Que tenga ese olor ahumado, que su
llama perdure, que la cocción esté en su punto y a tiempo… Esas son las
cualidades que buscamos a la hora de encender la brasa, y que las ofrece el
carbón vegetal de La Montserratina
Prensa. Jorely Corona.
Todo está sazonado y los invitados ya están entrando en calor, pero lo que está tardando es el calor de las brasas. “No enciende, búscame una vela para derretirla y poder generar combustión para que salga la llama”, dice el anfitrión de la casa. Son muchas las técnicas que los parrilleros aficionados han usado para prender el carbón. Desde abanicar hasta rociar con combustible para lograr el fuego, una práctica perjudicial para la salud y cuyo humo está lejos de ser disfrutado por los comensales.
La Montserratina, líder del mercado nacional desde hace 73 años, puso en el mercado el carbón vegetal, para que no sufras más y te luzcas no solo con la puesta de la carne y los embutidos, sino que además eleves los niveles de satisfacción gracias a ese olor ahumado que emana el calor de la brasa. Este producto, 100% nacional y ecológico, extraído de los bosques sustentables del estado Cojedes, “es de fácil encendido, no se necesita elementos externos para prenderlo, la brasa queda mucho tiempo activa, permite ahorrar y controlar mejor la temperatura de la cocción de lo que estés haciendo”, dice Raymar Velásquez, chef y fotógrafo gastronómico.
Y añade “es el primero que he usado en
Venezuela con esas características, es un producto premium. Es lo primero que
debe meter el parrillero en su compra, incluso debería estar antes que la
proteína que va a usar”. El cocinero destacó que los trozos de este carbón, que
se consiguen en empaques de tres kilos y de 1,5 kilos, generan calor estable y
dejan un sabor único en lo que se esté preparando.
Rápido
encendido
Esteban Luján, maestro parrillero destaca además que el carbón vegetal de La Montserratina, lanzado en febrero de este año, “es un producto que está hecho a base de madera de eucalipto, que tiene alta dureza y eso hace que sea de mayor durabilidad”. Explica que el proceso de carbonización se cumple en tres fases: primero a 200ºC centígrados con la intención de eliminar la humedad y los insectos; una segunda etapa por encima de los 750ºC para evaporar fenoles, alcohol y la resina, y una tercera fase de 300ºC para terminar de carbonizar las piezas.
“Esto va a
permitir el encendido rápido y parejo entre 10 y 15 minutos, dependiendo de la
altura sobre el nivel del mal en donde se esté realizando la parrilla, así como
la cantidad y fuerza del viento”. Una vez que ha llegado a una temperatura de
500ºC puede estar prendido por 45 minutos, explica Lujan. Pero hay otras cosas
que debe saber:
Se debe
dosificar su uso, es decir, para que su carga calórica se mantenga, primero hay
que poner un tercio del contenido de la bolsa, a los 11 minutos otro tercio y
luego de 20 minutos el contenido restante del paquete. Las pruebas hechas al
producto permiten la cocción de cuatro kilos de carne, siempre y cuando se
pongan las proteínas de acuerdo a su composición.
Después de
una hora el proceso de degradación del carbón se mantiene por 30 minutos
adicionales, que se pueden usar para cocinar frutas o vegetales. Las bolsas del
carbón también tienen su utilidad. Está compuesta por varias capas de papel: la
primera que está impresa, una segunda que absorbe la humedad y una tercera que
evita que el polvillo se escape y ensucie el entorno. Además, la bolsa de papel
se puede usar para el encendido. Lujan recomienda hacer un aro, rociarlo con
aceite vegetal y en los alrededores poner los trozos de carbón y, luego,
encenderlo.
El producto está disponible en los bodegones
parrilleros de La Montserratina en Caracas (ubicadas en Boleíta, Las Mercedes y
La Castellana), así como en todas las cadenas de supermercado de todo el país. Más
información sobre el portafolio y recetas de la marca en
www.lamontserratina.com, o en su cuenta de Instagram @lamontserratina.
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