Tibisay Acosta, nutricionista de
la residencia y centro integral para adultos mayores Hogar La Ponderosa
presenta opciones de dieta y recomienda que, así como se les debe motivar a
estar hidratados, la comida debe presentárseles atractiva.
Prensa. Comstat Rowland.
A la pregunta ¿Los abuelos son como niños? Tibisay Acosta, nutricionista de la residencia y centro integral para adultos mayores “Hogar La Ponderosa”, responde que sí. Pues al pasar los 60 años de edad, que es la edad cuando de forma indistinta a un individuo se le cataloga como miembro de la llamada tercera edad, las personas no solo necesitan estímulos afectivos, sino que además demandan más atención y requieren que les refuercen hábitos y rutinas diarias, las cuales le permitan llevar una vida saludable y llena de vitalidad.
Entre esas prioridades a considerar cuando del cuidado de un adulto mayor se trata, la alimentación está entre las primeras. Acosta en este punto dice que en las personas de la tercera edad “las necesidades calóricas disminuyen poco a poco, debido a que se reduce la masa de células activas desde el punto de vista metabólico”.
Lo otro que
explica es que las personas pueden tener problemas con la dentición, o
neurológicos que generan cuadros depresivos y hacen que pierda el apetito.
“Entonces hay una serie de actividades conexas para estimularlos y lograr así
que cubra sus requerimientos nutricionales”.
Adicionalmente
indica que a la alimentación en la tercera edad “hay que hacerle alunas
modificaciones para garantizar que obtengan los nutrientes necesarios de los
alimentos y puedan llevar una vida sana, desde el punto de vista nutricional,
cognitivo y de su salud integral”.
La dieta está
compuesta por todos los grupos
En el caso
del “Hogar La Ponderosa”, los huéspedes (como denominan a sus pacientes) que
llegan directamente de sus casas tienen algunos problemas neurocognitivos, “y
por eso han decidido traerlos con nosotros; aquí procuramos darles una
alimentación balanceada (que incluya alimentos de los 5 grupos básicos, granos,
verduras, frutas, productos lácteos y proteínas), principalmente de proteínas,
para conservar la salud de los tejidos”.
Destaca que
en este balance se incluyen carbohidratos, grasas naturales (aguacates, aceite
de oliva, aceites vegetales), minerales, vitaminas e hidratación. “Esto es
importante porque a partir de los 60 años el ser humano pierde la capacidad de
sentir sed, por lo tanto, debemos mantenerlos hidratados durante todo el día,
para preservar las funciones vitales del organismo”. “Lo ideal es que ingieran
un vaso de agua antes y después de cada comida principal, uno a mitad de mañana
y otro a mitad de tarde”.
¿Por qué son
como los niños?
“Porque les
tienes que estimular el apetito a través de preparaciones que sean atractivas
para ellos. Presentadas de una manera vistosa, bonita y colorida, que vean que
es un plato bien servido”.
¿Cómo es la
rutina de Alimentación en La Ponderosa?
Consta de
tres comidas principales más una merienda, además de un pre-desayuno, pues
muchos de ellos inician el día entre 5:30 a 6 de la mañana y mientras llega la
hora del desayuno que es a las 9 de la mañana, pasan muchas horas en ayuna;
este pre-desayuno consta de una taza de avena, la cual le sirve para estimular
el metabolismo al inicio del día.
A juicio de
Acosta, se toman en cuenta los gustos de cada uno y se consideran dentro de las
posibilidades del menú del día. “Pero, la mayoría come todo, a los varones se
les da una cantidad distinta a las mujeres. Tenemos un fisioterapista que se
ocupa diariamente de estimularles la parte física con ejercicio adaptado a la
edad y condiciones de cada uno de ellos, lo cual permite, junto con la
alimentación balanceada, garantizar un estilo de vida saludable”.
¿Hay
variación en el menú?
Se hace una planificación semanal del menú, es ligera en cuanto a textura, porque hay alimentos que, por su condición, ya no pueden comer. Se preparan al horno, sancochados, En el desayuno pueden servirles arepa con perico, mermelada y jugo de frutas, por ejemplo. A media mañana los hidratan. Al mediodía puede ser un plato de albóndigas, con arroz y ensalada. A las 4 de la tarde toca la merienda: una fruta picada, un manjar de frutas, torta, galletas, gelatina.
La cena es a
las 7 y 30 de la noche, también es ligera para evitar las alteraciones del
sueño. Puede ser una crema de verduras o vegetales, una omelette, unas crepes. Procuramos
ofrecerles granos dos veces a la semana, ya que son una fuente de proteínas de
alto valor biológico, ricos en fibra, fundamental para los procesos de
motricidad y movilidad intestinal.
¿Y hay menú
libre?
Sí. Los fines
de semana procuran estimularle la memoria con los alimentos, para que sepan que
están en fin de semana. Les sirven hamburguesas, perros calientes, pizzas, para
que sientan que es una comida distinta y que es un día de compartir. “Además de
las comidas ellos sienten pertenencia, se sienten en sus casas”.
En este día a
día de los abuelos en el centro integral también se celebran los cumpleaños.
Así que en su rutina no faltan las tortas, los jugos y las gelatinas. Para
saber más de lo que ofrece el equipo multidisciplinario del Hogar La Ponderosa
visite su cuenta en Instagram @hogarlaponderosa.
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