Ana María Polo, abogada y
conductora de televisión, reconocida por ser la ‘juez’ en el programa de
televisión Caso cerrado, es objeto de una fuerte pelea en los estrados
judiciales, según trascendió a través de la prensa especializada en la
farándula en los Estados Unidos.
Prensa. Semana.
Precisamente,
dichos medios de comunicación han explicado que la contraparte en la fuerte
demanda que ha tomado visibilidad en los últimos días en contra de Polo es
precisamente su expareja sentimental, y parte del equipo de producción del
programa que hizo célebre a Polo, quien ha advertido que la famosa conductora
de televisión les ha usurpado parte de sus derechos sobre el nombre de la
producción televisiva, ‘Caso cerrado’, advirtiendo que ellas tenían dominio o
autoría compartida de la marca.
Ese tema ha
generado que Polo pase de ser la famosa juez que dirimía conflictos, muchos de
ellos obra de la puesta en escena, a ser parte de un diferendo real que se
encuentra ante los estrados judiciales. Si bien la demanda, según recogen
medios especializados en farándula del mundo hispano en Estados Unidos, fue
interpuesta hace ya un buen tiempo, esta ha cobrado visibilidad en las últimas
semanas debido a declaraciones entregadas por personas cercanas a la expareja,
quienes advirtieron de la existencia de dicha demanda por parte de la expareja
de Polo, una mujer identificada como Marlene Key.
La demanda en
sí versaría sobre la violación de los derechos de propiedad intelectual que
reposaban sobre las dos mujeres, en tanto una de ellas se “apropió” de ellos
para hacer negocio con la popular cadena Telemundo, que ahora ostenta los
derechos. En ese mismo sentido, se ha conocido que Polo fue demandada por una
cifra cercana a los dos millones de dólares.
Entre los
detalles que se han conocido a través de medios locales, se encuentra que,
además del diferendo por el manejo del nombre del programa que hizo popular a
Polo, también se encontraría una pugna derivada de unos dineros compartidos,
los cuales eran manejados a través de una cuenta de ahorros compartida, que
sirvió para abonar las diferencias entre las dos mujeres, lo cual sumó en los
conflictos que tenían como pareja, en los que también se tuvieron en cuenta
algunas razones del orden laboral, que las habían llevado a también romper su
vínculo de trabajo y personal.
En
declaraciones entregadas por la expareja de Polo, esta detalla que pese a que
el nombre de la producción era de su propiedad, esta le había entregado una
licencia a la cadena Telemundo para su explotación. En ese sentido, la mujer
señaló que frente a la reclamación interpuesta ante Polo, esta aboga por una
‘división equitativa del negocio’.
Pese a que el
tema se ha convertido en un asunto de amplio interés al interior de la prensa
rosa y de medios de comunicación de la farándula en Estados Unidos, no han
trascendido mayores detalles de la demanda que existe en contra de Polo. La
popular abogada adquirió amplia visibilidad en América Latina, debido a que su
programa, que estuvo por cerca de dos décadas al aire, también fue vendido a
varios canales de televisión en los diferentes países, por lo que su abanico de
alcance se amplió a ingentes audiencias, las cuales cautivó con sus
particulares casos.
No obstante,
si bien muchas veces Polo exigía y castigaba los malos tratos en medio de los
casos que llegaban a su estrado, al parecer esas conductas también eran
reflejadas en su relación en la que ella, según recogen medios internacionales,
sería la encargada de infringir las conductas inadecuadas, lo que a su vez
condujo a que dicha relación no terminara en buenos términos.
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