Venezuela cayó derrotada ante Uruguay (0-1) y perdió el quinto lugar de la
tabla
Sin recuperar aún su lucidez ni su mejor semblante, a Uruguay le bastó un
zarpazo de su hombre en mejor forma, Edinson Cavani, para vencer a Venezuela
(0-1) y derrumbar, con esto, buena parte de sus aspiraciones de clasificar a la
Copa del Mundo.
El cuadro venezolano sabía que a esta altura de la eliminatoria, cualquier paso
en falso podía echar por tierra el esfuerzo y el sufrimiento de varios años,
por lo que salió a la cancha a hacerle frente al partido bravo que le planteaba
su rival. Pagó con sudor y hasta con la sangre de Roberto Rosales pero no fue
suficiente para mantenerse adentro de los puestos de vanguardia en una batalla
para la que cada vez queda menos tiempo.
Sin espacios para cosechar algo mejor, la Vinotinto disfrutó anoche de un
puñado de tiros libres y otros tantos córners. Sin embargo, esa que ha sido su
mejor arma durante esta eliminatoria, ayer no rindió frutos. En parte por la
mala puntería que agobió al cuadro venezolano y en parte por los buenos oficios
de la curtida defensa uruguaya.
Golpe artero. Uruguay estuvo lejos de ser ese equipo implacable de otras
noches pero contó con un par de destellos de sus buenos jugadores. Uno de ellos
lo contuvo Dani Hernández con su rodilla pero en el otro le fue imposible
intervenir. Cuando Edixon Cavani se salió de su libreto regular y espero pegado
a la banda izquierda, desde donde recibió un pase de Forlán que, tras recortar
a Cichero y disparar entre las piernas de Túñez, sembró en la base del arco
criollo como si fuera una bomba de tiempo. Un golpe seco y directo al corazón
de los 40 mil venezolanos que plenaron las gradas de Cachamay y los más de 30
millones que esperaban ver a su equipo un paso más cerca de su gran objetivo.
Con el marcador a favor, Uruguay levantó dos líneas de concreto que sirvieron
de dique para contener el ímpetu de una Venezuela que se lanzó contra el arco
de Muslera. Con el reloj en contra, César Farías quemó sus naves y terminó el
partido con tres delanteros, arrinconando a Uruguay, bombardeandolo con
centros, pero sin poder traducir esto en ocasiones serias de peligro. La mejor
oportunidad, llegó casi en el último minuto, cuando la Vinotinto jugaba con 10
por las expulsión de Rincón y el ensangrentado Roberto Rosales remató un
despeje desde el borde del área. La derrota no deja a Venezuela fuera de la
competencia pero sí le obliga a ganar todos sus partidos y esperar que alguno
de sus rivales rebalen como lo hizo ayer la Vinotinto.