anécdota, una vez llegaron en camiones casi mil
cajas de jabón FAB, hasta en las habitaciones de la casa metieron esas cajas,
recuerdo el olor a jabón todavía. También periódicamente la Guardia Nacional
hacía la inspección de las guías de venta de licores, se instalaban en una mesa
en la casa todo el día, mi papá les obsequiaba licor y en la tarde salían
borrachísimos”. Además de la dinámica comercial don Emilio administraba
eficientemente un aserradero ubicado en las costas de Uribante llamado Induma.
ETAPA FINAL.-
Finalizando
los 40 llegan a Guasdualito las empresas petroleras norteamericanas e inician
exploraciones, en vista de su condición de políglota es requerido por varias de
ellas para que les sirviera de
intérprete, surgen ofertas laborales, se le invita a trabajar en otras partes
del país, pero allí estarían sus amigos el doctor Ricardo Arria Ruiz, Pedro
Goss y Francisco Antonio Padilla, para hacerlo desistir de la idea, quedándose
definitivamente en su tierra guasdualiteña.
En 1954
adquiere una casa en la esquina de la
calle Sucre con carrera Urdaneta a Evaristo Sánchez, dueño del hato Santa
Elisa, a quién le decían el tuco, debido a que había sufrido una amputación de
una de sus piernas ocasionada probablemente por una fractura abierta durante
una faena llanera. En los primeros años de la década del sesenta se le
diagnostica la enfermedad diabetes mellitus, en 1963 se le forma una úlcera
diabética en un pie que, terminó en una complicada gangrena. Él mismo llamò al
dr. Lisandro Latuff quien era el padrino de una de sus hijas y trabajaba para
la fecha en Caracas. Es internado en el Hospital Universitario donde fue
tratado quirúrgicamente. Al regreso siguió trabajando en su almacén. Se hizo
socio del Club de Leones y, viajaba frecuentemente por ciudades como San
Cristóbal, Mérida, Maracaibo, Valera entre otras capitales nacionales en
compañía siempre de su esposa.
El almacén se
mantendría en buen funcionamiento, pero la salud del patriarca Emilio fue
desmejorando gradualmente, en 1967 en un viaje con destino a Bogotá, en el que
lo acompañaba su concuñado el dr. Jaime
Alvarado, estando en Cúcuta le
sobreviene un accidente cerebro vascular y fallece a los pocos días. Su cadáver
fue enterrado en el campo santo de Guasdualito. Luego de su deceso, en reunión
familiar se acuerda que sería su hijo Carlos Alberto quien se quedara con la
madre ayudándola en el almacén, debido a que la hermana mayor trabajaba y
estudiaba y, el resto de los hijos
cursaban estudios en distintos niveles, en otra reunión la orden impartida y
acatada fue que todos continuaran sus estudios, y así fue. Con la
administración de doña Rosita el
comercio prosperó mucho, logrando gran esplendor, hasta que ya concluidos sus
preparaciones académicas sus hijos la convencen
para que tomara su descanso, el establecimiento fue traspasado a Irma
Godoy de Gómez, hija adoptiva, tendría un nuevo nombre: Amín Jota, ya en los
últimos años fue decayendo hasta prácticamente cerrar sus puertas, quedando
solo en el recuerdo el otrora emblemático almacén que llegó a ser el
establecimiento preferido por varias generaciones de guasdualiteños.
Lo presentado en los ajustados párrafos anteriores, fue parte de la vida de un inmigrante llamado Emilio Juan Abunassar Tabalach, un palestino que se hizo guasdualiteño y, que contribuyò en forma tangible al desarrollo de la economía y el comercio local.
Crónica. Aljer “Chino” Ereú.
#crónicas
#EmilioJuanAbunassar
#Guasdualiteño
#AljerChinoEreú
#guasdualito
#palestino
#Mesdelaparrilla
#senderosdeapure
#yoamoapure
#venezuela